Arenys, 9 agosto 2010. Foto JPQ.
No tengo a la mano la Angelología de d’Ors. Pero sospecho que don Eugeni no incluía a los fotógrafos en ningún coro angélico.
[ .. ]
Sin embargo, cuando llega a serlo plenamente -libre y fiel a su daimon-, el fotógrafo tiene algunos de los atributos del ángel en la teología cristiana, judía y musulmana.
En definitiva, el fotógrafo capta instantes de gracia (Henri Cartier-Bresson), iluminando la naturaleza sagrada de la realidad (Ramón Gaya): la silueta del ser humano, los contornos de la realidad, en esos instantes de gracia, son el sagrario (Gaya dixit) de esa realidad sagrada, divina (en la concepción de Spinoza y los budistas), propia de la creación…
Jünger pensaba que la fotografía y el cine nos ayudan a comprender y hacer visible la inmortalidad.
Gabriel Miró imaginó un ángel, Don Ángel, justamente, llegado del cielo para intentar comprender y ayudar a los mortales: y prefirió abandonar su naturaleza angélica, para vivir y morir como los mortales.
Wim Winders fotografió ángeles errantes en un Berlín a la espera de las trompetas del Apocalipsis y la redención.
Mercè Ibarz imagina en su última novela una fotógrafa que organiza una cena en la que deben encontrarse comensales vivos y muertos.
José Julio Perlado recuerda que la poesía procede de un estado del alma que es un estar-fuera-de-sí…
En verdad, el fotógrafo, cuando llega a captar el milagro de sus imágenes más felices, está él mismo tocado por la gracia propia de los seres, bien reales, que anuncian, dan visibilidad e iluminan, realidades invisibles sin su intervención.
En Cerro Muriano y las playas de Normandía, Capa confiere la inmortalidad a instantes cruciales y gloriosos: iluminando maneras de vivir y morir con gracia y en gracia.
Avedon devuelve un alma entera y gloriosa a oscuros seres anónimos que serían almas muertas sin los retratos del fotógrafo.
Robert Frank salva a sus americanos del infierno iluminado con publicidad fluorescente, mirándolos con la piedad de un ángel de la guarda, devolviendo la vida y su gracia propia a unos seres cuya vida fue un infierno…
Brassaï ha contado en su libro sobre Proust como la fotografía oficia en la Recherche de cámara oscura, ayudando a revelar y redimir una realidad desordenada y caótica, desalmada, que el fotógrafo nos ayuda a comprender a través del sagrario de sus siluetas, fugitivas e inmortales, como instantes de gracia.
- Dark Lady y Fotografía en este Infierno.
[ .. ]
Gracias por tu generosa lectura, Quiño, que en este post sobre ángeles y fotógrafos agradezco muy en particular.
Mercè,
Encantado, mujer, con tu libro y con el resto de la angelología fotográficocatalanoangelical,
Q.-
Como siempre, Juan Pedro, mi agradecimiento a todas tus referencias tan amables y amistosas. Me ha encantado este texto y el proyecto,
Como tú dices con frecuencia, ¡Avanti!, ¡Avanti siempre!
Un abrazo.
JJP
…muy bonito. Realmente muy bonito.
José Julio, Albert…
José Julio,
En cierta medida, también tú y Ricardo sois un poco «culpables» de esta cosa mía. Vuestra sabiduría es para mí un gran estímulo. Graciasssssssssssssss
Albert,
Se agradece, moltíssimmmmmmmm…
Q.-
De lo mas hermoso leido nunca sobre fotografos.
Teresa,
Uauuuuuuuuuuuuuuuuuu… SE AGRADECE UN MONTONAZO, oye,
Q.-