HalleFreyssinet, 28 mayo 2011. Foto JPQ.
François Hollande…
[ .. ]
Según los últimos sondeos, desde hace semanas, Hollande puede derrotar a Nicolas Sarkozy en la segunda vuelta de la elección presidencial de abril y mayo próximos.
Hollande todavía no ha ganado las elecciones primarias del PS, que deben elegir al candidato o candidata socialista a la elección presidencial. Y los sondeos pueden cambiar o equivocarse, dentro de seis meses.
Queda lo esencial, que es de muy otra naturaleza.
El 2007, los franceses estaban cansados de una presidencia de Jacques Chirac que había terminado precipitado el declive y riesgo de decadencia de Francia. Los franceses esperaban un cambio de fondo. Sarkozy era el hombre de la situación. Su dinamismo prometía la “doble ruptura” con el inmovilismo de izquierda (Mitterrand) y el inmovilismo de derecha (Chirac).
Sarkozy ha reformado muchas cosas. Pero no ha llegado a consumar la ruptura prometida. Francia ha seguido endeudándose, ha crecido el paro y la pobreza. La crisis internacional del 2008 ha agravado la incertidumbre, la inquietud de las familias.
Y… el antiguo dinamismo de Sarkozy no inspira confianza, inspira una cierta inquietud.
En ese marco, Hollande es percibido como el hombre del “cambio tranquilo”. Candidato “normal”, solo hace promesas más o menos razonables. Reformista, pero sin traumas. Promete cambiar cosas, pero sin grandes convulsiones. Insiste en la evidencia: el primer problema de Francia es la Deuda, que no ha dejado de crecer desde 1981. Algunos de sus mejores amigos (Jean-Pierre Jouyet, presidente de la Autoridad de mercados financieros, autoridad de tutela bancaria) han sido ministros de Sarkozy.
Antes de enfrentarse a Sarkozy, Hollande todavía tiene que salvar el imprevisible obstáculo de las primarias socialistas, con dos rivales más o menos coriáceas, Martine Aubry, una burócrata socialista, hija de Jacques Delors; y Ségolène Royal, la madre de sus hijos, la primera mujer de su vida, hasta que el posible candidato socialista a la elección presidencial descubriese a Valérie Trierweiler, una periodista política, que cita a un presidente liberal-conservador, Georges Pompidou, para intentar explicar las relaciones entre el amor y el poder supremo, de este modo: “Nunca hubiese podido ser presidente sin haber sido feliz en mi vida de pareja”.
[ .. ]
Halle Freyssinet, 28 mayo 2011. Foto JPQ. Hollande, Martine Aubry y Ségolène Royal.
- Francia y Fotografía en este Infierno.
el náuGrafo says
No es descabellado pensar en él como un candidato ‘ganable’. Sarko no ha salvado a Francia, que era un poco lo que él vendía, y el electorado lo tendrá en cuenta.
JP Quiñonero says
NáuGrafo,
Algo así. Sin olvidar el voto final de la extrema derecha…
Q.-