Con una “ingenuidad” de ama de casa, contando el dinero que tiene o no tiene en su monedero para llegar a fin de mes, “Ada Colau exige a Artur Mas el pago de la deuda al Ayuntamiento”.
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Montaje de JPQ, 10 diciembre 2012.
“Nos parece inaceptable que el president Mas trate de utilizar el tema de la deuda de un modo tan partidista” [ .. ] “Mas debe respeto a la ciudad de Barcelona y a las normas democráticas y debería mostrarse dispuesto a colaborar con el nuevo gobierno municipal” [ .. ] “Una vez proclamada alcaldesa, una de mis primeras reuniones será entrevistarme con el President, para ver como devuelve el dinero que no es suyo, que son impuestos que pagamos entre todos” [ .. ] “Con el dinero que el Ayuntamiento empleó el año pasado en subvencionar la fórmula 1 podrían haberse pagado todas las solicitudes de becas comedor que no fueron atendidas. Además, en estos momentos en Barcelona hay cerca de un millar de personas sin techo”.
Las negritas son mías.
La Generalitat estima que su deuda con el Ayuntamiento de Barcelona asciende a unos 40 millones de euros. Hace días, la oposición municipal estimaba que esa deuda es muy superior a los 300 millones de euros.
Problema de inmenso calado que, sospecho, afecta a muchos otros municipios, a todas las comunidades autónomas y al Estado, claro está.
Cuando un gobierno autónomo y una alcaldía están controladas por un mismo partido político -caso de Barcelona-, puede existir la tentación de “prestarse” dinero en condiciones evidentemente excepcionales: la Generalitat está calificada con un “bono basura” en los mercados de capitales, y lleva años gobernando con dinero pedido al Estado, varias veces por año, a través del Fondo de Liquidez Autonómica.
Cuando un ayuntamiento, un gobierno autónomo y el gobierno del Estado están controlados por un mismo partido -caso de Madrid-, la tentación puede ser grande a gastar mucho con el dinero de otros: es lo que hizo Alberto Ruíz Gallardón.
El Estado, por su parte, gobierna e incrementa la deuda pública para prestar dinero a municipios y comunidades autónomas con una generosidad a geometría variable.
Tras las elecciones autonómicas y municipales del día 24, los “pasteles” locales, regionales y estatales se han fragmentado de manera espectacular. Y Ada Colau plantea con sencillez el primero de los problemas: ¿En qué estado se encuentran las finanzas / presupuestos municipales / autonómicos?
La crisis institucional larvada entre Madrid (el Estado) y Barcelona (Cataluña) ha impedido la negociación pendiente y siempre aplazada del nuevo modelo de financiación del Estado autonómico. La fragmentación política, estatal, autonómica y municipal hará mucho más difícil esa negociación, hipotecando la libertad de todos al crecimiento de una deuda siempre creciente.
Las deudas recortan la libertad, incluso en Grecia, Cataluña y España.
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España / Cataluña, perspectivas muy prometedoras para los mercados de deuda y odio público.
Deuda y crisis institucional… España y Cataluña utilizan la misma droga soberana.
Rajoy y Mas piden dinero prestado para llegar a fin de mes.
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