Artur Mas y Oriol Junqueras tienen mucho en común con el flautista de Hamelín, tocando una música endemoniada que conduce a las aguas turbias de frustración, la amargura, el suicidio y el desencanto baldío:
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El Periódico, 26 octubre 2014.
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El Punt / Avui, 26 octubre 2014.
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La “pillería” de Artur Mas es de un infantilismo patético. ¡El hombre que quería entrar en los Estados Unidos de Europa quiere “engañar” al Estado! Qué cosa tan minúscula e insignificante, tras traicionar a los electores de su partido, destruir la herencia recibida, intentando salvarse de un incendio que él mismo provocó tras una derrota electoral, hace dos años.
Lo de Junqueras es de tipo cuartelario. Un sargento valle inclanesco proclamando la independencia de una república bananera en un Caribe esperpéntico; sargento galdosiano proclamando la independencia de la república de Cartagena, presto a romper con la tiranía murciana…
Cataluña y la cultura catalana merecen algo menos esperpéntico.
¿No hay nadie entre la intelligentsia independentista capaz de romper con un “liderazgo” tan catastrófico para sus aspiraciones?
Artur Mas y el arte catalán del toreo.
El patriotismo de Oriol Junqueras visto por Galdós y Bertolt Brecht.
¿Cuántos son los catalanes independentistas..?
¿Qué quieren los catalanes? ¿Qué catalanes..?
Cataluña, masturbación sin placer.
Conclusión: Los independentistas catalanes deben buscarse nuevos líderes.
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