“Francia ha bajado de división: ya no jugamos en Primera…”
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Esa frase se escucha en los más diversos tonos (amargura, laconismo, ironía y humor negro) en bares, tertulias, radio y TV. Esa degradación nacional, consecuencia del comportamiento del Estado, es una bomba cuya metralla afecta al frágil corazón de la construcción política de Europa.
A cien días de las próximas elecciones presidenciales, S&P ha pronunciado un veredicto cruel contra Nicolas Sarkozy, muy mal situado en los sondeos de opinión, que ha relanzado un calendario de reformas para intentar frenar la onda de choque de la pérdida nacional de la triple A.
Los mercados habían “anticipado” la degradación de la cota francesa. Y el Tesoro francés tenía proyectado buscar otros 200.000 millones, las próximas semanas, para continuar asegurando el “tren de vida del Estado”, cuando los intereses de la deuda francesa habían comenzado a crecer hace meses, alejándose significativamente de los tipos que Alemania consigue cuando necesita buscar dinero. Sarkozy esperaba evitar la degradación anunciando varios proyectos, “relanzados” con “extrema urgencia”.
APAÑOS DE URGENCIA
El presidente ha convocado una gran “cumbre social” a tres bandas: sindicatos, empresarios y Estado. Los portavoces presidenciales prometen decisiones “estructurales” para “recortar” el coste del trabajo, pero ¿qué efecto pudieran tener tales resultados —si es que la cumbre social es un éxito, en el que nadie cree completamente— en la cota internacional de Francia?
El presidente promete un IVA “social”, un aumento “con objetivos sociales”. E insiste en que Francia modificará su Constitución “muy pronto” para adoptar la “regla de oro” que ya adoptó España el verano pasado y poder cumplir las promesas de la cumbre europea del 8 y el 9 de diciembre pasado, cuando los líderes europeos, encabezados por Merkel y Sarkozy, se comprometieron a adoptar la misma “regla de oro” que Francia lleva años prometiendo.
EUROPA, EMPANTANADA
Esa calendario nacional también es un calvario para toda Europa, ya que la degradación de Francia amenaza todos los proyectos europeos más urgentes y empantanados.
La cumbre europea de diciembre fue presentada como la “respuesta definitiva” a la crisis continental de deuda soberana. Degradada Francia, a cien días de una imprevisible campaña electoral, todo el calendario europeo queda pendiente a las hipotecas francesas.
La negociación de los tratados europeos que debía yugular definitivamente la crisis de la deuda entra en una crisis imprevisible y Alemania se consolida como potencia dominante. Pero la degradación de Francia no resuelve nada: complica todas las negociaciones en curso.
-La negociación de la crisis griega entra en una nueva fase de incertidumbre cuando el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera pudiera ser degradado —víctima colateral de la degradación francesa— y los bancos franceses corren los mismos riesgos, amenazados en muy diversos frentes.
-La degradación francesa revela la fragilidad colectiva de la zona euro, cuando las “perspectivas virtuosas” (españolas e italianas) parecían sugerir una evolución que se estrella contra la crisis francesa, donde quedan hipotecadas todas las negociaciones y nubes tóxicas que amenazan el crecimiento económico en toda Europa.
DESASTROSAS CIFRAS REVELADORAS
La OCDE pronosticó en noviembre una larga década de bajo crecimiento para toda la zona euro. Alemania cerró el 2011 con mejores resultados que el resto de los vecinos y asociados europeos. Pero los institutos de coyuntura alemanes anuncian para el primer semestre del 2012 un crecimiento rayano en la recesión, cuando el Gobierno francés, en un ataque de optimismo, había previsto un crecimiento ligeramente superior al 1%, con unas promesas de reducción del déficit poco creíbles.
Francia terminó 2011 con un déficit superior al 5,5 %. Los ministros de Sarkozy han prometido recortar hasta el 4,5 % en 2012 y alcanzar un 3 % del déficit en 2013, cuando la deuda soberana ya era superior al 85,3 % del PIB el último trimestre del año pasado, con una inexorable tendencia a la alza.
