Ella desmiente la “explosión”. Quedan la distancia geográfica y la embriaguez política…
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La vida sentimental de Marine Le Pen ha tomado un nuevo rumbo. Sus éxitos políticos han comenzado a complicar la vida amorosa de la presidenta del Frente Nacional (FN) que vive sola, en su residencia familiar, en las afueras de París, mientras que su último compañero, Louis Aliot, vice presidente del Frente Nacional (FN, extrema derecha), reside a más de mil kilómetros de distancia, en Perpignan.
Hace meses que Marine y Louis viven con distanciamiento amoroso esa lejanía geográfica. Ellos lo han desmentido con un púdico beso, en Twitter. Que las cenizas. La última vez que la pareja amorosa más célebre de la extrema derecha francesa compartió el lecho de forma regular, durante varias semanas, bajo el mismo techo, fue el verano del 2013, cuando la pareja pasó una temporada en una casa familiar próxima a Millas (Pirineos Orientales, no lejos de la frontera española), reuniendo por unos días a los cinco hijos de sucesivos matrimonios.
Aquella experiencia duró un verano corto. Desde hace semanas, la pareja contempla con cierta distancia sus antiguos y lejanos apasionamientos.
A través de la distancia geográfica, ambos han decidido reflexionar sobre el futuro de una relación aparentemente víctima de la guerra política sin cuartel. La vertiginosa ascensión política de Marine Le Pen le ofrece una embriaguez tan considerable, si cabe, como la embriaguez amorosa, instalada en su confortable y aparatosa residencia familiar de Saint-Cloud, en la periferia acomodada del oeste de París. La alcaldía de Perpignan, donde Louis Aliot ejerce como concejal, tiene un atractivo erótico quizá más modesto.
Sin ruptura conocida, asumido el alejamiento físico y geográfico, voluntariamente decidido, el distanciamiento de la pareja Le Pen / Aliot parece anunciar una evolución meteorológica imprevisible en la vida sentimental de la presidenta del FN (extrema derecha).
La evolución o crisis de la vida sentimental de Marine Le Pen forma parte de una melancólica saga / fuga familiar.
Marie-Caroline, Yann, Marine y Marion son las hijas y nieta de Jean-Marie Le Pen, el patriarca fundador del Frente Nacional (FN), líder de la extrema derecha patriótica. Mujeres de vida sentimental muy libre, variada y variopinta. Juntas suman seis esposos o ex, numerosos “novios” y una progenie de padres muy diversos.
Marine-Caroline (54 años) pudo hacer una gran carrera política, junto a su padre. Pero esa ambición primera terminó en catástrofe, como consecuencia de su vida sentimental, que su padre, el patriarca, resumió de este modo: “Marie-Caroline pertenece a ese tipo de mujeres que prefieren seguir a su esposo o a su amante, antes que a su padre”.
Marie-Caroline había cometido el error de su vida: seguir a su hombre, aliándose ambos con un personaje que había traicionado políticamente a Jean-Marie Le Pen.
Marie-Caroline continuó militando en alguna de las familias de la extrema derecha francesa. Pero ese error tuvo un costo familiar y sentimental devastador.
Yann (51 años) ha tenido una vida sentimental muy rica, con varios novios y un esposo, Samuel Maréchal, que no es el padre de su hija, Marion Marechal Le Pen.
Antes de conocer a Maréchal, Yann tuvo una vida sentimental muy compleja, que culminó con un embarazo. Gran señor, Maréchal, hijo de un pastor protestante, militante muy activo de la extrema derecha “cultural”, muy radical, aceptó dar su apellido a la hija de su esposa. Las tribulaciones violentas de Maréchal han terminado en algunas ocasiones en los tribunales. Su esposa, la segunda de las hermanas Le Pen, terminó pidiendo el divorcio, con tres hijos comunes. Desde entonces (2007), Yann ha vivido una vida sentimental muy variada, de mujer “madura e independiente”.
La más joven de las chicas Le Pen, Marine (45 años), comenzó por interesarse mucho más por la vida nocturna y los chicos rubios, “tipo Johnny Halliday”, dicen sus biógrafos, antes de entregarse apasionadamente a la guerra política sin cuartel, hasta ser cooptada por su padre como sucesora y presidenta del FN.
En su caso, la vida política ha sido compatible con una vida sentimental muy diversa y agitada.
Marine comenzó casándose con Franck Chauffroy, un empresario de extrema derecha, más o menos próximo a su padre. La pareja tuvo tres hijos, Jehanne, Louis y Mathilde, bautizados en la iglesia católica muy tradicionalista de Saint-Nicolas-du-Chardonnet. Tras los hijos, el matrimonio se deshilachó muy pronto. Tras el divorcio, Marine volvió a casarse con Éric Iorio, un antiguo secretario general del FN. El nuevo matrimonio duró menos de un quinquenio. Y, tras el segundo divorcio, Marine decidió tomarse una larga temporada de “libertad sentimental”, “muy dinámica”, aparentemente.
Entregada en cuerpo y alma a la causa política de la extrema derecha, Marine no tenía mucho tiempo para aventuras sentimentales prolongadas. Y terminó en los brazos y el lecho de otro dirigente del FN, próximo a su padre, Louis Aliot, vicepresidente de su propio partido.
Prudentes, Marine y Louis decidieron formar una “pareja de hecho”. Tras una temporada no muy larga, decidieron seguir juntos, con residencias separadas. Louis reside en el Mediodía y Marine continúa instalada en la gran residencia familiar que su padre heredó en unas condiciones jamás exclarecidas completamente. El alejamiento geográfico pudiera estar acelerando el distancimiento sentimental.
Marion Marechal Le Pen (24 años), es la nieta y “niña bonita” de Jean-Marie Le Pen, fruto del amor adúltero de su madre con un periodista más o menos conocido. Su abuelo tiene puesta en ella muchas esperanzas, para amarga irritación de Marine, su tía y líder de la extrema derecha nacional.
Marion decidió utilizar el apellido del esposo de su madre. Pero ella creció en una familia rota, recompuesta y rota de nuevo, y solo descubrió el nombre de su padre biológico, Roger Auque, cuando tenía quince años.
Yann Le Pen y Roger Auque vivieron una aventura sentimental relativamente corta. Asumido el apellido del ex de su madre, Marion vivió a su manera, muy libre, esas tribulaciones familiares, hasta que el semanario Minute, portavoz oficioso de algunas familias de la extrema derecha, descubrió, el pasado mes de abril, que la “niña bonita” del abuelo Le Pen espera un bebé, próximamente, de padre desconocido, por ahora.
Diputada embarazada, Marion Marechal Le Pen ha decidido “eclipsarse” provisionalmente, para dar a luz “con tranquilidad”. Ha estado ausente de las grandes fiestas organizadas por su tía, para celebrar el gran triunfo del FN en las elecciones europeas del pasado día 25.
En la cúspide provisional de su fama e influencia, Marine Le Pen ha pedido a sus hermanas y sobrina “mucha discrección” en cuestiones de vida privada. Cuando el FN espera trabar alianza políticas europeas, los líos amorosos del “gineceo” lepenista pudieran tener una influencia imprevisible, inflamable.
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