Place de la République, 28 abril 2016. Foto JPQ. Noches de vino y rosas… # Nuit Debout, angustia social clara, movimiento social difícil de “estructurar”.
La tercera “gran reforma” económica y social de François Hollande, elegido presidente el mes de mayo de 2012, consuma la división fratricida de las izquierdas, agrava la angustia social, y es percibida con inquietud por una opinión pública profundamente desencantada.
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Entre el mes de mayo de 2012 y el mes de diciembre de 2013, Hollande creó varias decenas de miles de puestos de trabajo subvencionados, acompañados de un choque fiscal de más de 20.000 millones de euros de nuevos impuestos.
El choque fiscal prolongado -con otros 30.000 / 40.000 millones de nuevos impuestos durante los dos años siguientes- hundió el crecimiento y aumentó el paro de manera espectacular. Entre 2012 y 2016 han aparecido en Francia unos 640.000 nuevos parados.
Ante tales perspectivas, Hollande dio un “giro político” que sus exégetas más complacientes calificaron de “social liberal” o “socialdemócrata”, el mes de diciembre de 2013, cuando anunció su primera “gran reforma” económica y social, el Pacto de responsabilidad y solidaridad, con dos promesas capitales: “creación” de 200.000 nuevos puestos de trabajo y 41.000 millones de “bajadas” de impuestos a las empresas.
Ese proyecto de Pacto tardó un largo semestre en llegar a ser realidad. No consumó ninguna de las promesas avanzadas. Pero agravó las tensiones entre Hollande y las izquierdas francesas hostiles a unas promesas “social liberales” denunciadas por todas partes.
Empresas y sindicatos nunca tragaron el Pacto, por razones enfrentadas. La izquierda socialista, los comunistas, los ecologistas y la izquierda radical comenzaron a denunciar el giro “liberal” de un presidente “socialista” que ya se había convertido en el presidente más impopular de la V República.
Fallido del Pacto de responsabilidad y solidaridad de 2013 / 2014, Hollande se sacó de la manga legislativa una nueva “gran reforma”, la La loi pour la croissance, l’activité et l’égalité des chances économiques (Ley para el crecimiento la actividad y la igualdad de oportunidades, 2014 / 2015). Esa Ley Macron (en honor de Emmanuel Macron, ministro de Economía) debía “reformar”, “modernizar” y “dar flexibilidad” a una economía exangüe.
Un año corto después, la Ley Macron sigue sin dar los frutos esperados. El paro ha seguido creciendo: 640.000 nuevos parados en cuatro años. Y el crecimiento económico francés (1,2 %) es muy inferior al español (2,5 / 3 %). En el terreno político, esa Ley, en vigor, agravó el abismo fratricida entre la izquierda tradicional (hostil a la reforma) y la izquierda “social liberal”.
La reforma laboral aprobada sin debate parlamentario, con un decretazo institucional nada democrático, ha agravado todos los frentes de crisis, incomprensión y hostilidad agresiva de la izquierda tradicional contra las desguazadas reformas de un presidente Hollande caído en el abismo de la impopularidad nacional.
Los mejores analistas estiman que Hollande ha reformado poco, tarde y mal, pero ha conseguido abrir un cisma o “guerra civil fría” entre las izquierdas.
Laurent Joffrin, director de Liberation, estima que las izquierdas francesas están consumando un “suicidio colectivo”, que él razona de este modo: “En 1978, los 900 miembros de la secta Jim Jones se suicidaron colectivamente en la jungla de la Guayana, bebiendo un líquido amarillo que les dio el gurú de la secta. Hoy, la izquierda francesa es el equivalente nacional de la secta Jim Jones. Y el líquido amarillo del suicidio es la división”:
Apenas menos severo, Gérard Grunberg, historiador, escribe en Le Monde: “El ala izquierda del PS precipita la descomposición del socialismo francés”. Alain Duhamel, profesor de ciencias políticas, escribe en Liberation: “La izquierda y la maldición del poder… Hoy como ayer, los socialistas afrontan la decepción, la desunión, el desencanto: el infierno y la maldición del poder, siempre”. Alain Bergounioux, historiador y miembro del PS, declara a Liberation: “La situación es muy grave, cuando las relaciones de fuerza en el país son muy desfavorables a la izquierda”.
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Le Monde, 12 / 13 mayo 2016, L’épilogue qui se profile sur la réforme du code du travail a déjà fait trois victimes : François Hollande, Manuel Valls et Myriam El Khomri.
Crisis que viene de muy lejos y va mucho más allá de las fronteras francesas:
Crisis generalizada del socialismo francés y el gobierno de François Hollande.
La crisis y la disolución de socialismos y socialdemocracias.
La crisis del socialismo español y las crisis de los socialismos y socialdemocracias europeas.
Crisis de los socialismos europeos.
Crisis de la socialdemocracia en Europa.
La crisis, la crisis de la socialdemocracia y la guerra de las ideas.
Se ahonda la crisis de los socialismos y socialdemocracias europeas.
Suecia, Zapatero y la crisis de los socialismos y socialdemocracias en Europa.
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