“… no entiendo la relación que estableces entre el amor o el “dinamismo” carnal, como acertadamente dices, y la fertilidad…”
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Me dice Carmen, comentando con mucha generosidad y finura España tiene un modelo cultural suicida, 2.
Agradeciéndole sus matices, intento explicarme…
Parece visible:
–El descenso de la natalidad… las parejas no parecen desear o no consideran oportuno tener hijos. La cosa puede explicarse con muchas razones. No me parece ser un síntoma de optimismo y esperanza, ni individual ni colectiva. Las parejas prefieren vivir solas y sin descendencia.
-Entre los hombres y mujeres de 20 a 30 años, las perspectivas económicas que pudieran permitirles vivir en pareja o en matrimonio son muy modestas. La promiscuidad familiar quizá tampoco sea el marco ideal para la más fecunda expresión amorosa, ni carnal, ni sentimental, ni espiritual.
–Los anuncios prostibularios en la gran prensa, la prensa porno soft, la vida nocturna prostibularia, solo parecen iluminar una vida sexual y amorosa muy deficiente de una población masculina que se cuenta en millones de hombres ¿solos? ¿casados? ¿en pareja? ¿faltos de qué…?
–El éxito y los contenidos de la tele basura, consumida libremente por millones de hombres y mujeres, da una imagen muy pobre y mezquina de la vida de la imaginación sentimental de una población masculina y femenina que se goza en el consumo de esas miserias.
-Entre el “gocémonos, amado…” del Cántico y esa realidad hay diferencias de sensibilidad individual y cívica que me parecen abismales.
Esos síntomas, entre otros, pueden interpretarse de muchas maneras, claro está.
Para mi sensibilidad, salta a la vida que alguna relación hay entre la fertilidad, el “dinamismo carnal” y el amor.
En España, a primeros del siglo XXI, a mi modo de ver, esa relación es víctima de:
–Unos comportamientos amorosos poco “exaltantes”, tirando a mediocres (víctimas, también, de una realidad social y económica devastadora, claro está).
–Una miseria sexual rampante.
–Una degradación de viejos sentimientos nobles, víctimas de una doble degradación individual y colectiva, cívica y moral crecientes.
–No veo ninguna “libertad sexual” ni de “costumbres” por ninguna parte. Todo lo contrario. Solo me parece creciente el egoísmo y la mediocridad, maquillados con míseros eufemismos “modernos”, “filantrópicos” o “ideológicos” de la peor especie.
Qué quieres que te diga… ME GUSTARÍA EQUIVOCARME, pero temo no equivocarme demasiado, Carmen, no.
Carmen says
Q.-,
además de generoso con mis modestos comentarios, tienes más razón que un santo y te explicas como un libro abierto. Pones el dedo en la llaga: «la realidad social y económica es devastadora» y, desde luego,a pesar de las engañosas apariencias, no hay libertad sexual ni de costumbres y me temo que, en España, muy poca de la otra, de opinión, de pensamiento, teledirigidos como estamos por esa basura inmunda, un bipartidismo castrador y una educación deficiente (aquí remito a Maty y sus filípicas).
La miseria sexual, en efecto, prosigue su camino, con la cultural. En todo esto no te equivocas, no. En una sociedad mercantil y egoista, el sexo también se comprará, solitariamente.
Ahora bien, seguramente soy más pesimista que tú porque pienso que hay problemas que pueden tener solución (los políticos, económicos y culturales, si no nos gobernasen unos desalmados ignorantes) y otros que forman parte de la soledad radical del ser humano y de su búsqueda azarosa de una solución imposible. Y en esa búsqueda podemos pasar de la nobleza de Cántico al burdel de carretera, en una escala por donde uno puede deslizarse de forma imperceptible, inconsciente, consciente, liviana o dolorosa.
Cierto que hasta en la intimidad se infiltra el poder, pero hay una parte del ser diría yo irreductible, que tiene que buscar acomodo a su infelicidad y utiliza para ello desde la alta cultura hasta el mercado sexual, con frecuencia, ambas cosas a la vez.
A mí también, querido Q.-, me gustaría equivocarme. Y, sobre todo, que no se me entendiese porque eso querría decir que hay muchos lectores felices o que creen serlo, lo cual es lo mismo.
Carmen
JP Quiñonero says
Carmen,
Me emociona leerte… creo que venimos a decir cosas muy semejantes, quizá idénticas, el uno y el otro, insistiendo cada cual en esto o aquello que le viene a la cabeza primero.
A título personal, poder decir y leer todo esto, lo tuyo y lo mio, todavía me parece algo positivo, una forma de solitarias «resistencias». La resistencia, al menos, de no comulgar con ruedas de molino. A partir de ahí, lo que más suele entristecerme es esa ideología bienpensante de lo bueno, lo libres, lo guapos, lo modernos, lo progresista, lo felices que somos… cuando hasta la demografía parece probar el patético rumbo que llevamos, tan contentos, tan sonámbulos…
Q.-
PS. Graciasssssss..!!!
maty says
Es la decadencia sexual y moral de Occidente, queridos. Fomentada y exacerbada desde las agencias publicitarias a través de los mass media.
En España, su máximo exponente es Telecinco y ahora La Sexta. Pero todo está infectado.
En fin, allá cada uno. El problema, el gran problema, radica en la educación que están recibiendo los hijos, a los que cada vez pesa menos lo aprendido en casa, entre otras causas, los propios padres «modernos», que han renunciado a inculcar un código ético/moral de conducta, con lo que se ha generalizado el mero hedonismo, el tener sobre el ser, en definitiva, el consumo desaforado y compulsivo.
En fin, prefiero centrarme en la búsqueda y disfrute de la belleza allá donde la encuentre. Si es música y de calidad MFSL (Mobile Fidelity Sound Lab), mucho mejor:
AvaxHome Rachmaninov: Symphony No. 2 in E Minor, Opus 27 / Evgeny Svetlanov & Bolshoi Theatre Orchestra (1973)
JP Quiñonero says
Maty,
Hombre… lo de la Esteban & Co. no es Occidente ni Poniente. Ni en Europa ni en los EE.UU. hay cosas de esa estofa.
Y los franceses hacen una cantidad de hijos enorme, dentro y fuera del matrimonio, sin pegarse tantos pegotes de porno sucio, clubes y anuncios prostibularios,
Tienes que pasarte rap duro, oye,
Q.-
maty says
LA VANGUARDIA (Europa Press) Se triplica la venta de píldoras del ‘día después’ en las farmacias catalanas
Un fracaso ¿estrepitoso? de la educación sexual que recibe la juventud española actual.
Me pregunto qué porcentaje de las más jóvenes acuden regularmente a un ginecólogo una vez que han tenido la primera regla. O al dentista, o al…
JP Quiñonero says
Maty,
Bueno…
Q.-