WSJ anuncia un largo periodo de incertidumbre económica, para toda Europa, si Escocia votase su independencia.
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WSJ, 17 septiembre 2014. Scotland Independence Could Usher in Economic Uncertainty.
Gane quien gane, Europa ya es víctima de una incertidumbre que se anuncia grave y dolorosa.
Esa incertidumbre raíces históricas muy profundas: Menos crecimiento, paro de masas, endeudamiento masivo de los Estados, destrucción del Estado providencia, populismos, fragmentación centrífuga de los viejos Estados en larvada crisis institucional, ocaso estratégico /militar, dependencia energética, demografía declinante, fragmentación cultural…
El si o el no de los escoceses aportarán un nuevo acervo de incertidumbres.
La victoria del no, dejará sin respuesta los anhelos e ilusiones de muchos escoceses, alimentando su angustia social, en un Reino Unido menos unido que ayer. La victoria del si, será un pistoletazo que nadie sabe como afectará al resto de Europa, Cataluña / España incluidas.
De ahí mi pesimismo sobre el futuro mismo de Europa, que viene de muy lejos: España / Europa: la gran mutación.
La OCDE confirma que Europa se hunde en una espiral decadente.
George Steiner, el ocaso de Europa y el desarraigo de los jóvenes europeos.
Europa y el euro, hipotecados a las deudas, promesas e irresponsabilidad de los Estados europeos.
Europa, víctima de los Estados europeos.
Microestados y eclipse de Europa.
Soy un amante de los mapas, y sólo hace falta mirar los cambios producidos en Europa los últimos cien años, para darse cuenta que la movilidad de fronteras es algo habitual en este continente, y no excepcional. Hay muchos cambios fruto de las guerras, pero otros son fruto de pactos y acuerdos.
Escocia es el síntoma que los estados que nacieron en siglos anteriores, son incapaces de dar respuesta a las inquietudes de sus ciudadanos, estados que han sido incapaces de evolucionar.
Josep,
Qué decir…
Se me ocurre que… desde la Atenas de Pericles y la Roma de César la descomposición de los Estados ha sido una constante que ha tenido cosas positivas y negativas.
La creación de Estados de nuevo cuño ha podido ser muy positiva (EE. UU.) o catastrófica (Irak, Siria).
En el caso de Europa, durante el siglo XX, hay ejemplos de división / separación / fragmentación de la más diversa naturaleza: Yugoslavia, Checoslovaquia, Crimea son ejemplos que pueden leerse de muy diversas maneras.
¿Qué hacer cuando el pueblo de un Estado está dividido al 51 / 52 contra 49 / 48, defendiendo ambas partes posiciones antagónicas? ¿Cuál es el umbral que permite una solución satisfactoria para todas las partes? ¿Qué hacer con el 48 % de los ciudadanos que piensan lo contrario?
Si hubiese que entrar en el destalle… para mi sensibilidad, la manera más sencilla de conocer la opinión de un pueblo es convocar elecciones. Y que cada partido o coalición de partidos presente con claridad su programa de acción concreta.
En la escena europea, todos los Estados grandes y pequeños, creados y por crear, tienen el mismo problema: un endeudamiento que ha minado los cimientos del malparado Estado providencia, que hoy se paga a crédito, con deuda pública. Para poder pagar providencia con deuda pública se necesita tener acceso al mercado internacional de capitales.
Para los próximos cinco, diez o quince años, todos los Estados europeos, conocidos y por conocer, tendrán el mismo problema: recortar el gasto público y / o subir impuestos. Por una razón muy simple: llevan años y años (una década larga o corta; varias décadas, en el caso de Francia) pagando los servicios públicos con deuda. Cuando crece la deuda disminuye la libertad: alguien tendrá que pagar las deudas. Comprendo que es un panorama poco entusiasmante, hélas.
Ocultar realidades tan prosaicas me parece un fraude sonámbulo.
Q.-
PS. Perdón por el tostonazo.