Boulevard du Montparnasse, 14 junio 2016. Foto JPQ. “Pero ¿qué hace a la policía? Salta a la vista…”.
Noches de vino y rosas… “El mundo es vuestro”.
Francia eterna… en crisis.
[ .. ]
Boulevard du Montparnasse, 14 junio 2016. Foto JPQ. “CGT, opio del pueblo”.
Francia se encuentra estado de emergencia policial, judicial, social y política, con el gobierno más impopular de las últimas décadas, afrontando con debilidad temibles desafíos terroristas, suburbanos, sociales, sindicales, cuando la Eurocopa ilumina ese arco iris de crisis con un fulgor inquietante.
Cualquiera de esas crisis sería muy grave, por si sola. Coincidiendo en el tiempo, componen un patético fresco del estado de la Francia de Hollande.
La noche del lunes al martes, un francés fanatizado por el yihadismo degolló a un comandante de policía y su esposa, en Magnanville, a 60 kilómetros de París. Antes de ser abatido a tiros por las fuerzas de seguridad, el asesino, tuvo tiempo de confesar que estaba “sediento de sangre”, aspirando a “convertir la Eurocopa en un cementerio”, en nombre de Daech.
Mientras Francia descubría y recordaba, inquieta, la “deriva” criminal / yihadista de varios millares de franceses crecidos en sus suburbios, varios centenares de miles de sindicalistas volvían a tirarse a la calle, en París y varias capitales de provincias, la tarde del martes, para continuar pidiendo la retirada de una reforma laboral aprobada en primera lectura con un decretazo sin voto parlamentario, antes de pasar al Senado, en segunda lectura, donde volverá a ser “retocada” al gusto o disgusto de unos senadores mayoritariamente conservadores.
Según los sindicatos CGT y FO, en París hubo la tarde del martes más de un millón de manifestantes. El ministerio del Interior estima que, en verdad, solo hubo entre 75.000 y 80.000 manifestantes. Más allá de la tradicional batalla de cifras, nadie duda del éxito de la última gran jornada de protesta. El vespertino Le Monde habla de “fuerte movilización”. Le Figaro habla de “gran manifestación”, con este matiz: “Los enfrentamientos violentos se cobraron más de 40 heridos”.
Se trata de un ritual ya clásico, tras el estallido de la crisis, a mediados del mes de enero pasado: las manifestaciones comienzan y terminan con estallidos de violencia “incontrolada”, que las unidades anti disturbios terminan “controlando” con gases lacrimógenos, cañones de agua y cargas para militares de una violencia creciente.
François Hollande, presidente, y Manuel Valls, primer ministro, esperaban que la protesta sindical contra la desguazada reforma laboral terminase “diluyéndose” con el comienzo de la Eurocopa, el 10 de junio, y la llegada al Senado del texto ya muy descafeinado de una reforma laboral. Esperanza vana. El comienzo de la Eurocopa abrió un nuevo frente de crisis. Los sindicatos anuncian nuevas jornadas de protesta. El Senado seguirá desguazando el proyecto gubernamental, tras aprobar el estado de emergencia nacional hasta finales de junio.
El presidente Hollande deseó reformar la Constitución para institucionalizar el estado de emergencia judicial, policial y militar, decretado tras los atentados terroristas del mes de noviembre pasado. Ese proyecto dividió gravemente a las izquierdas y no contó con el apoyo de las derechas. Enterrada la reforma constitucional, Hollande se ha “contentado” con la prolongación del Estado de emergencia judicial, policial y militar.
Con el fin de “reforzar” la seguridad nacional, ante las amenazas terroristas y los “desafíos” de la Eurocopa, el gobierno ha movilizado a más de 100.000 soldados, gendarmes, anti disturbios, policías del Estado y policías locales, regionales y privadas.
Despliegue excepcional, quizá, que no ha impedido el estallido de los estallidos de violencia en la periferia de los campos de fútbol de Marsella y Niza. El Estado había tomado todas las medidas policiales indispensables, “descuidando” el más inflamable de los “frentes”: la venta libre y masiva de bebidas alcohólicas en las inmediaciones de los campos de fútbol.
La presencia muy visible de soldados en los lugares públicos más emblemáticos tenía por objeto enviar mensajes de “seguridad” a una opinión pública amedrentada. La presencia de unidades militares en los lugares públicos más visitados por el turismo internacional no ha impedido que un francés fanatizado degüelle a un comandante de policía y su esposa, recordando, si es que podía olvidarse, que la “banlieue” parisina y los suburbios de las grandes ciudades francesas son un semillero de podredumbre criminal.
Las huelgas de basureros, en París, y las huelgas “aleatorias” de ferroviarios y pilotos, han aportado a tal panorama “perfumes” mal olientes y síntomas palmarios de angustia y desorden social grave, que tiene raíces de muy diverso origen.
El Senado aprobó hace días la prolongación del estado de emergencia nacional hasta finales de julio. Tras Roland Garros y la Eurcopa, el Tour abrirá un nuevo frente de inquietudes en el terreno de la seguridad nacional, cuando las distintas crisis siguen pudriéndose sin perspectivas de “solución”.
Los sindicatos dicen seguir “en pie de guerra” contra la reforma laboral. Daech ha reivindicado la matanza del fanático francés. La seguridad global de la Eurocopa (holliganismo, violencia suburbana, terrorismo) es un puzzle inflamable. La fragilidad política personal del presidente Hollande agrava la incertidumbre. Según el último sondeo de Le Figaro Magazine, un 84 % de los franceses tienen mala o muy mala opinión de su presidente, instalado en el podio del presidente más impopular de la V República.
Noches de vino y rosas… “El mundo es vuestro”.
París / Euro 2016… Crisis social y mucha basura.
Francia, estado de crisis.
La tragedia de Francia, hoy.
Las mujeres, en el corazón de la crisis de las crisis de Francia 2.
Las mujeres, en el corazón de la crisis de las crisis de Francia.
Crisis de todas las crisis de Francia 2.
Crisis de todas las crisis de Francia.
Hollande acelera el ocaso de Francia, 4.
Mujeres y jóvenes, nuevos pobres en la Francia de Hollande.
Jóvenes y mujeres, primeras víctimas de la pobreza en la Francia de Hollande.
Francia, víctima de un ogro filantrópico, el Estado.
Crisis, inmigración y multiculturalismo en Francia.
Europa / Francia: nueva problemática, aprender a vivir con el miedo.
La banlieue / los suburbios, pudrideros del tejido social de Francia.
El fútbol, la moda, el desarraigo, la publicidad, los suburbios, las crisis.
Hollande: “Siempre me quedarán los antidisturbios”.
Amor y guerra social en los muros de París, 24.
El ‘flâneur’, el cazador furtivo, el ‘Waldgänger’ y la fotografía de Quiñonero.
Deja una respuesta