“El vulgo es necio y pues lo paga es justo hablar en necio para darle gusto”.
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Ramón Gómez de la Serna acuñó el concepto de “multitudes lectoricidas”, cuya amenazante realidad es hoy mucho más actual que en su tiempo.
Abelardo Linares, por su parte, pone el dedo en la pavorosa tragedia en curso: “… el mercado potencial es la gente que no lee…”
«La gente ya no lee. O peor, lee mal. Los grandes distribuidores se han dado cuenta de que el mercado potencial es la gente que no lee y las librerías están llenas de basura. Volvemos al siglo XVIII, a que lea una minoría…” El hombre del millón de libros y Elogio de Abelardo Linares.
Temas esenciales de mi Taller:
La civilización del Libro está amenazada, víctima del inquietante acoso de temibles enemigos: la aparición de “multitudes lectoricidas”, la proliferación de implacables industrias de la incultura y la incomunicación, acelerando la desertización espiritual de los pueblos, amenazando la antigua morada íntima de la condición humana, cuando el comercio industrial con las palabras socava los antiguos fundamentos del alma y la conciencia de los últimos hombres libres… El Taller de la gracia.
Cultura y cáncer, en Hamelín y Caína, que Lope y Mingote temen como a la peste:
ABC,12agosto2010.
- Industrias culturales en este Infierno.
Armando says
El asno y su amo.
Huelga decir que usted (con perdón) ya me entiende.
JP Quiñonero says
Armando,
Viejo perro apaleado, temo comprender, en efecto.
Q.-
Jesús Garrido says
hola, perdón, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un inoportuno mosquito se ha detenido en la pantalla de mi teléfono móvil, echaré un vistazo a tu página esta, [el mosquito ha muerto, lo he chafao]
Joaquín says
El hábito de leer puede estar en regresión, aunque en el rincón más inesperado de la ciudad puedes encontrarte a un joven, o a un viejo, absorto en unas páginas cualquiera.
Un paseo por las grandes superficies, malls, donde la clase media va a gastarse la nómina, depara la sorpresa de que no hay ni el más mínimo espacio para los libros. Las librerías quedan, al parecer, para la zona noble de las ciudades (el centro, downtown).
Enrique MF says
Q: Secundo la denuncia y firmo tu manifiesto.
Pero me temo sean voces que claman en el desierto, frente a un fenómeno ¿imparable?.
En 1962, en su ensayo El poeta y la ciudad, escribía W.H.AUDEN:
Otra voz, igualmente ignorada, la del austriaco ERNST FISCHER (1899-1972), que se expresaba tan acertadamente en The Necessity of Art:
¿Ha cambiado esto? -se pregunta Fischer con retranca, para constatar seguidamente que
Fischer concluía:
Abate Marchena says
¿Que puede esperarse de una sociedad que tiene a un «bravucón» como Arturo Reverter sentando sus posaderas en la RAE y se empozoña con sus lecturas?
¡Es solo un simple ejemplo del embrutecimiento colectivo!
Y ese se dirige a los descerebrados; para leer a los «otros», -por su elitismo-, hay que estar ducho en descifrar mensajes criptográficos.
Como ves hoy estoy de mol mala llet.
angel says
JP Quiñonero says
Jesús, Joaquín, Enrique, Abate Marchena, Àngel…
Jesús,
Bueno…
Joaquín,
Mi experiencia inmediata de las tales superficies es la revelación del desierto iluminado con luces de neón…
Enrique,
Claro que es clamar en el desierto. Pero un gentleman solo defiende causas perdidas, oye.
Abate Marchena,
Cólera justiciera…
Àngel,
Yeahhhhh… La Torre de Marfil,
Q.-