EF,antelafuente Nicky de Saint Phale. Plaza Igor Stravinsky. 22 junio 2010. Foto JPQ.
-¿Esther Ferrer…? Una institución. Ella sola es una página entera de la historia del arte español en París, me dice Dominique Pousseo, historiadora del arte.
[ .. ]
LA GRAN AVENTURA
Artista “interdisciplinaria”, especialista emérita en performance art, ella cuenta su huída y primera instalación en París con una brizna de nostalgia: “Vine a primeros de los años 60 del siglo pasado. El franquismo era lo que era. Desde San Sebastián, nosotros pasábamos la frontera frecuentemente para ver cine, comprar libros y revistas de arte o simplemente leer Le Monde. Pero lo más sencillo fue huir a Paris. Fue un periodo muy fecundo para mi, aprendí muchísimo, cine, arte, ballet… veíamos todo, éramos insaciables, de verdad, todo nos interesaba. Nos ganábamos la vida como podíamos, he pintado muchas casas, cuidado muchos niños, he hecho traducciones, de todo, pero lo importante era estar en París con los ojos y la mente abiertos, como esponjas”.
Esther vive entre la plaza de la Bastilla y el cementerio de Pére Lachaise. Pero come con frecuencia en un restaurante magrebí donde ponen un muy buen cuscús. Y puede tomar una copa en un antro donde vino a cantar Patti Smith. En su caso, ella descubrió las vanguardias en París, antes de embarcarse el mítico ZAJ, influenciada también ella por su amigo John Cage, el patriarca.
AQUELLA ÉPOCA…
ZAJ fue un legendario grupo de música de vanguardia, creado por Juan Hidalgo, Ramón Barce y Walter Marchetti. Esther aportó su propia personalidad. Ellos fueron algo subversivo, entre la provocación y la performance. Una aventura única en su género.
–Como te puedes imaginar, París era muy atractivo. Pero tuve que volver. Empecé Filosofía y Letras y periodismo. En el París del 68, hicimos ZAJ en el Museo de Arte Moderno. Luego iniciamos la gira de ZAJ por los Estados Unidos. Con esos horizontes, no apetecía nada volver a España todavía bajo la dictadura franquista. No podía soportarlo. Me volví a Paris. Tras la muerte de Franco empecé a escribir en periódicos y revistas para ganarme la vida, sobre arte, feminismo, etc. Con lo que ganaba vivía y me pagaba mi trabajo artístico, que se “tragaba” lo poco que ganaba. En aquella época no trataba tan siquiera de exponer, pero trabajaba mucho, fue un periodo super fructífero desde el punto de vista artístico, aunque la vida era muy difícil, pero muchísima parte de mi trabajo posterior, fue proyectado, “gestado” en aquellos años 70. Pese a los muchos problemas que tuve que afrontar, fue una época estupenda, parecía como que todo era posible, había que intentarlo todo, sobre todo a nivel de quitarse telarañas de la cabeza.
CACAO MENTAL DE FRANCIA
París fue para Esther algo así como una “patria” de elección, una plataforma, una “escuela”, un terreno de aprendizaje, un campo de batalla, el pueblo donde terminaría encontrando al hombre de su vida y una ciudad para artistas nómadas, huyendo de todas las doctrinas, confundiendo el arte con el arte de vivir en libertad.
En París, llegaría a convertirse en una “referencia”, en una artista premiada, galardonada, incluso representante oficial de España en bienales internacionales. Pero ella sigue emboscada, en su barrio, lejos de esos mundos, oculta, para seguir creando, creando…
“La ciudad me gusta muchísimo –comenta-; aunque cambia y no siempre a mejor, pero todavía sigue siendo una ciudad por la que puedes pasear. Es una ciudad lo suficientemente grande para ser cosmopolita sin ser gigantesca. A veces cuando voy a ciertos barrios, pienso, qué suerte tengo de vivir en una ciudad conde hay tantas diferencias. Me horrorizan las sociedades homogéneas, no podría vivir en una sociedad “monocultural”, “monocolor”, “monolingüistica”, me agobia. Dicho todo eso, nunca he visto este país en un estado tal de “cacao mental” como ahora. Parece como si ya no se pensara, como si se hubiera perdido el sentido crítico, el sentido del humor, el “divertimento” se ha convertido en objetivo cultural, pero desgraciadamente esto no es específico de Francia, de política, no hablemos, qué tristeza…”
- Homenaje a Marcel Duchamp.
- Recuerdo de Esther Ferrer y los ZAJ.
- Arthur C. Danto, Zaj, ruina del arte y tráfico de almas muertas.
- Retrato improvisado de Esther Ferrer.
- Arte y Fotografía en este Infierno.
[ .. ]
» />
EF.Plaza Igor Stravinsky. 22 junio 2010. Foto JPQ.
Mercè says
Mis respetos para Esther Ferrer, su trayectoria y su obra siempre viva, certera, ese «arte que es el arte de vivir en libertad», bien dicho.
JP Quiñonero says
Mercè,
Siii… Esther es un montonazo de Esther, claro,
Q.-