EL CAPITÁN Y EL RESTO DE LOS CAPITANES
Contra tormentas y mareas negras, Sarkozy y sus ministros siguen denunciando las “promesas irresponsables” de sus rivales. El presidente francés, candidato inconfesable a su propia reelección, la próxima primavera, sigue presentándose como el único “capitán” capaz del salvar el “barco” de Francia, navegando como puede en el tormentoso océano de la nueva economía mundial.
Sus rivales les responden con denuncias que amenazan con causar estragos: “Francia ya no juega en Primera División”, dice François Hollande (socialista). “Sarkozy ha hundido Francia”, sentencia Le Pen (extrema derecha). “Sarkozy ha acelerado la crisis que precipitaron muchos gobiernos de izquierda y derecha”, agrega el centrista François Bayrou, que se cotiza ligeramente a la alza. [ABC, 15 enero 2012. JPQ, Francia y Sarkozy pierden la «triple A» del peso político en la Unión Europea].
- Francia, degradada por Standard & Poor’s.
- Quiñonero había anticipado la degradación de la zona euro de Standard & Poor’s.
- Europa ha quedado hipotecada a las hipotecas francesas.
- Francia, Europa (s) y UE en este Infierno.
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Le Monde, 14/15 enero 2012, resume con tres gráficos las crisis francesas europeas:
1. Geografía Política de la deuda soberana.
2. Déficit estructural de la deuda francesa… Francia se chuta con deuda desde hace treinta años.
3. Intereses que deben pagar los Estados para seguir viviendo a crédito…
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Resumiendo, el futuro es negro negrísimo para muchos países europeos. En España, negro de agujero negro -que no deja escapar ni a la luz.
Por lo que he ido leyendo, en el 2012 el paro/desempleo crecerá en España entre 500.000 y 1.000.000 más. Todo apunta que el aumento estará más cerca de la segunda cifra. Es decir, que superaremos los 6.000.000 millones, un millón menos que votantes del PSOE de Rubalcaba y compañía en noviembre.
Maty,
España puede salir de la crisis antes que Francia,
Q.-
Maty, Juan Pedro ,
Con tales espectativas me pregunto en qué quedarán las promesas del Mariano Rajoy de reducir el desempleo. Y cuándo empezarán los votantes del PP a gritar «Váyase señor Rajoy».
Me pregunto igualmente dónde están los cientos de miles o millones de economistas europeos y dónde sus propuestas de pequeñas o parciales soluciones…
Porque todo eso acaba pareciendo una terrible fatalidad ineluctable , -valga la redundancia- que no depende ya ni de qué gobernantes haya…
Sarkozy, Hollande, Bayrou o le Pen -¿se puede descartar a de Villepin como petardo mojado?- no pueden nada contra las Agencias de notación mundial…
Veremos lo que tarda Europa a declararles la guerra. Empieza a ser urgente que se toque a rebato y se establezcan nuevas alianzas mundiales… quye nos salven de la caída a los infiernos.
O eso o la venta de Europa entera como objeto -por no decir trasto- de segunda mano a los postores asiáticos.
Sani,
El Diablo los une. Villepin es algo peor que un diablo: un pobre diablo,
Q
Sani, en cualquier caso, los españoles tendremos lo que nos merecemos, porque la mayoría así lo ha querido estos años. Mayoría sectaria e ignorante conscientemente de la realidad económica, a la que apenas dedica tiempo para informarse debidamente.
Y tendremos lo que nos merecemos por el desprecio sistemático de los votantes a temas fundamentales para un país como es su sistema educativo. El desastre actual no augura nada bueno para las próximas décadas.
Otro tanto, con los catalanes y su ceguera nacionalista, que impide valorar la pésima gestión de la cosa pública, con un endeudamiento enorme -del que todavía quedan miles de millones ocultos vía empresas públicas.
No, la culpa no será de Rajoy ni de Zapatero sino de los millones de votantes que reiteradamente otorgan su apoyo a los partidos que conforman la partitocracia gobernante que nos ha traído hasta aquí.
Ahora es el momento de hacer cambios profundos para sentar las bases de un crecimiento económico futuro con base sólida, centrado en el conocimiento y en la excelencia, pero mucho me temo que el gobierno del PP de Rajoy se limitará a recortar y recortar pensando en el corto plazo, obligado por los mercados y Alemania, nada más.