Place de L’Opera, 1 mayo 2012. Foto JPQ.

Retrato improvisado de Jean-Marie Le Pen.

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Se suceden las revelaciones sobre el apoyo económico y político de Vladimir Putin a la extrema derecha francesa.

Jean-Marie Le Pen, patriarca fundador del Frente Nacional (FN), ha confirmado personalmente haber recibido un “préstamo” de dos millones de euros concedido por un ex miembro del KGB.

Le Pen ha confirmado al diario online Mediapart que una sociedad chipriota, controlada por un ex miembro del KGB, reconvertido en banquero de Estado, Yuri Kudimov, le ha prestado dos millones de euros a la sociedad Cotelec, creada para financiar con mucha “ingeniería financiera” las actividades políticas del presidente del FN.

Cotelec (abreviación de “cotización electoral”) fue creada en 1988 por Jean-Marie Le Pen para canalizar los fondos que han permitido financiar a la extrema derecha durante más de veinte años.

Esa sociedad ha permitido al FN financiarse con “donaciones” de origen mal conocido. Según la legislación francesa, las donaciones personales a los partidos políticos no pueden exceder los 7.500 euros por persona donante. A través de Cotelec, la extrema derecha ha podido recibir donaciones muy considerables, que esa organización ha podido transferir legalmente al FN.

Yuri Kudimov, ex miembro del KGB -donde tuvo trato con Putin-, presidente de un banco de Estado ruso, VEB Capital, ha concedido a la sociedad de Le Pen un crédito de dos millones de euros, en unas condiciones “muy ventajosas”.

Agradecido, Jean-Marie Le Pen declara: “Rusia es un país amigo. Vladimir Putin es un gran patriota. Espero una invitación oficial para poder visitarlo”. Marine Le Pen y su actual compañero sentimental ya fueron recibidos oficialmente, en Moscú, en el Parlamento ruso, el mes de junio de 2013. Desde entonces, las relaciones entre Moscú, Putin y la familia Le Pen ha evolucionado de manera muy positiva.

La presidenta del FN aprobó calurosamente la anexión imperial rusa de Crimea y apoya de manera muy enérgica el intervencionismo político y militar de Putin en las fronteras de Ucrania.

Por vez primera desde el hundimiento de la antigua URSS, dos representantes del poder político de la Federación Rusa participaron activamente en el congreso de un partido francés, el FN de la familia Le Pen, el domingo pasado.

Confirmada como presidenta y candidata de extrema derecha a la próxima elección presidencial, en ese congreso, celebrado en Lyon, Marine Le Pen reconoció personalmente que su partido ha recibido otro préstamo de 9 millones concedido por otro banco próximo a Putin.

Según el diario online Mediapart, la familia Le Pen habría pedido a los bancos rusos 40 millones de euros. La presidenta del FN desmiente esa cifra. Pero reconoce que la “expansión” y el crecimiento político de su partido tienen crecientes exigencias de financiación, que pudieran cifrarse en dos o tres decenas de millones de euros.

El apoyo político y económico de Putin a la extrema derecha francesa comienza a tener una dimensión política muy especial, que Jean-Christophe Cambadélis, líder del PS, comenta de este modo: “Putin está jugando la carta de la extrema derecha por razones muy simples. Le Pen quiere sacar a Francia de Europa, romper la zona euro y debilitar a Francia y Europa. Un partido xenófobo, ultranacionalista y populista tiene un proyecto político que coincide con el proyecto autoritario y anti europeo de Putin”.

Apoyo político y económico de Putin a Marine Le Pen.

El nuevo mapa regional de Francia es muy favorable a la extrema derecha de Le Pen.

Así se convirtió la extrema derecha de Le Pen en el primer partido obrero de Francia, 2.

Le Pen.