Twitter, 9 enero 2015.
El olor de la sangre derramada atrae a las bandas de hienas que comercian con despojos humanos.
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En esos mercados del odio, Marine Le Pen no está sola. Sin duda, ella y su padre ocupan un puesto excepcional, entre otros personajes de su misma calaña, no solo en Francia, España incluida.
No están solos, columnistas y tertulianos -no todos, claro está: la gente limpia es fácil de reconocer- también están entrando a saco en la explotación comercial del odio, el miedo y la incertidumbre.
En definitiva, el odio y la basura venden.
“La vieja dama no solo se maquilla con basura; también retoca sus labios con las heces del odio..”… El odio vende.
Serafín Fanjul, creo que es una autoridad en islamismo y arabismo. Reconozco, que como me decía Jesús, yo no lo soy.
ABC 10/01/2015
http://paralalibertad.org/el-atentado-y-nosotros/
Me parece acertadísimo el artículo de Ignacio Camacho. A veces me acuerdo de Neville Chamberlain y su política de apaciguamiento frente a Hitler.
http://www.abc.es/lasfirmasdeabc/20150109/abci-fatwa-201501091344.html
PD
Supongo que estos días estará desbordado de trabajo y no pueda leer tanto como quisiera. Enlazo estos artículos para que los puedan ver sus innumerables lectores.
Luis,
Por corto y por derecho.
De ese texto de Serafín Fanjul se desprenden varias cosas:
1. Sabe poco o nada del islam francés.
2. No sabe literalmente nada de los suburbios franceses.
3. Tiene una idea muy peregrina sobre la «izquierda», la «derecha» y otras imprecisiones ideológicas.
4. Sus «herramientas» retóricas -exceso de ideología, conocimiento cero de la realidad sociológica- le ponen unas anteojeras que le impiden ver mucho más allá de su visión personal de la batalla de las Navas de Tolosa: sabiduría que yo admiro, claro está.
…
Dicho de otro modo: perorar de la crisis en curso sin conocer los suburbios deja al descubierto una ignorancia que algo tiene de vicioso y desastroso… propagar «opiniones» que, con frecuencia, atizan el odio más rústico y provinciano. Es lo que hace con éxito Marine Le Pen.
Q.-
Como dice la gente joven está Quiñonero «on fire». Después de la manifestación de hoy en París, acabo de leer el artículo de Ignacio Camacho. Ni quito ni añado. Únicamente, me sumo.
http://www.abc.es/historico-opinion/index.asp?ff=20150111&idn=16258777841