Rue du Petit Pont, 9 junio 2016. Foto JPQ.
Virginie Despentes lo dice a su manera: «Francia está en plena menopausia».
Le Monde lo dice a toda página con cierta franqueza: Le couple franco-allemand miné par le Brexit.
Temo ser un poco más brutal.
[ .. ]
Francia crecerá este año de 2 a 3 veces menos que España: Bruxelles moins euphorique que Paris sur l’état de santé de la France.
Sin embargo, el presidente de la Banque de France se declara públicamente “optimista”: “La sortie du Royaume-Uni de l’UE ne représente pas une menace pour la croissance, attendue à 1,4%”.
Temo tener una visión mucho más pesimista sobre el estado y el puesto de Francia en la “nueva” Europa “post Brexit”…
“El voto del Reino Unido somete a Europa a una dura prueba”, estima François Hollande, que se propone lanzar una “iniciativa”, nacional o franco – alemana, tras recibir a los presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado, los dirigentes de todos los partidos políticos parlamentarios.
Grave solemnidad institucional que contrasta con una tragedia íntima, nacional: la influencia de Francia en Europa ha caído a sus niveles históricamente más bajos. Sin olvidar el frente político estrictamente nacional, Hollande insiste en la gravedad del voto inglés: “Europa se está jugando su disolución, corriendo el riesgo de un repliegue nacional. Un peligro inmenso, ante los extremismos y populismo”.
Insistiendo en el mismo tono grandilocuente, Manuel Valls, primer ministro, considera “imprescindible y más urgente que nunca” una “reflexión colectiva”.
En nombre de la oposición conservadora, Nicolas Sarkozy hizo la tarde del viernes una declaración programática con varios puntos básicos: “Restaurar los grandes principios de la seguridad interior y las fronteras comunes”. “Un gobierno económico de la zona euro”. “Recortar los poderes acumulados por la Comisión europea”. “Frenar el proceso de la ampliación de la UE”.
Grandes proyectos franceses, a la espera de posibles aliados. Hollande y Angela Merkel llevan varios años sin llegar a proponer nada en común, confirmando un vacío diplomático que tiene raíces muy profundas. Nicolas Sarkozy se entrevistó días pasados con la canciller alemana, sin llegar a trabar ningún proyecto común.
Desde otra óptica, los grandes principios gubernamentales y políticos franceses contrastan con una grave pérdida de la influencia europea de Francia, minada por la fragmentación del paisaje político nacional.
Los últimos sondeos confirman la tendencia de los tres últimos años: Marine Le Pen, partidaria del “Frexit” (salida de Francia de la UE), eliminará al presidente de la República en la primera vuelta de las próximas elecciones presidenciales, a finales de abril y primeros de mayo de 2017.
La credibilidad personal de Hollande en la escena europea es igualmente modestísima. ¿Puede “influir” o hacer proposiciones “creíbles”, en Europa, un presidente que es incapaz de “gobernar” a su propio partido, el PS, profundamente dividido a primera sangre política por la política presidencial? ¿Son creíbles los proyectos de reformas europeas de un presidente que no consigue reformar su propio país?
Desde su elección, el mes de mayo de 2012, Hollande ha anunciado en varias ocasiones “iniciativas europeas”… que nunca llegaron a ser realidad, rechazadas con diplomático silencio por la Alemania de Angela Merkel, de entrada. La canciller alemana y el presidente francés llevan varios años camuflando con retórica diplomática sus diferencias de fondo en todos los terrenos europeos más inflamables, comenzando por la crisis de los refugiados.
Sin duda, el presidente Hollande volverá a la carga con posibles “iniciativas” francesas o franco – alemanas. La gravedad inflamable del voto británico aconseja prudencia e iniciativas “concertadas” con los aliados más influyentes. Pero la fragilidad nacional francesa es un handicap de fondo.
