Rue de Lappe, 4 diciembre 2013. Foto JPQ.
La vida nocturna parisina agoniza. París by night es un leyenda muerta.
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Los pesimistas temen que los impuestos, las normas municipales y las trabas administrativas estén asesinado la vida nocturna parisina. Es la opinión de Fabien Retting, que dirige “Le Chien qui fume”, un club de Montparnasse.
Los optimistas estiman que la vida nocturna, en París y en Francia, solo podrá salvarse “si se reinventa”. Es la opinión de Laurent Lutse, presidente de la rama discotecas y bares de la “Union des métiers et des industries de l’hôtellerie”.
A finales de los años 70 y primeros 80 del siglo pasado (la época dorada de la “disco” y la “fiebre del sábado noche”) en París y su periferia había más de 500 discotecas, clubs y “boîtes de nuit”. Hoy, apenas quedan unas 180. Laurent Lutse comenta: “Yo conocí los años dorados de la “disco”. Una locura, genial. Las discotecas abrían todos los días de la semana. Ahora, en París y las grandes ciudades de provincias, la inmensa mayoría de las discotecas solo abren a partir del jueves, con una clientela mucho más modesta”.
Crisis de la noche parisina y crisis de la vida nocturna en toda Francia. A hacia 1985, en Francia había más de 4.000 discotecas. Hoy, apenas quedan 2.200. ¿Qué ha ocurrido?
Los horarios, los impuestos, los cambios de vida, las trabas administrativas, son una plaga devastadora. Durante los dos últimos años han cerrado un centenar corto de discotecas, en la región parisina. “La música ya no basta”, comenta Laurent Lutse, agregando: “La gente quiere otra cosa. Los espectáculos son caros. Ninguna discoteca puede pagarse 10.000 euros por un espectáculo. En provincias, los gerentes de discoteca no siempre llegan a los 2.000 euros mensuales de sueldo”.
En París la gran crisis de la vida nocturna coincide con un evolución geográfica. ¿Pigalle? Antros prostibularios. ¿Montmartre? Un desierto para turistas. ¿Los Campos Elíseos? Cosa de turistas y públicos orientales. ¿Montparnasse? Hace muchos años que perdió el aura de barrio de artistas y creadores de sus años de gloria. ¿Saint-Germain? Cosa de turistas anglosajones e italianos, con pasta cosmopolita.
La nueva vida nocturna de París, joven, cosmopolita y multicultural se ha desplazado hacia la plaza de la Bastilla, y el distrito 11, donde viejas instituciones de otra época, como el Balajo (que ya era célebre antes de la Segunda guerra mundial), intentan conquistar nuevos públicos.
¿El futuro? Los super e híper de la noche. Está en marcha la construcción de EuropaCity, un complejo nocturno de 80 hectáreas, en las inmediaciones del aeropuerto de Roissy / Charles de Gaulle, al norte de París, donde las discotecas podrán alternar con hoteles, restaurantes, cines, intentando ofrecer a las nuevas clientelas ocio y vida nocturna de nuevo cuño. Adiós a la sala de fiestas, la discoteca, el club de alterne de padres y abueletes. El París by night de mañana será un gigantesco híper destinado al consumo masivo de servicios nocturnos.
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