Onfray: «La izquierda ha dejado de representar a los obreros»

“Los obreros apoyan y votan a Marine Le Pen por una razón muy simple: a la izquierda, nadie habla de ellos y nadie los representa. Y Sarkozy ha decepcionado…”

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PRIMER PARTIDO OBRERO

Michel Onfray, uno de los tres o cuatro más filósofos más influyentes de Francia y quizá de Europa, hoy, resume de ese modo el proceso político en curso: el FN (extrema derecha) se ha convertido en el primer partido obrero de Francia. Del 35 al 38 por ciento de los obreros franceses dicen sentir simpatía y desear votar por Marine Le Pen. Juntos, Sarkozy y cualquier candidato socialista “pesan” menos que la sucesora de Jean-Marie Le Pen al frente de la extrema derecha francesa… Marine Le Pen, candidata favorita de los obreros franceses.

Simpatizante de los movimientos anti globalización, nada comunista, más bien libertario, Onfray prefiere hablar de “derecha radical”, cuando medios como Le Figaro o Le Monde hablan de extrema derecha.

TRAGEDIA DE FONDO

Onfray es el autor de varios de los libros de filosofía más vendidos e influentes desde hace años. El penúltimo de ellos, un ensayo virulento contra Sigmund Freud, se publica estos días en España, Freud ha muerto: pero su cadaver da mucha guerra. Cuando el semanario Le Point consagra su portada y una veintena de páginas a la ascensión hasta hoy inexorable de la extrema derecha, recurre a Onfray para analizar el proceso político de fondo. Y el filósofo comenta:

–Sarkozy ha decepcionado. La izquierda socialista es una inmensa feria de vanidades, sin programa. Mitterrand liquidó al comunismo. La izquierda anti liberal prefiere la pureza revolucionaria a los cambios que serían posibles. Solo queda el FN para hablar de los problemas concretos, el paro, la miseria, la pobreza, la inseguridad, la sanidad, la identidad nacional, el comunitarismo, Europa, la soberanía, etcétera.

A juicio de Onfray, Marine Le Pen, el FN y la extrema derecha hablan un lenguaje comprensible para los obreros, pero teme una inmensa tragedia cultural de fondo: una parte importante de la sociedad francesa se siente traicionada por las elites de derecha e izquierda, seducidas por un populismo que utiliza un lenguaje de “izquierda” en el terreno social y ultra conservador en el terreno cultural, proponiendo “soluciones” que rozan la esquizofrenia, como “romper” con el Euro, “romper” con el Banco Central Europeo, “cerrar” las fronteras nacionales (no solo a los inmigrantes), restaurar el capitalismo “nacional”.

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