Perspectiva mediterránea, desde la casa de Rosa, en Sant Vicenç de Montalt, 12 agosto 2008. Foto JPQ.
“Quizá… el nuestro sea un tiempo de desertización cívica que demanda una repoblación espiritual…” [ .. ] “Para combatir el presente sombrío, prescribe un tratamiento basado en la cultura…” [ .. ] “… parpadeo de luz en este túnel.”
Hummmmmmmmmmmmm
[ .. ]
Terapia cultural
Jordi Amat
Releo El taller de la gracia (Renacimiento) mientras la corrupción desangra el cuerpo institucional del país. En una primera lectura, la mirada catastrofista sobre el presente me pareció apocalíptica. Hoy, visto lo visto, no la veo tan exagerada. Quizá lleve razón Juan Pedro Quiñonero y el nuestro sea un tiempo de desertización cívica que demanda una repoblación espiritual. ¿Cuándo nos infectamos? Como un laberinto cuya salida parece tapiada, una hipótesis, repetida a lo largo del libro por el histórico corresponsal de Abc en París, me persigue obsesivamente: las corrientes de fondo de la vida colectiva española habrían ido envenenándose de la ética y la estética del personaje hampesco que puso en circulación la picaresca. La impronta del Lazarillo sería el primer síntoma de una gangrena adherida a nuestro ADN y que a la larga nos habría llevado a este pútrido hoyo negro. La idea es sugestiva, propia del buen ensayismo y de alguien que se explica a la vez desde dentro y desde fuera: Quiñonero, lo cuenta en un notable capítulo autobiográfico, se ha construido como un desterrado desde sus años infantiles.
La arquitectura espiritual hispánica. Para combatir el presente sombrío, prescribe un tratamiento basado en la cultura. Los demonios de la tradición deben exorcizarse (la lengua de Quevedo, por ejemplo, que llega hasta Cela) y, siguiendo una idea de Juan Ramón, debe reconstruirse la devastada arquitectura espiritual hispánica. Este es el hilo que cose una serie de textos dispersos. Se trataría de «amueblar la casa vacía del ser», un proyecto de raíz heideggeriana que como se explica con detalle Gómez de la Serna ya desarrolló en su particular serie de biografías de escritores.
Quiñonero explora otros nombres para edificar la refundación moral. Emociona su fidelidad al ejemplo ético del Riba de las Elegies: el hombre que en la madurez es despojado de su patria, pero logra apuntalarse a sí mismo gracias a la fe en la cultura antigua. Destaca también su fascinación por la lengua mestiza de Lezama Lima, un proyecto de construcción de un puente trasatlántico que uniera por fin España e Hispanoamérica. Pero son sobre todo las páginas dedicadas a Ramón Gaya y Josep Pla aquellas en las que plantea con un convencimiento mayor su vía de escape. Contemplando el milagro pictórico de Gaya redescubre la humanidad de la belleza esencial. Leyendo al virgiliano Montaigne del Empordà cree en la posibilidad de una redención comulgando con los valores originarios de una tierra – Catalunya- con la que enraizar a través del océano creado por el homenot. En ambos casos, y este es el bajo continuo del ensayo, se trata de una nostalgia culturalista de la pureza. ¿Una propuesta naif? Tal vez sí. También parpadeo de luz en este túnel. La Vanguardia, Culturas, 18 noviembre 2009. Jordi Amat, Terapia cultural.
- Juristo y El taller de la gracia.
- Mi Siglo, José Julio Perlado, El taller de la gracia.
- Personal en este Infierno.
Joaquín II says
Bueno… desde que te leo por este infierno, quizá -barrunto- este sea el comentario que más «te ha clavado»…
Saludos
maty says
A este paso, cuando lo termine, será difícil ser original en la crítica…
JP Quiñonero says
Joaquín II, Maty…
Joaquín II,
Curioso lo que me dices… esta mañana, volviendo de Orly, mientras escuchaba a Ella Fitzgerald, me decía que, finalmente, Juristo y Jordi Amat son los primeros en subrayar lo único que para mí es escencial:
-La construcción de un mundo propio.
-La relación de ese mundo íntimo con la historia y la cultura…
-Que esa relación sea visible y reconocida como tal…
Donde Jordi habla de naïf yo pondría mesiánico… de creyente en el Logos y el Gran arte, si; discípulo de los desterrados de Patmos, entre otros…
PS. Ni que decir tiene: ningún “mundo propio” comporta ningún valor de ningún tipo.
PS bis. Mi agradecimiento a Jordi y Juristo va un poco más allá de la vanidad del autor.
Maty,
Anda, anda; menudo eres…
Q.-
maty says
Quien sabe, unos «te clavan» y otros tal vez «te crucifiquen».
Lo importante, en una crítica literaria, es comentar el estilo, el lenguaje… y no sólo los temas que se abordan.
José Julio Perlado says
Me ha alegrado mucho, como puedes imaginarte, esta estupenda crítica de Jordi Amat.
Un abrazo.
JJP
JP Quiñonero says
Maty, José Julio…
Maty,
Juristo y Jordi tocan lo esencial: son lectores mejor que generosos… atentos y fieles a lo esencial del libro.
José Julio,
¿CÓMO OLVIDAR QUE TÚ FUISTE EL PRIMERO EN DARME LA MÁS GENEROSA BIENVENIDA..???
Q.-
Alicia says
Señor Quiñonero, ha pensado en que también autores como nuestro gran Agustín de Foxá podrían ayudarnos a la reconstrucción de nuestra arquitectura espiritual?.
