Capricho 24. No hubo remedio.
Goya, Quiñonero y las crisis de España, 3.
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“ESPAÑA NECESITA MENOS BEST SELLERS Y MÁS LITERATURA CLÁSICA”
Barcelona, 1 julio. David Moran
A Juan Pedro Quiñonero, escritor y corresponsal de ABC en París, le resulta incomprensible que algunas editoriales le den la espalda a la realidad española y se entretengan en centrifugar lo que él denomina “basura que cae sobre la vida moral española”.
“Teniendo a Baroja, Valle-Inclán y Cervantes, ¿por qué dar cancha, para comprender nuestras crisis, a una mediocre novela de un tipo de Texas?”, se pregunta el periodista, embarcado ahora en un experimento literario que bajo el título España, una temporada en el infierno reivindica la propia cultura como clave para intentar descifrar los grandes males del país.
“Lo que necesitan los españoles es leer menos best sellers y más literatura clásica, pues, al fin y al cabo, nuestras crisis se comprenden mejor recordando las crisis de las que nos hablan Valle-Inclán, Baroja”, sentencia.
Es por eso por lo que con España, una temporada en el infierno, serie ensayística de cinco entregas, de la que ahora se publica la tercera, “No hubo remedio” (Confluencias), Quiñonero se apoya en Larra, Baroja, y, sobre todo Goya, cuyos Caprichos inspiran e ilustran toda la serie, para denunciar la ausencia de principios morales está pudriendo la vida española. “Nadie como Goya para retratar nuestros males. Es el gran cronista de nuestras crisis”, apunta.
De ahí que cada una de las entregas de la serie lleve por portada un Capricho del artista de Fuentetodos y utilice el título del grabado –“De qué mal morirá” y “Tú que no puedes” en los dos primeros- como tarjeta de presentación. La idea original, explica Quiñonero, es de Javier Fornieles Ten, director de Confluencias, la editorial malagueña, aunque a él le pareció un gesto inmejorable servirse de Goya para adentrarse en todas las crisis -del modelo económico, del modelo político, institucional y moral- y explicarlas desde el retrovisor goyesco.
“Hoy, por ejemplo, tenemos una crisis de la deuda pública: se gasta más de lo que se ingresa, que no deja de ser una forma de bancarrota. Es lo mismo que ocurría en la España imperial, cuando se hacían guerras con dinero prestado”, explica. El pasado como reflejo del presente. “Nos seguimos apoyando en los mismos errores”, subraya. Tanto es así, asegura, que ni siquiera sería necesario abrir un periódico del día para comprender los casos de corrupción. “Para comprender la corrupción española actual lo mejor es leer las Novelas ejemplares de Cervantes, donde se describe el funcionamiento de la Casa de Monipodio, tan actual”, comenta.
Así, reivindicando la cultura española “para entender los males de España”, y centrarse en “No hubo remedio” en los desmanes del sistema económico y la crisis de la deuda, Quiñonero toma impulso desde la biblioteca y anda preparando una cuarta entrega, centrada en las tensiones del sistema autonómico: “Tenemos un modelo vasco, que se beneficia de unos privilegios que vienen de la Edad Media y las Guerras carlistas, un modelo catalán que recuerda con horror que no tiene los mismos privilegios, y luego el resto de las comunidades que pagan más o menos lo mismo. En un momento histórico en el que practicamente ningún Estado tiene soberanía económica, tener dos o tres modelos antagónicos y enfrentados no hace más que crear fricciones y odios. Todos se estiman mal tratados. Para colmo, todas las comunidades autónomas han ido adquiriendo los mismos vicios que el Estado y acaban gastando más de lo que ingresan. Por ese camino, solo se va a la ruina”, explica.
De nuevo, señala Quiñonero, los libros y la cultura tienen la respuesta. “Para entender nuestras crisis, lo más pedagógico es leer a Baroja y Azorín hablándonos de la crisis de la Restauración. Para entender los problemas vasco y catalán, lo mejor es leer a Galdós, Pla y Valle-Inclán hablando de las Guerras carlistas. Ellos describen viejos enfrentamientos que nos ayudan a comprender, mejor, las tensiones actuales entre Vitoria, Madrid, Barcelona”, relata… ABC, 8 julio 2013, “España necesita menos best sellers y más literatura clásica”.
ABC,8julio2013.
Laura says
Parece interesante, oiga.
JP Quiñonero says
Laura,
Vaya usted a saber…
Q.-
Armando says
Sueño 21 y otros dibujos de Francisco de Goya
Los Caprichos se vendieron en su origen en una perfumería en la Calle Desengaño nos cuentan en Pradomedia, entre otras muchas cosas.
JP Quiñonero says
Armando,
Te agradezco doblemente la cita. Por su oportunidad, claro; y… había olvidado que los Caprichos se vendieron en la calle del Desengaño… ¡es la calle donde residí por vez primera en Madrid..!
Q.-