“Decíamos ayer…” Presupuestos del Estado para incrementar la desigualdad insolidaria y cainita.
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Dice la prensa de la mañana… «La deuda pública y el paro se comerán la mitad del Presupuesto del Estado» [ .. ] “Se recorta el gasto y suben los impuestos” [ .. ] “Tijeretazo en inversiones, infraestructuras, investigación, ciencia, sanidad” [ .. ] “Los intereses de la deuda pública se elevan a los 27.400 millones de euros” [ .. ] “18 de cada 100 euros son para pagar los intereses de la deuda”.
La prensa de la mañana solo cuenta en letra menuda -temo que incomprensible para los padres de familia menos favorecidos- cómo esa retahíla de catástrofes es indisociable de la nueva descalificación de España en el ranking de Moody’s, el mismo día de la huelga, que pudiera resumirse así:
-El gobierno Zapatero comenzó por gastarse los ahorros de la familia, minando los cimientos de la hacienda pública.
-Siguió gastando mal y muy por encima de los ingresos familiares.
-Incapaz de controlar las cuentas familiares, comenzó a pedir dinero prestado.
-Conocidas en el barrio (europeo) las cuentas familiares, los vecinos pusieron el grito en el cielo.
-Zapatero sigue viviendo del dinero prestado, que hoy cuesta más caro que ayer: 18 de cada 100 euros de la hacienda pública / presupuesto familiar están consagrados a pagar los intereses de la deuda.
Apenas un detalle: la deuda española ascenderá este año al 68.7 por ciento del PIB; y el pago de los intereses de esa deuda pública ascenderá al 2.5 por ciento del PIB. En términos absolutos, la deuda de los EE.UU., el Reino Unido o Francia quizá sea más alta. Con una pequeña diferencia: España no inspira la misma confianza, a la vista de la historia familiar, las perspectivas de producción de riqueza y el descontrol de no sé cuantas administraciones autonómicas. Un padre de familia modesta comprenderá muy bien que tener una deuda equivalente al 68.7 por ciento de los ingresos / riqueza familiar no es una situación muy halagüeña.
De ahí, finalmente, que el padre de familia español -obrero, agricultor, comerciante- no pueda contar con el crédito que se pierde en los pasillos del desgobierno de la hacienda pública.
¿Algo peor que tales desastres…? Siiiiiiiii… la polución ideológica, complicando y enturbiando tan prosaica realidad con diarias tormentas de basura, palabras e ideas muertas, cegando a los más frágiles y necesitados de comprensión de una realidad que los asfixia.
Magnífico análisis socioeconómico de esta sociedad cainita…como siempre en «la diana» JP.
Saludos tempranos.
Antonio,
«Al que madruga…» graciasssssssssssssssssssssssssss,
Q.-