La familia de Jordi Pujol, el patriotismo y la delincuencia económica / fiscal

“Pujol confessa / El pitjor final per al pujolisme”, afirma ara en su portada.

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Quizá se trate de un análisis muy precipitado e ideológico.

El ex presidente Nicolas Sarkozy tuvo que pasar catorce horas en una comisaria, interrogado por media docena de policías especializados en fraudes económicos y fiscales, para responder de presuntos delitos mucho menos graves que los confesados por Jordi Pujol en un comunicado aparentemente redactado por varios consejeros fiscales y religiosos.

Antes de abordar el alcance político devastador de la confesión del patriarca -para él, para su partido, para su herencia política, para Cataluña-, sería prudente que los especialistas policiales en delincuencia económica y fiscal interroguen al ex presidente y presenten sus conclusiones a un juez de instrucción y a un inspector de Hacienda.

Inspectores de Hacienda y jueces de instrucción tomarán o no tomarán las decisiones que consideren oportunas.

Dada la importancia histórica del personaje, sería prudente y deseable que tales indagaciones policiales y fiscales se hagan públicas, cuando corresponda, para confirmar la honorabilidad presumida.

Tras el conocimiento público de tales informaciones, sensibles -para los contribuyentes catalanes y españoles-, podrá abordarse el tema de la herencia política que ara plantea en su primera página.

Mientras tanto, sería prudente que el patriarca y toda su familia se comporten con la dignidad cívica que se presume a cualquier contribuyente honrado.