Plaza de l’Étoile – Charles-de-Gaulle, 7 enero 2012. Foto JPQ.
¿Qué se ve pasando seis o siete horas perdido por los pasillos de los servicios de urgencias de un hospital, en París..?
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Anotaciones a vuela pluma:
-Burocracia omnipresente.
-Colas y colas.
-Conciliábulos de pasillos.
-Esperas y esperas.
-Atenciones de un servicio eficaz… que el personal hospitalario estima ofrecer con eficacia; y los “usuarios” (familiares & co.) consideran lento…
¿Qué se lee en las revistas médicas y hospitalarias al alcance de los visitantes ocasionales..?
-La semana laboral de 35 horas lleva una larga década creando problemas laborales de nuevo cuño: menos personal para atender más servicios (han aumentado las víctimas de accidentes leves, de moto, por ejemplo); más listas de espera; más lentitud en todos los servicios; complicaciones durante todo el calendario de vacaciones y días festivos…
-En una gran mayoría de hospitales han creciendo los gastos con una ligera degradación de los servicios: el Estado paga todo, claro está; pero tarda años y años en pagar -por ejemplo- las horas extraordinarias que deben hacer los médicos y el resto del personal hospitalario. Los usuarios pagan un poco más, en cotizaciones al Estado y los seguros / mutuas privadas.
Last but not least. El visitante ocasional que busca y recibe cuidados de urgencia abandona el hospital aliviado. Los rasguños y escayolas de un accidente de moto se arreglan, en definitiva, en unas horas. A la salida del hospital, se mira hacia atrás con horror.
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Las ambulancias del servicio nocturno de recogida de vagabundos, en la Plaza de l’Étoile – Charles-de-Gaulle -símbolo urbanístico de la “grandeza” militar bonapartista-, cobran repentinamente el valor de una metáfora sobre el Estado físico y moral de Francia.
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Francia, víctima del Estado francés.
Sarkozy, Hollande, Martine y la decadencia de Francia.
Francia: la podredumbre del Estado carnívoro estaba anunciada desde hace años…
rafael says
Usuarios víctimas de la demagogia de la «barra libre»sanitaria.Profesionales condenados a degradar la calidad de su quehacer,utlizados como agentes electorales de políticos populistas.
No puedo sentirme más identificado con la descripción,desde mi condición de médico de un hospital público andaluz,a la espera de recortes por venir.
Saludos.
JP Quiñonero says
Rafael,
Ah… qué pequeño es el mundo..!!
Q.-