Constato, encantado, que el presidente del BCE analiza hoy las crisis del euro y Europa en los mismos términos que yo lo hacía hace más de un año.
[ .. ]
Marchéd’Aligre, 10 mayo 2009. Foto JPQ.
Perdón por el peñazo:
–Europa, euro… Nadie se fía de ningún Estado.
–Europa… Con 750.000 millones de euros no se evita el eclipse.
–Europa, euro, España: las causas de la crisis.
“De los periódicos…”
Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), y su sucesor anunciado, Mario Draghi, gobernador del Banco Central de Italia, han urgido a los jefes de Estado y gobierno de la zona euro a acelerar la puesta en práctica de las reformas anunciadas, sugiriendo una revisión de los tratados fundacionales que rigen la moneda única y la construcción política de Europa.
Ante el selecto auditorio del Institut Montaigne, un “think thank” liberal, los dos banqueros responsables de la gestión monetaria del euro, hoy y mañana, comenzaron por glosar la importancia histórica de la moneda común, pilar arquitectónico de la construcción política.
Tras la glosa lírica, Trichet entró de frente en los capítulos más inflamables de las crisis en curso, insistiendo en que la mejor manera de combatirlas era acelerar de manera “imperiosa” las decisiones ya tomadas para defender a Grecia y la zona euro, en la cumbre del 21 de julio pasado.
A juicio de Trichet, las dilaciones y maniobras políticas ofrecen un flanco a todas las críticas y reservas de analistas, inversores y mercados: “Es muy urgente e imperioso que se pongan en práctica, de la manera más rigurosa e incontestable, todas las decisiones pendientes”.
A Trichet no se le oculta la gravedad de la superposición de crisis. De ahí su insistencia en las reformas pendientes desde la Cumbre de Lisboa (2000), cuando la UE adoptó una Agenda de grandes reformas estructurales, siempre incumplidas, para intentar favorecer la liberación, el crecimiento y la producción de riqueza.
Próximo presidente del BCE, Mario Draghi, intervino en el Institut Montaigne, junto a Trichet, para insistir en los flecos institucionales de las crisis en curso.
A juicio de Draghi, la construcción política de Europa ha quedado hipotecada al futuro de las crisis del euro. A corto plazo, es urgente “acelerar” las decisiones aplazadas. A medio plazo, los miembros de la zona euro y toda la UE deben “acelerar”, así mismo, la construcción política de Europa.
Trichet y Draghi coinciden en los puntos esenciales de un ambicioso rosario de proyectos que ambos consideran “imprescindibles”:
–Reformas legislativas e institucionales que permitan “vigilar” con más precisión las divergencias entre los miembros de la zona euro.
–La adopción de una Regla de oro común (“constitucionalizar” el rigor presupuestario en toda la zona euro) debe estar acompañada de posibles sanciones contra los Estados que la violen.
–Es necesario comenzar a negociar un “gobierno confederal” de la zona euro, con un ministro de finanzas único, modificando los tratado europeos, si fuese necesario.
Veladamente, Trichet y Draghi coinciden en censurar el comportamiento político de los gobiernos de la zona euro, prestos a hacer grandes declaraciones de principios, que tardan en aplicar con rigor y precisión, desatando la incertidumbre generalizada.
El presidente del BCE y su sucesor también consideran urgente “asociar” a las opiniones pública a la crisis en curso, para intentar dar “visibilidad práctica” a los problemas de fondo. A juicio de ambos banqueros, las opiniones públicas deben comprender la necesidad de sacrificar una parte importante de las respectivas soberanías nacionales, en beneficio de una Europa en construcción, empantanada.
- Europa (s) y UE en este Infierno.
Deja una respuesta