A diez meses de la próxima elección presidencial, la fragilidad presidencial también es un reflejo bastante fiel de la fragmentación política nacional. Según los sondeos, la opinión pública francesa sigue siendo partidaria de la construcción política de Europa, la UE y la zona euro.
En la práctica, no es un secreto la emergencia de corrientes nacionalistas, veladamente anti europeas, de extrema izquierda, izquierda, derecha y extrema derecha. A la izquierda, el PCF y la izquierda de la izquierda, hacen campaña permanente contra la “austeridad europea”. Dentro del PS, hay varias personalidades influyentes partidarias del “nacionalismo económico”.
A la derecha, la política alemana suscita muchas reservas en terrenos estratégicos, como la inmigración y los refugiados. A la extrema derecha, Marine Le Pen, saluda el Brexit como “pan bendito”, reclamando un referéndum nacional, proponiendo un voto “Frexit”, la salida pura y simple de Francia de la UE.
Quiñonero, en RTL, para explicar el Brexit y las crisis nacional / europeas.
Brexit y crisis / ocaso histórico de Europa.
Brexit contado por Martin Parr, Paul Graham, Chris Killip, Miles Aldridge y …
Brexit ilumina un paisaje de ruinas inglesas, escocesas, irlandesas, europeas.
Brexit… voto enfrentado de los países / naciones del antiguo Reino Unido.
Brexit, Trump, Le Pen y las semillas nacionales / patrióticas del Terror.
Terrorismo, refugiados, crisis económica y social de Europa… el diagnóstico de Kissinger y Giscard.
Terrorismo, refugiados, crisis social / económica y el ocaso de Europa.
… crisis de la construcción política de Europa, empantanada desde hace años en un inmovilismo bizantino que habla de su ocaso histórico. Cuando la UE cree subcontratar el control de sus fronteras este / mediterráneas pagando 3.000 millones de euros a Turquía, dos analistas anglosajones insisten en la íntima relación de las tres crisis paralelas: terrorismo / seguridad; refugiados y crisis económica / financiera.
Paul Krugman teme que Europa sea víctima de una ausencia de “unidad” nociva y mortal para su futuro: Europe the Unready, La desprevenida Europa.
Wolfgang Münchau teme que Europa sea víctima de una ausencia de dirección estratégica “indispensable para sobrevivir”: Europe needs a sense of strategic direction to survive.
Carencias históricas denunciadas por Kissinger desde hace varias décadas: Kissinger nos ayuda a comprender la fragilidad de Europa / Francia ante el terrorismo.
George Steiner, el ocaso de Europa y el desarraigo de los jóvenes europeos.
Europa, entre Putin, los estragos de la crisis y su ocaso histórico.
La crisis de Europa, vista por Quiñonero y Timothy Garton Ash.
Robert says
La gente inglesa ha sido siempre libertarios. Recuerda la Magna Carta. Me sorprendieron esta vez.
Escocia quiere quedarse en Europa.
JP Quiñonero says
Robert,
En verdad, no me han sorprendido nada: Europa toda vive un histórico proceso de fragmentación y ocaso… que puede prolongarse… ¿años? ¿siglos? Veremos…
Dicho esto, la decadencia no deja de tener su encanto, sus encantos, si uno puede pagárselos.
Q.-
Robert says
Los inglesas tenian miedo de peder su soberanía política… estar un estado en un grupo de estados, de bajo de unos burócratos sin rostro en la ciudad de Bruselas.
El estado de Tennessee lleno de gente libros ha perdido nuestra soberanía y no puede promulgar leyes sin mirar encima de su hombre.
JP Quiñonero says
Robert,
Temo que la cosa se un poco más complicada, pero bueno.
En verdad, los burócratas manda muuuuucho meno de lo que se dice. La «culpa», si alguien es culpable, es de los Estado, en crisis generalizada.
Tennessee, ay… en tiempos soñé con largarme a California. Han pasado algunos años…
Q.-