Hollande, de la extrema izquierda a la extrema derecha; Sarkozy, de la derecha a la extrema derecha

Un candidato socialista ecuménico; un presidente empantanado en el campo de minas de las derechas.

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INMIGRACIÓN: “HAY QUE CONTROLARLA”

Ante la segunda vuelta de las presidenciales del 6 de mayo, François Hollande hace campaña de la extrema derecha a la extrema izquierda, pasando por el centro y la derecha moderada. Nicolas Sarkozy ha elegido la estrategia de la conquista del voto de todas las derechas. Los últimos sondeos anuncian la victoria del candidato socialista por 54 / 55 contra 46 / 45.

Históricamente, el control de la inmigración fue un tema privilegiado de todas las derechas. A los electores de extrema derecha, Hollande les anuncia: “En tiempos de crisis es indispensable limitar la inmigración económica. Si soy elegido presidente, la Asamblea Nacional dirá cuantos inmigrantes es posible recibir anualmente”. Es la misma posición que ha sostenido Nicolas Sarkozy, con pocos matices verbales.

BURKA: HOLLANDE ASUME LA LEY SARKOZY

La lucha contra el islam radical ha sido un tema electoral privilegiado de Nicolas Sarkozy y Marine Le Pen. A los electores de todas las derechas, Hollande les confirma: “Si yo soy elegido presidente, la Ley que prohíbe usar el velo islámico radical, el burka, no será modificada”. El candidato socialista confirma que no modificará la política de Sarkozy en ese terreno.

El saneamiento de las cuentas del Estado ya fue uno de los grandes temas de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en 2007. Sigue siendo el tema central del presidente ante los electores conservadores moderados. A los electores de centro y derecha, Hollande les insiste: “Alemania no puede decidir sola la política económica de Europa. Negociaré con ella nuevas formulas para relanzar el crecimiento”.

SOCIALISTAS CON HOLLANDE; SARKOZY, AHORCADO A LA EXTREMA DERECHA

Sarkozy y Hollande se diferencian en las direcciones diametralmente opuestas de sus proyectos. Sarkozy promete que no habrá ningún tipo de negociación con el Frente Nacional (FN, extrema derecha). A los electores socialistas, su candidato los alienta: “Mi primer ministro será un socialista. Nuestra familia tiene muchos talentos, unidos en mi futura mayoría presidencial”.

A los electores de extrema izquierda, Hollande les anuncia la unión de las izquierdas en las elecciones legislativas de mediados de junio próximo: “Todos los candidatos de izquierda se apoyarán los unos a los otros durante la campaña que debe dar a Francia una nueva mayoría parlamentaria”.

En ese terreno, la campaña de Sarkozy se ha convertido en un campo de minas: debe conquistar los votos de la extrema derecha, rechazando cualquier diálogo o entendimiento con el partido de Marine le Pen.

IZQUIERDAS UNIDAS, DERECHAS ERRANTES EN UN CAMPO DE MINAS

Con esa estrategia electoral, “pescando” votos de la extrema izquierda a la extrema derecha, Hollande espera consolidar la ventaja que le dan los sondeos, a nueve días del voto decisivo.

La recta final de la campaña de Sarkozy “solo” se dirige a los electores de centro, derecha, derecha de la derecha y extrema derecha. Quizá se encuentre en desventaja. Hollande puede contar con el voto unido de todas las izquierdas y una parte del voto de centro izquierda. Sarkozy debe afrontar la temible división de su propio partido, donde los centristas y los conservadores se están dividiendo entre partidarios y adversarios de negociar o no negociar con el FN de Marine Le Pen… François Hollande “pesca” votos de la extrema derecha a la extrema izquierda.