Me sorprende la sensatez razonable de los españoles.
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¿La crisis..? El 91,5 % piensan / temen que irá a peor: mañana seremos más pobres que ayer.
¿El futuro..? Más conflictivo y menos tolerante. Una democracia “igualitaria”, “declinante” y “conflictiva”.
Son algunas de las conclusiones básicas de un estudio / sondeo comentado en La Vanguardia por Carles Castro:
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La Vanguardia, 13 enero 2013.
¿Estado del “bienestar”..? Políticamente, en crisis grave. Económicamente, vive a crédito de quién quiere prestarle dinero a un interés aleatorio.
–España y los españoles, más pobres que ayer, pero menos que mañana, 5.
–Españoles más endeudados que ayer, pero menos que mañana.
–Deuda y crisis institucional… De Cánovas / Sagasta a Rajoy / Rubalcaba.
–El mundo cambia rápido; España, arcaica y out.
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Fundido en negro
Carles Castro
Si el llamado “pesimismo de la inteligencia” es un hecho cierto, entonces España es uno de los países más inteligentes del mundo. No en vano, los índices de pesimismo entre los españoles baten auténticos récords. Otra cosa es que en España “la inteligencia esté peor repartida que el dinero”, según el ácido diagnóstico de Manuel Azaña, lo que lleva inevitablemente a preguntarse sobre la preparación del país para afrontar los dos grandes retos que planean sobre su presente histórico: una crisis económica de dimensiones colosales y la fractura entre Catalunya y el resto de España, que ha adquirido magnitudes inéditas.
Por lo que respecta a la disposición anímica de los ciudadanos, los indicadores del CIS dibujan un verdadero fundido en negro. Sobre todo en lo relativo a la situación económica. No es sólo que las percepciones pesimistas hayan superado todos los techos anteriores, algo que ocurrió en junio del 2011, cuando más del 81% de los consultados coincidía en calificar de mala o muy mala la situación económica. Hasta entonces, el peor registro se había producido en el otoño de 1993.
Entonces, un 81% de los ciudadanos expresaba una opinión negativa sobre la coyuntura económica. Pero fue una negrura episódica. En pocos meses, esos porcentajes cayeron al 70%, y ya a partir de finales de 1994 se movieron entre el 50% y el 60%, para iniciar un pronunciado declive desde enero de 1996, que tocó fondo en el verano del 2000 (cuando sólo el 8,7% juzgaba negativamente la situación económica).
Ahora, sin embargo, los indicadores pulverizan una y otra vez los récords del mes anterior. Y ni siquiera el cambio de Gobierno concede la preceptiva tregua. En noviembre del 2011, el pesimismo se acercaba al 87% de los ciudadanos, pero a partir de enero del 2012 se catapultó hacia arriba, en una escalada que lo dejó a medio punto del 92% en diciembre pasado. Un desaliento cercano a la unanimidad.
El problema de la actual crisis –de carácter “pertinaz” si se acude a la exculpatoria terminología franquista– es que el abatimiento que genera se extiende a la propia autoestima cívica del país. Si entre 1997 y el 2004, la sociedad española vio crecer hasta el 64% el porcentaje de ciudadanos que la consideraban democrática, la tasa actual (42,1%) supone una caída de 22 puntos (la mayor parte en los dos últimos años). Y si ya en el 2010 sólo un 34,4% de los ciudadanos consideraban a España un país “igualitario”, hoy sólo lo cree así un 26,5%.
Las cifras, sin embargo, son aún más elocuentes cuando la pregunta versa sobre la España del futuro. Si hasta mediados de la década pasada, las expectativas de una sociedad más democrática o más tolerante se mantenían relativamente estables, a partir del 2010 han experimentado un estrepitoso desplome. A día de hoy, la tasa de ciudadanos que esperan una España más democrática ha caído casi 14 puntos, mientras que la de quienes confían en un país más igualitario se ha reducido en casi cinco puntos en apenas dos años. De hecho, en diciembre pasado, casi un 80% de los españoles pensaba que en el futuro inmediato “habrá más pobres y marginados”.
Paralelamente, ha crecido en casi 15 puntos el porcentaje de ciudadanos que prevén una España cada vez más conflictiva (que ahora roza el 30%). Y es justamente en ese cruce entre las expectativas de tolerancia (que decrecen) y de conflicto (que crecen) donde asoman las dificultades para afrontar los retos de convivencia de la sociedad española.
Ciertamente, las señas de identidad del conjunto de los españoles apenas han variado en las dos últimas décadas. Así, el sentimiento compartido de pertenencia (español y de su comunidad autónoma) alcanza a un porcentaje de ciudadanos (54%) muy similar al de hace 14 años (53%). Y únicamente ha disminuido levemente el porcentaje de aquellos que se sienten más o sólo de su comunidad. Pero las herramientas políticas e ideológicas de la ciudadanía española para interpretar y gestionar las tensiones territoriales sí han cambiado, y lo han hecho hacia una mayor rigidez. Ha caído en diez puntos el porcentaje de partidarios del actual estado autonómico, mientras crecía en 14 puntos (hasta suponer casi el 40%) la cifra de ciudadanos que apuestan por reducir o suprimir (uno de cada cuatro) el estado autonómico. Todo ello en paralelo a un desinterés creciente por la política. Es decir, un caldo de cultivo propicio a las soluciones milagrosas, pese a la extendida convicción de que ya nadie tiene el secreto de la organización ideal de la sociedad… La Vanguardia, 13 enero 2013, Fundido en negro.
Las negritas son mías.
- España, Economía y Anales de Caína en este Infierno.
Perdón por lo extemporáneo de la cita pero me ha parecido que el último párrafo, aquí, podría serte de algún interés.
También de algún interés, tal vez, sea esta deliciosa discusión de la etimología de la palabra española «musulmán», tan en línea, por lo que de ella se puede concluir, con la cita que a menudo haces de la etimología de «español» propuesta por Menéndez Pidal.
Jesús,
Qué de envidiables sabidurías…
1. En terrenos de migraciones, exilios y destierros… siempre me han entristecido que las amistades catalanas desconozcan tan profundamente el destierro de los murcianos en la periferia de Barna. El destierro ruso les atrae mucho más, está claro. Los murcianos olemos fatal, qué quieres.
2. Hace año que Envidio las sabidurías de Anís del Moro y las de Perure Alfonso, que son muuchas sabidurías, de la más noble naturaleza.
3. En materia de etimologías sobre lo carpetovetónico sigo teniendo una fidelidad perruna, literalmente, por el Español, palabra extranjera de don Américo, una de las fuentes primordiales de mi De la inexistencia de España…
Avanti..!!
Q.-