Badalona, 23 agosto 2015. Foto JPQ.
Cosas de Fernando Castillo…
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… que afirma, en una correspondencia personal, que cito apresuradamente, sin consultarle:
“… los partidos catalanes me parecen poseídos por el efecto Sarajevo, pero el de 1914. Aquello que contó bien Bárbara Tuchmann de que nadie quería pero si tu movilizas, yo movilizo y aquél, que es mi aliado, pues también. Es el descontrol al que se refiere Clausewitz, que llama fricción y que acaba en un escenario imprevisto. Y es eso lo que nadie parece preocupar: lo imprevisible. De la corrupción de Convergencia de momento no es que no se hable, es que se achaca a un montaje madrileño. La irracionalidad reina junto con un ambiente de milenarismo que cifra en la independencia la llegada del paraíso. Un panorama desolador, si.”
Las negritas son mías.
La “fricción” que precipita lo imprevisto (previsiblemente catastrófico, claro está) coincide con otros análisis de Clausewitz, no menos pertinentes.
Clausewitz y las crisis de España y los españoles.
Las crisis de Cataluña, España y Europa vistas por Clausewitz.
Felipe González y los orígenes del duelo a garrotazos catalán / español.
España / Cataluña y la algarabía del odio.
España / Cataluña, perspectivas muy prometedoras para los mercados de deuda y odio público.
España / Cataluña, el odio vende (mucho).
España, Cataluña, cuánto, cuánto odio.
Cataluña, la siembra y el mercado del Odio.
Floración y crecimiento de los mercados del odio que se inscriben en la estela negra del Ruedo Ibérico y los esperpentos, la matriz goyesca original: El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
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