Comments

1. MMarie says

   diciembre 17, 2009 at 4:27 pm

   Bello poema, Mr Q.

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2. Antonio Serrano Cueto says

   diciembre 17, 2009 at 6:16 pm

   En mi blog te he dejado un guiño a este post tuyo. Un abrazo.

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3. JP Quiñonero says

   diciembre 17, 2009 at 6:34 pm

   Antonio, Mme Marie…

   Antonio,

   De Lovaina a París apenas hay un trecho, que salvan pronto los abrazos compartidos, oye,

   Mme Marie,

   Gratitudes con mucha gratitud, oiga,

   Q.-

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4. Pérez says

   diciembre 17, 2009 at 8:46 pm

   Gracias por esas fotos. Me permito una cita:

   Avant la guerre, c’était la nuit du 24 au 25 décembre qu’il fallait aller voir la rue de Buci, si chère aux poètes de ma génération. Une fois, dans un caveau voisin, nous réveillonnâmes, André Salmon, Maurice Cremnitz, René Dalize et moi. Nous entendîmes chanter des Noëls.

   Guillaume Apollinarie, Les Noëls de la rue de Buci.

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5. JP Quiñonero says

   diciembre 17, 2009 at 9:29 pm

   Pérez,

   Muy oportuno el recuerdo de Apollinaire. La rue de Buci tiene no pocas cosas españolas… comenzando por las naranjas españolas, que ya recordaba con nostalgia Jacques Prevert en un poema memorable, La rue de Buci, maintenant...

   En verdad, la rue de Buci sigue siendo una maravilla. En una de sus esquina sigue en pie y tan pancho un café en el se ofició una memorable tertulia entre desterrados españoles, la Galerie Azar estaba casi esquina rue de Seine, y algunos de los redactores del primer Manifiesto de la Comuna zamorana también frecuentaba un café próximo,

   Q.-

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