España comienza a salir (¿?) de la crisis económica que estalló entre 2005 y 2007. Pero está entrando en una nueva crisis, de otra naturaleza.

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El 19 de marzo de 2007 podía escribirse: Un tsunami amenaza a España.

Argumentada previsión confirmada a una velocidad vertiginosa: Zapatero y la peste de las ideas muertas.

Han sido necesarios diez años de sonambulismo, sangre, sudor y lágrimas para comenzar a ¿salir? de los escombros de aquel tsunami.

Pero todos los indicadores sociales y políticos anuncian una nueva crisis: Fragmentación cainita de los mercados políticos españoles.

Crisis de la gobernabilidad empantanada o deficiente de las comunidades autónomas y el Estado, cuyo modelo de financiación tiene muchos efectos perversos: Crisis de los Estados descentralizados o federales: regiones ricas contra regiones pobres, España, 17 modelos de desigualdad creciente.

¿Andalucía? “Inestabilidad política desde el primer día de legislatura”. “El Parlamento andaluz se constituye sin acuerdo de los cinco partidos”.

¿Madrid? “Luchas internas en la batalla por Madrid”.

¿Barcelona? ¿Cataluña? “El resultado final de las próximas elecciones municipales puede ser una Barcelona con graves problemas de gobernabilidad que sería la estación previa a una Cataluña ingobernable tras las elecciones de setiembre.”

¿Son capaces PP y PSOE de articular alguna gran alianza que desmienta su histórico e inconcluso duelo a garrotazos?

¿Son capaces Podemos y Ciudadanos de pactar con PSOE y PP alternativas que eviten nuevos y futuros duelos a garrotazos?

El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.

Temas de trabajo de mi serie España, una temporada en el Infierno.