Valery Giscard d’Estaing (83 años) ya tenía un puesto propio en la historia de Francia y la construcción política de Europa. Pero ha abierto, con cierta impertinencia juvenil, un nuevo e imprevisible capítulo de su vida y obra: la reescritura sensual e imaginaria de las relaciones diplomáticas, en la cúspide del Estado.
[ .. ]
UN SEDUCTOR MODERNISTA
No es un secreto que Giscard jugó un papel en la modernización de Francia y Europa, con decisivas iniciativas personales.
En Francia, Giscard lanzó la última fase del programa electronuclear, clave de la independencia energética nacional. Y tomó decisiones que rompían con las familias conservadoras de su tiempo, arriesgándose a legalizar el aborto y la separación matrimonial de mutuo acuerdo.
Por aquellos años (1974 – 1981), tales iniciativas chocaban con la moral conservadora tradicional. Su fama de seductor le venía de mucho más atrás, de cuando fue el ministro de finanzas más joven del general de Gaulle (1962). Años más tarde, es leyenda un accidente suyo, la noche de su elección como presidente de la República (1974): se dijo que Giscard chocó con un árbol, cuando tocaba el claxon de su automóvil ante el balcón de una amante.
PATRIARCA DE LA EUROPA MONETARIA
Ya presidente, es igualmente legendaria su frase sobre la belleza de las piernas de una de sus ministras, casada. Giscard no solo tenía éxito con las mujeres. Durante los cinco primeros años de su mandato tomó decisiones que modificaron la fisonomía social de Francia y de Europa y contribuyeron a gestar un nuevo modelo de relaciones internacionales.
El euro y la Unión monetaria son impensables sin dos iniciativas del dúo franco-alemán que integraron Giscard y Helmut Schmidt. Ellos echaron los cimientos del antiguo Sistema Monetario Europeo (SME) y el ECU (European currency unity), donde se fundan el euro y la Unión monetaria de Europa. La elección del Parlamento europeo a través del sufragio universal fue otra iniciativa capital de la pareja Giscard – Schmidt.
EL G5 EN PAÑOS MENORES
Mientras el antiguo canciller de la antigua RFA adoptó el tono de patriarca nacional, refugiándose en una posición arbitral, Giscard prolongó indefinidamente sus ambiciones y acción europea. Estuvo muy presente en el Parlamento Europeo. Y varios de sus biógrafos afirman que tuvo una apasionada relación sentimental con una de sus asistentas y jefa de prensa. Alguno de sus biógrafos ha contado, sin ser desmentido, el nacimiento de un hijo fruto de ese amor tardío.
En la cúspide de su influencia internacional, Giscard seducía incluso en bañador, cuando estaba negociando lo que hoy es el G20, cuyos antecedentes, G5 y G7, fueron otra gran iniciativa giscardiana. Son famosas sus fotografías, en una piscina, con un torso de seductor, discutiendo con los grandes de este mundo las tormentas monetarias de la época.
EL PRESIDENTE Y LA PRINCESA, EN EL LECHO
Patriarca fundador del G5 / G7, el SME, el ECU, la elección del sufragio universal del Parlamento Europeo y el programa electronuclear francés, Giscard todavía soñó con ser el primer presidente de una Europa unida. Desvanecida tal ilusión, Giscard ha tenido un sueño sensual y libresco… la aventura de un presidente francés, que tiene su rostro de hace treinta años, unido en el lecho con una princesa de Inglaterra que tiene el rostro imaginario de la difunta princesa de Gales. Giscard cuenta esa historia en forma de novela, La princesa y el presidente, insistiendo en que se trata de pura ficción: pero lo dice con una picardía juvenil que deja en suspenso algunas dudas, consumando la imaginaria unión sentimental de un electo monarca de Francia y la reina que no fue del Reino Unido.
[ .. ]
He entrevistado a Giscard en tres ocasiones.
ABC, 31 mayo 1989, Giscard, una voz a favor de una Europa común, 1, 2 y 3.
ABC, 30 septiembre 1991, “Si la CE no cambia, corre el riesgo de diluirse”, 1 y 2.
ABC, 17 marzo 1993, “El socialismo ha fracasado y no tiene nada que ofrecer”, 1 y 2.
- Giscard, Chirac, Sarkozy, Ségolène, DSK… sexo y guerra política en Francia.
- Francia, Europa(s) y Personajes en este Infierno.
Deja una respuesta