Confusión, orquestación del miedo, manipulación de la ignorancia.

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VERSIONES MUY DISTINTAS EN 48 HORAS

Varias fuentes policiales concordantes afirman que Hayat Boumeddiene, la esposa musulmana de Amedy Coulibaly, el asesino de Montrouge y la parisina Puerta de Vincennes, podría estar en Siria, cuando continuaba siendo la mujer más buscada de Francia, una “loba solitaria, armada y peligrosa”.

Las informaciones policiales filtradas profusamente a toda la prensa parisina, la tarde del sábado, contradicen expresamente todos los “escenarios” profusamente difundidos por las mismas fuentes, desde el instante en que Amedy Coulibaly se atrincheró en un super judío de la Puerta de Vicennes, amenazando con provocar un baño de sangre si las fuerzas de seguridad no “abandonaban” la caza y captura de los hermanos Said y Chérif Kouachi, atrincherados ellos mismos en una modesta imprenta de Dammartin-en-Goële, a unos cuarenta kilómetros al norte de París.

Comenzó por afirmarse, la mañana del viernes, que Hayat Boumeddiene, participaba en el secuestro protagonizado por su esposo. Se dijo más tarde que, en verdad, Boumeddiene “huyó” antes que las unidades especiales diesen un expeditivo y ensangrentado asalto.

Veinticuatro horas más tarde, las mismas o distintas fuentes policiales filtraban a la prensa parisina informaciones muy distintas.

Según las versiones de Le Monde, Le Figaro, Le Parisien, RTL y Europe 1, medios tradicionalmente muy bien informados, la mujer más buscada de Francia, el sábado, pudo huir días antes, pudo tomar un avión Madrid – Estambul el día 2 de enero (cinco días antes de la matanza de Charlie-Hebdo) y pudo cruzar la frontera turco – siria el día 8, el mismo día que su esposo preparaba el secuestro del super judío en la Puerta de Vincennes.

Según ese mismo escenario, profusamente difundido por la prensa parisina, los servicios de seguridad turcos identificaron a la sospechosa el día 7 o el día 8. Transmitieron su información a sus colegas franceses inmediatamente. Otras fuentes afirman que, en verdad, la huida de la mujer más buscada de Francia pudo ser detectada, tardíamente, tras el análisis de más de 500 llamadas telefónicas realizadas por Hayat Boumeddiene.

En Siria, desde el jueves día 8, según toda la prensa parisina, Hayat Boumeddiene habría conseguido huir cuando Francia vivía una jornada de angustia nacional. Presentada como cómplice de un esposo terrorista, amiga fraterna de otros dos asesinos, la sospechosa consiguió escapar a las gigantescas mallas policiales de un Estado en pie de guerra, denunciándola como la mujer más peligrosa y buscada de Francia.

DEL INFIERNO DE LOS SUBURBIOS AL INFIERNO CRIMINAL / AUDIOVISUAL

La historia familiar y personal de Hayat Boumeddiene explica en cierta medida la “facilidad” de su huida.

Nació en un suburbio, en el seno de una familia de origen magrebí, muy modesta y poco letrada, con siete hermanos. Su madre murió cuando ella era una niña. Su padre apenas podía atender a unos hijos, y se vio forzado a entregar a varios de ellos a un servicio de ayuda social.

A partir de ahí, comenzó una vida errante, de suburbio en suburbio, de banda en banda, hasta conocer a su futuro esposo, Amedy Coulibaly, y descubrir la religión musulmana, para convertirse en una fanática temible con cierta rapidez.

Una trayectoria tan “trivial” le ha permitido escapar, hasta hoy, a los “radares” de los servicios de inteligencia y seguridad franceses.

El Secrétariat général de la défense et de la sécurité nationale (SGDN) asegura la coordinación de unidades y trabajos de interior y defensa. Un servicio “demasiado grande” para perseguir rateros y criminales en los suburbios.

La Direction générale de la Sécurité extérieure (DGSE) y la Direction générale de la Sécurité intérieure (DGSI) son unos servicios de espionaje y contra espionaje muy eficaces en la escena internacional. Pero muy mal pertrechados para “espiar” los proyectos criminales de las bandas de los suburbios parisinos.

