“Cuando oigo la palabra “diálogo” echo mano de la estaca”.
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-“Usted no es una persona decente”.
-“Lo que acaba de decir es ruin, mezquino y miserable”.
… ¿Cuándo, cómo y de qué manera aparecen y llegan a articularse, si es que existen, las normas, reglas y leyes no escritas que rigen nuestras reacciones íntimas ante el comportamiento hostil de nuestros vecinos, familiares y amigos..?
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Enfrentándose a garrotazos, en un suelo con hierba, o enterradas sus piernas hasta las rodillas, los duelistas goyescos no parecen dispuestos a dirimir sus insondables diferencias a través de ninguna otra forma de impensable diálogo. Ambos están animados por una fe, un convencimiento, una determinación sin coto mi mesura. Esa sonámbula hombría de bien y / o de mal no puede ponerse en duda. “Genio y figura, hasta la sepultura”.
Esos hombres están animados por una fe que los invita a matar o morir a garrotazos, poseídos por el genio endemoniado de una pasión ¿carnal? ¿espiritual? ¿cívica? que los condena a un ¿duelo de amor? ¿duelo político, territorial? La flor de la solapa del hombre de la izquierda de la escena nos sugiere que ese hombre puede pertenecer a una cofradía o un bando ¿político? al que pertenecen otros hombres de su pueblo, su tierra, que él está dispuesto a defender a garrotazos…El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
Goya, Quiñonero y las crisis de España, 6.
El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
Goya, Quiñonero y las crisis de España, 4.
Goya, Quiñonero y las crisis de España, 3.
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