La historia más feliz del musical americano sigue siendo un capítulo excepcional en la historia del arte y los instantes de gracia del hombre moderno.
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INTERVALO GLORIOSO
Si, como quiere Godard, Hitchcock pudiera ser el mayor creador de formas artísticas del siglo XX, los años áureos del musical americano se me antojan algo no menos capital: uno de los momentos más felices en la historia de la creación de instantes de gracia.
Me refiero a ese intervalo glorioso que se nombra con estas obras maestras: On the Town (1949), An American in Paris (1951), Singin’ in the Rain (1952) y The Band Wagon (1953).
GRANDES SEÑORAS
El musical comenzó mucho antes. No olvido un largo rosario de películas memorables, de The Broadway Melody (1929) a 42nd Street (1933), entre tantas otras. Lo que vendría más tarde ya sería otra cosa… West Side Story (1961), Cabaret (1972), New York, New York (1977) o All That Jazz (1979), son grandes películas, profecías negativas de una historia crepuscular, la nuestra, como olvidarlo. Algo había muerto o agonizaba desde The Band Wagon, que ya comenzaba con el crepúsculo de una estrella, Astaire.
En bastante medida, me digo, los instantes de gracia más gloriosos del musical americano quizá deban mucho a la obra y personalidad de Fred Astaire, Gene Kelly y las grandes señoras que los acompañaron, Ginger Rogers, Eleanor Powell, Cyd Charisse, entre otras.
TRIUNFO DEL AMOR
La letra de Singin’in the Rain es un elogio al triunfo del amor sobre todos los infortunios del tiempo y la historia. La música quizá no sea algo capital. Lo verdaderamente esencial es la coreografía y el trabajo genial de Gene Kelly, algo apoteósico
Astaire y sus inolvidables parejas bailan musiquillas de época: pero la coreografía y el frenesí de la danza crean prodigiosos instantes de gracia.
LO BUENO, LO BELLO Y LO JUSTO
Se trata de un proceso creador que no tiene parejo en la historia general de las artes del siglo XX: creaciones bien físicas, materiales, carnales, de nuevos mundos que están ahí, de manera permanente, iluminándonos, descubriéndonos paraísos bien reales, frutos gloriosos de la disciplina, el talento y la gracia de creadores de genio.
En tiempos de crisis, como también lo fueron, en bastante medida, los años áureos del musical americano, la felicidad, el arte de vivir con gracia y en gracia, también exigían sangre, sudor y lágrimas. El arte de vivir con gracia y en gracia -que es el tema central de The Band Wagon y Singin’in the rain– exige una disciplina de hierro, para combatir las nubes tóxicas que nos amenazan con la determinación de quien todavía cree en lo bueno, lo bello y lo justo.
- The Band Wagon – Fred Astaire and Cyd Charisse.
- Gene Kelly & Cyd Charisse – From singin’ in the rain.
- Singing In The Rain – Dream of you.
- Good morning original version.
- Night And Day.
- Fred Astaire and Eleanor Powell.
- Band Wagon – Dancing In The Dark.
- The Band Wagon – Fred Astaire and Cyd Charisse.
- Fred Astaire and Ginger Rogers.
Mercè says
Estupenda selección, en efecto…
JP Quiñonero says
Mercè,
Qué alegría, que te gusten estas cosas… en verdad, lo pensé en poco en forma de inconfesable regalo de Reyes, si,
Q.-
albert says
de todos ellos «singing…» es mi preferido de laaargo y pelicula-fetiche durante años (esas q te pones cuando estas depre…).
fantástico artículo!!!
pd: nada que ver, nada, but «moulin rouge» de Baz Luhrmann me entusiasmó…
pd2: estos días navideños me he tragado por enésima vez…..Anne of Green Gables con Megan follows
http://en.wikipedia.org/wiki/Megan_Follows
albert says
……para compensar las dos ultimas lineas del -magniiiiiiifico- articulo: http://www.youtube.com/watch?v=CT27EOqya7Q
JP Quiñonero says
Albert,
Lo bueno, lo bello y lo justo… en efecto, pueden tomar muchos rostros. Avanti..!!
Q.-
Antonio Castillo Algarra says
Y Arthur Freed, Quiñonero; él fue una de las claves; quizá la clave. Detrás de casi cada una de esas películas, de cada detalle, de cada reunión de talentos, estaba él.
Efectivamente, lo que vino luego, por bueno que fuera en contadas ocasiones, era otra cosa.
Es inquietante que ahora le gente busque basura o programas de gente corriente, en lugar de aquello.
Saludos
JP Quiñonero says
Antonio,
Claro, claro… en verdad, cuando comencé a escribir solo deseaba volver a recordar Cantando bajo la lluvia. Luego me salió otra cosa. Cuando me dí cuenta, advertí que hubiera sido necesario hablar de Freed y de la Calle 42 etc. De ahí que «acoté» el terreno a esas películas canónicas, sin olvidar que la cosa tiene muchos flecos.
Dicho todo eso… la Gracia de Astaire / Kelly es algo único, Excepcional.
Se agradece la complicidad en temas tan minoritarios, me temo,
Q.-