Ayer he sabido de su nuevo libro (Cuyo título me encanta porque invoca la belleza, la pureza y el arte) al leer la entrevista que le hicieron en el ABC y pienso adquirirlo, desde luego.
Le deseo un muy feliz y fructífero 2010.
Un abrazo
Alicia
JP Quiñonero says
Alicia,
Anda, anda, suprime la barba de ese Señor.
Pues igual has pensado bien: la arquitectura espiritual de un pueblo no es la tarea de un solo hombre; si no la obra colosal de hombres y generaciones construyendo con sangre, dolor y esfuerzo una casa donde vivir juntos, compartiendo el pan y la palabra con otros hombres de buena voluntad.
Ojalá no te disguste ese libro mío.
Feliz Añooooooooooo
Q.-
Alicia says
Aepto encantada quitarle la barba de «Señor», Juan Pedro -qué símil tan gracioso-; ya sé que no lleva barba..Lo del tuteo me lo permitiré cuando me lo autorice.
Estoy segura de que su libro me encantará. Ya estoy impaciente por tenerlo entre mis manos.
Y le agradezco mucho su rápida contestación a mi planteamiento,con la que he emocionado intensamente y ha sido para mí un regalo de Año Nuevo.
Le deseo un 2010 mágico y redondo y me atrevo a hacerle una nueva sugerencia: festejemos en el centenario de su nacimiento a otro de nuestros grandes poetas (como Agustín de Foxá, más que en vena, me entra en alma cuando lo leo):
Miguel Hernández.
Y ahora dos regalos para todos:
DE Foxá y su poema «Melancolía del desaparecer»:
«Y pensar que cuando yo me muera
aún surgirán mañanas luminosas.
Que, bajo un cielo azul, la primavera
indiferente a mi mansión frontera
se encarnará en la seda de las rosas…»
De Miguel Hernández y su «Cancionero y Romancero de Ausencias»
«….
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.»
Un beso y feliz año nuevo para todos los frecuentadores de su blog.
Y por supuesto, para usted.
Alicia
JP Quiñonero says
Alicia,
Mujer… pensaba que apeado del Señor, el usted caía por su peso, digo yo. Bueno.
Lo de emparentar a Foxá y Miguel Hernández me parece muy buena idea, oye: irritará a mucho, sospecho,
Q.-
Alicia says
Hola Juan Pedro:
Ahora ya sí me atrevo a tratarte de tú.
Para que me conozcáis un poco más todos los blogueros de aquí os diré que tengo 49 años, mi profesión es la de jurista (letrada consistorial en un municipio del área metropolitana de Madrid),y mis aficiones, por antonomasia, desde muy pequeñita son, por este orden, la lectura y el deporte.
Y, entrando de nuevo en materia, lo de emparentar a Foxá y Miguel Hernández puede irritar a algunos, desde luego, pero serán los prejuiciosos y sectarios de uno u otro bando (qué lástima que en este país siga habiendo banderías).
Creo que a todos los que amamos el arte literario y disfrutamos de la poesía, ambos artistas nos parecen magníficos, cada uno en su estilo, bien distinto, por cierto.
Bueno, ya me despido.
Un beso de buenos días.
Alicia
JP Quiñonero says
Alicia,
Oye, pues encantado. Lo de letrada consistorial… impone lo suyo, oye. Un respeto. Dicho sea con amistosa simpatía.
Avanti…!
Q.-
Carmen says
Ay, Juan Pedro, me temo que lo de la «barba» es un galicismo tan grande, tan grande, que puede pasar por un símil, una metáfora o cualquier figura retórica. Y al fin y al cabo, qué mas da.
Con perdón
Carmen
Enrique MF says
Alicia: Bienvenida al club de frecuentadores del Infierno de Quiñonero, de parte de otro jurista, amante sobre todo de la buena literatura, que nunca mira el carnet político del autor como condición previa para acercarse a leerlo. Creo que era el viejo Stendhal quien decía aquello de que la política en la literatura es como un disparo en medio de un concierto.
JP Quiñonero says
Carmen,
Temo ser algo peor que un mero afrancesado, pero bueno. Lo de insistir en afeitar la barba del Señor, Usted, and so on obedece a un reflejo personal… el usted castellano puede sonar un poco duro, en ocasiones; y lo de Señor, francamente, me deja boquiabierto… remilgos adolescentes, sin duda,
Q.-
Alicia says
Juan Pedro, así que te has quedado boquiabierto por lo de Señor..Bueno, ¿cómo dirigirme a alguien a quien respeto y admiro pero no conozco personalmente? Quizá sea un resabio adolescente, pero es mejor que entrar directamente con el tú, lo que para mí constituye una falta de respeto..Enrique, gracias por la bienvenida…Me encanta conocer a juristas a los que les gusta la literatura y máxime cuando se acercan a ella sin prejuicios y con la mente abierta. He de confesar
que, como soy nueva en los blogs me despisté y no introduje mis contestaciones en la entrada correspondiente.
Ahora, después de navegar por UTI ya me voy aclarando.
Me resulta muy interesante estar en vuestra compañía.
Creo que me voy a convertir en asidua.
Un abrazo para cada uno.
Alicia
JP Quiñonero says
Alicia,
Bueno… el diálogo blogográfico impone (para mi) unos coloquialismos y familiaridades que quizá pudieran ser excesivos en un terreno más convencional… en francés, no me aparía del usted en ningún momento y casi con nedia… pero por estos bajos mundos el usted y el señor / Señor tienen excesiva barba.
Aquí nos tienes, mientras el cuerpo aguante,
Q.-