La Gendarmería cuenta con un famoso cuerpo de élite, el GIGN (Grupo de intervención de la gendarmería nacional), muy eficaz cuando se trata de neutralizar o ejecutar a criminales atrincherados con rehenes. Pero la misma Gendarmería tiene pocas y malas informaciones sobre las venenosas “semillas” que germinan en el “coco” de las bandas de adolescentes y jóvenes tentados por la violencia criminal.

Hayat Boumeddiene, por el contrario, se mueve como el pez en el agua, desde niña, por las aguas sucias y podridas de los suburbios de París y varias ciudades de provincias, contando con una red de amigos, cómplices y “colegas” que le han permitido escapar a los “radares” policiales desde hace años.

Los servicios de seguridad de los ministerios del interior y defensa afirman desde hace días que tenían fichados y “controlados” (¿?) a los hermanos Said y Chérif Kouachi, los autores de la matanza de Charlie-Hebdo, y a su esposo, Amedy Coulibay. Sin embargo, parece una evidencia que los Kouachi, Coulibay y Hayat Boumeddiene han contado con una vasta red de amistades y complicidades, en Francia, el Yemen y Oriente medio.

Relaciones y complicidades trabadas, desde hace años, en la periferia de París y varias ciudades de provincias.

Relaciones amistosas. La mujer más buscada de Francia es una joven apenas letrada, convertida al islam durante una juventud marginal, que conoce como la palma de su mano el funcionamiento de todas las excelentes redes de comunicación que rodean París. Pertrechada con un billete de metro y un teléfono móvil, Hayat Boumeddiene lleva años cultivando un archipiélago de grupúsculos y bandas, entre la marginación, el radicalismo, la violencia y el islamismo. A la hora de escapar a los servicios de seguridad del Estado, en pie de guerra, esas relaciones han sido preciosas, claro está.

Complicidades criminales. Su esposo y sus mejores amigos (los hermanos Kouachi) pudieron conseguir fusiles de asalto, pistolas y mucha munición con relativa “facilidad” (¿?). La prensa francesa publica desde hace años prolijos reportajes contando con mucho detalle la existencia de verdaderos “mercados” de armas de guerra, en los suburbios franceses, con precios “al alcance de todos los públicos”.

Informado con mucha precisión militar sobre las idas y venidas de las unidades “militares” de las bandas criminales del Ejército islámico, entre Siria e Irak, el gobierno francés tiene algunas dificultades para neutralizar esos “híper” del tráfico de armas, entre la antigua Yugoslavia, el Líbano, Siria y Francia. Esas mismas complicidades han permitido a Hayat Boumeddiene huir de Francia, vía Madrid, para entrar en Siria a través de Estambul.

A la hora de escribir esta crónica, la noche del sábado, más de 700.000 personas se habían manifestado en toda Francia contra la barbarie criminal islamista. Y todos los servicios de seguridad del Estado continuaban en pie de guerra, intentando descubrir el rastro de la sospechosa en alguna “madriguera” perdida en alguno de los numerosos suburbios donde ella ha vivido y cultivado amistades de todo tipo.

EL FRENTE DE UNOS SUBURBIOS DONDE LA POBREZA, LA INCULTURA Y LA MARGINACIÓN SIEMBRAN TODOS LOS FANATISMOS

François Hollande y Manuel Valls han repetido una y otra vez que Francia debe afrontar una amenaza terrorista “sin precedentes”, ligada a la presencia militar francesa en Malí y el frente sirio / irakí. Ante esa amenaza, los servicios de seguridad tradicionales siguen siendo eficaces e indispensables. Muchos especialistas temen, sin embargo, la existencia de un nuevo “frente de operaciones”, de invisible fronteras en muchos de los 700 suburbios franceses, donde la pobreza, la marginación, la incultura, el fanatismo religioso y el proselitismo criminal son un caldo de cultivo inquietante, que puede seguir dando muchos
frutos podridos y ensangrentados.

Charlie-Hebdo, justicia y fuerzas de seguridad multiétnicas.
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La doctrina anti terrorista de Hollande. Charlie Hebdo / Busca, captura y ejecución de los asesinos.

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ABC, 11 enero 2015.