BoulevardduTemple,26marzo2011. Foto JPQ.
Los negocios del niño y la niña Chaves se parecen mucho a los negocios de otros hermanísimos de la misma cofradía.
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Sin embargo, en nuestro tiempo, la crítica literaria y la más finísima intelectualidad jamás han querido mancharse las manos con temas tan sucios. Un promotor contrató a Iván Chaves para conseguir licencias urbanísticas ante la Junta.
“Decíamos ayer…”, intentando conferir una arquitectura espiritual a la España / Caína víctima de la corrupción:
[ .. ] Mutilado en cuerpo y alma por su forzosa privación del poder, Alberto Cleón comenzó abandonándose a la gula, para transformarse pronto en un bulímico insaciable, cuyas comilonas eran tanto más frecuentes que se pagaban con cargo a la fundación que también le servía de gancho para organizar seminarios de beneficiencia universal, publicar actas de congresos filantrópicos, incluso hacer viajes publicitarios. Ya que el cultivo, entretenimiento y alabanza de los ideales caritativos le permitía hacer intervenciones honorarias en los casinos y recintos feriales donde era de buen tono presentar libros, convocar veladas culturales de solidaridad y promover grupos folclóricos cuyo mensaje culminaba glosando los productos de la tierra, que fue la manía última de Cleón: alabar las virtudes patrióticas de su terruño natal, convertido en embajador itinerante que no cejó hasta orquestar en París una velada de promoción cívica de la sociedad estatal que esperaba organizar -y terminaría organizando, en Sevilla- una gran exposición trasatlántica, cuya presentación en la escena internacional se celebró en una barcaza amarrada a un muelle del Sena próximo a la difunta piscina Deligny, durante tres luctuosas noches de otoño.
La sociedad estatal cuyas siglas Cleón esgrimía como un asunto propio (incluso familiar, si su hermano Frasquito no hubiese estado purgando una dura pena de cárcel, convicto y confeso de numerosos delitos de corrupción) tenía sus oscuros directivos, muy duchos en tejemanejes locales, prestos -como dudarlo- a ceder el primer plano del fugaz relumbrón parisino al cojo tartaja, incapaz de sospechar que su locuacidad marrullera fuese incomprensible, en francés; pero muy dispuesto a dejarse llevar de su incontinencia verbal para conseguir el triunfo esperado, en un París de opereta lúgubre. [ .. ] [Una primavera atroz, ADAGIO DE OTOÑO. 2. Ramera de Estado].
- Marbella, Estepona, París y una ramera de Estado.
- La corrupción, en Caína y Andalucía.
- El caso Bono y los Anales de Caína.
- Nuestra corrupción inmobiliaria y Hollywood.
- Anales de Caína en este Infierno.
Antonio says
Efectivamente, como tú bien dices J.P. nadie que tiene la obligación (al menos moral) de denunciarlo ha querido «mancharse las manos»…
Y al pobre que lo ha hecho, lo han «defenestrado» de por vida…
Saludos.
JP Quiñonero says
Antonio,
Qué quieres… lo de la corrupción es utilizado como arma política arrojadiza. Pero hay pánico a un tratamiento o una perspectiva cultural… esa perspectiva nos remite a los esperpentos y las comedias bárbaras de Valle Inclán. La crítica literaria no desea entrar en temas que pueden costarle el acceso a este o aquel medio de comunicación. Se sienten más cómodos hablando de la guerra civil, de la transición o de las incontables y minúsculas batallitas entre poetas de infinitas escuelas.
Q.-
PS. Hablar de la cocacola, la pasta mozilla o la novela negra guatemalteca es muuuucho menos peligroso. Y más rentable para la carrera.