Barcelona, Gracia, 6 agosto 2006. Foto JPQ.
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Aquellas deudas -familiares, municipales, autonómicas y estatales- se transformaron pronto en un pozo sin fondo conocido, iluminado con los focos de los campos de fútbol, la basura audiovisual y los púlpitos de basura cainita.
Para seguir tirando de ese carro del heno que no conduce a ninguna parte, el otoño pasado se pensó que sería necesario pedir prestados otros 300.000 millones de euros, a lo largo del 2012, para pagar con nuevas hipotecas las hipotecas contraídas a lo largo del quinquenio pasado…
–Pedir 300.000 millones de euros costará muy caro a España.
–700.000 millones de deudas, 75 / 100 millones intereses diarios.
–Los 694.100 millones de deudas españolas.
–España, el Estado y sus bancos: deudas asfixiantes.
Consecuencia lógica de esa espiral de endeudamientos: quienes tienen dinero para prestar continúan pidiendo intereses siempre más altos:
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La Vanguardia, 13 junio 2012.
Dicho de otro modo: una sociedad arrastrada hacia el abismo por distintos flautistas de Hamelín. Y las ratas comiéndose a los pobres.
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