Llegas a tu casa española, en una zona residencial catalana, antigua localidad de veraneo de la más alta burguesía local.
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No hay teléfono. No hay internet. No hay tv.
Llamas a tu operador (Movistar). Te prometen que el técnico aparecerá a tal hora, un día después.
El técnico llega, un día después, efectivamente. Tres horas de idas y venidas entre tu casa, el parking de tu casa, y los enlaces del cableado de tu operador fuera del inmueble: es en esos enlaces de un vetusto cableado donde está la avería.
Primer paquete de enlaces. Una herrumbrosa caja metálica, situada justo debajo de una cañería de evacuación de aguas de lluvia. Segunda caja metálica, situada en una vía pública: no está cerrada con ningún tornillo particular; cualquier curioso puede abrirla cuando le parezca. Y lo que encontrará es esto…
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XXX, calle XXX, 1 abril 2015. Foto JPQ.
Al descubrir el pastel de ese inextricable nudo de cables de colores, el técnico se mesa los cabellos, visiblemente inquieto. Tras dos horas largas de idas y venidas, el técnico tira la toalla: “Mañana volveré, a tal hora”.
Un día después, con una hora de retraso, aparecen dos técnicos. “Perdone por el retraso”. “¿Se arreglará hoy la cosa?”. “Lo vamos a intentar”. Los cables que traen “son cortos”. “Tendremos que venir mañana. Pero mañana es Viernes santo”. Ante el color rojo furioso de mis pelos de punta, los técnicos se apiadan: “Vamos a intentar darle teléfono e internet, ahora. Pero será necesario volver, para resolver este problema de cables cortos”.
Hora y media más tarde, puedo escribir estas líneas: horrorizado.
Horrorizado por la fragilidad de las cosas humanas y la calidad de los servicios que recortan, amenazan e hipotecan mi libertad.
Irene says
Hombre, eso sí que es urbanismo, civismo, civilización, progreso y toda la pesca. Bella foto, oye.
Jordi says
Animo! Piensa en la Nada de La Historia Interminable…
JP Quiñonero says
Irene, Jordi…
Irene: se agradece la comprensión. Efectivamente, un abismo de chapucería.
Jordi,
Efectivamente,
«El progresos, eterno retorno de la catástrofe»… Yeahhhh
Q.-
RAMÓN FERNÁNDEZ TELENTI says
El miércoles día 1 Carme y yo paseamos por Vallromanes, comimos en un precioso restaurante («La Vinya») bajando hacia Alella y, por la tarde, pensando siempre que le encontraríamos tras su cámara en alguna esquina, caminamos por esa playa suya de «una zona residencial catalana, antigua localidad de veraneo de la más alta burguesía local», en la que uno puede ir saltando de población en población de modo imperceptible, sin abandonar la vera del mar.
El cielo estaba gris, la mar algo revuelta y el aire alegre.
Espero que Telefónica haya restaurado ese desastre y le envío un abrazo.
javier says
Sin tv, sin teléfono, sin internet….no es eso acaso el Paraíso
JP Quiñonero says
Javier,
Efectivamente… estar sin tv, sin teléfono ni internet, puede ser el Paraíso: si uno ha decidido libremente esa forma de vida. Me parece muy bien.
Por el contrario, estar en manos de las chapuzas de telefónica, unos cables peor que africanos y la desidia y el desprecio por el consumidor me parece algo parecido a una forma de tiranía, qué quieres,
Q.-
JP Quiñonero says
Ramón,
Me hace mucha ilusión tu comentario, cordial y amistoso. Gracias… Estuve fotografiando un espacio tan poético como la zona comercial de Cabrera de mar.
Internet, teléfono y tv… ayer volvieron a dejarme plantado. Esta mañana a las 6, seguían ausentes. Y, milagrosamente, a estas horas -7.50-, parece que funcionan. Me apresuro a responderte.
Avanti..!!
Q.-
txema says
Todo muy alegórico de como es el pais.
Al menos te has librado de las sesiones de las procesiones televisadas y el enaltecimiento religioso que me hace recordar los tiempos de Franco y de mi infancia.
salud
luis says
No aprendemos. El Principado de la Chancleta, pese a su cacareada superioridad, es exactamente igual que el resto de Carpetovetonia. Descanse, que se lo tiene merecido. ¿No sería mejor que sus varios editores le pagasen unas vacaciones en algún buen hotel del otro Principado? ¡Qué poca generosidad!
Pase buenos días, que Sarkozy le va a dar mucho trabajo.
JP Quiñonero says
Txema, Luis…
Txema,
Si. Un horror… durante unas horas, «volvió» la tv: y pude admirar a Antonio Banderas, modernísimo, disfrazado de nazareno, acompañando a unos legionarios que transportaban a un cucrificado soportando la cruz el turismo malagueño.
Luis,
Cuento contigo, claro está, para que mis más ilustres editores me envíen a Mónaco. Siento una debilidad por los masajes del Hermitage, con un menú de gazpachos manchemos en el Luis XV…
Q.-