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Le Monde, 21 agosto 2014, La réplique de Cécile Duflot à François Hollande.
Crisis política de gran calado y alcance europeo: Manuel Valls, primer ministro, ha presentado a François Hollande, jefe del Estado, la dimisión de su gobierno, víctima de los enfrentamientos entre partidarios y adversarios del cumplimiento del Pacto fiscal europeo, que Francia tampoco cumplirá este año.
El sábado, Arnaud Montebourg, ministro de Economía y la Recuperación nacional, declaró al vespertino Le Monde que el cumplimiento del Pacto fiscal europeo (reducción del déficit y la deuda, esencialmente) era una política “dogmática”, proponiendo para Francia una “alternativa”.
Montebourg siempre ha sido partidario de una política “nacional” y “socialista”, con muchos flecos “patrióticos”, abiertamente proteccionistas, en los antípodas de las políticas de la gran mayoría de los Estados de la zona euro.
El domingo, Benoît Hamon, ministro de Educación, se sumó a la fronda y crítica de fondo de Montebourg contra la política de la pareja Hollande – Valls. Los portavoces oficiosos de Valls anunciaron inmediatamente que Montebourg habían cruzado una “línea roja”.
Poco antes de las diez de la mañana de este lunes, el Elíseo anunció que Manuel Valls había presentado la dimisión de su Gobierno, anunciando la formación de un nuevo equipo gubernamental este mismo martes.
Se trata de una crisis de fondo, con muchos flecos para Francia, la zona euro y las familias socialistas europeas, divididas y enfrentadas por la política de austeridad del Pacto fiscal europeo.
Para Francia, se trata de un cisma político excepcional. La política vagamente socialista de Hollande ha dividido al PS, consumando una ruptura entre las distintas familias socialistas, los ecologistas, las minorías comunistas y las muy diversas extremas izquierdas.
La formación de un nuevo Gobierno, este mismo martes, quizá, no resolverá de ninguna manera esa crisis fratricida del socialismo francés, dividido, fragmentado y empantanado en muy diversas sensibilidades políticas antagónicas, aparentemente incapaces de cohabitar en un mismo equipo gubernamental.
La pareja Hollande – Valls formará un nuevo Gobierno. Pero ha nacido una oposición al equipo gubernamental, dentro de un mismo PS cuarteado de muy mala manera.
Para la zona euro, la crisis francesa tiene un alcance inflamable. Ya se sabía que Francia incumplirá este año, de nuevo, las promesas de Estado del Pacto fiscal europeo. Las tribulaciones políticas de Hollande abren nuevo frente de incertidumbres para la frágil estabilidad de la moneda única, víctima de una Francia enferma políticamente.
Para las familias socialistas europeas, se trata de un nuevo frente de crisis de identidad colectiva. Los socialdemócratas alemanes y los laboristas ingleses proponen políticas paralelas pero no semejantes. Los socialistas franceses se han dividido de manera espectacular. Y las izquierdas italianas, griegas, portuguesas y españolas sufren de divisiones muy semejantes, agravadas por la emergencia de movimientos políticos de nuevo cuño.
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