Halle Freyssinet, 28 mayo 2011. Foto JPQ.
Se le cae el pelo, ay…
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14 julio 2016. Foto JPQ sobre imagen TV intervención jefe del Estado con motivo de la fiesta nacional. Après les révélations du Canard enchaîné sur le montant du salaire de son coiffeur (9 895 euros brut), François Hollande a dit “entendre ce que ça peut représenter”, tout en rappelant qu’il avait “fait baisser le budget de l’Elysée” ainsi que son salaire (- 30 %).
Con optimismo heroico, François Hollande estima que todavía puede “relanzar” la construcción política de Europa y ser reelegido jefe del Estado, desmintiendo a los sondeos que lo cotizan como el presidente más impopular de la Va República.
Las críticas feroces a su política anti terrorista, antes y después de la matanza de Niza, no han mermado su confianza en sí mismo.
Los diputados serán invitados a aprobar la semana que viene la prolongación del estado de emergencia nacional decretado por el presidente, a pesar de las críticas de “inoperancia” caídas como chuzos de punta desde todo el abanico social y político nacional.
Los enfrentamientos públicos a primera sangre política entre su primer ministro, Manuel Valls, y su ministro de economía, Emmanuel Macron (rivales a la conquista del mismo electorado de centro izquierda, “social liberal”), confirman al presidente en lo “bien fundado” de su nuevo proyecto electoral propio: crear una “Alianza Popular”, que el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, presenta de este modo: “Nuestra Bella Alianza Popular será una alternativa al liberalismo ambiente y el nacionalismo triunfante”.
En un lenguaje menos lírico, Hollande espera que su Alianza Popular (AP) sea una “federación electoral de todas las izquierdas”, esperando “reconquistar” a los 40 o 50 diputados socialistas que no han deseado votar una reforma laboral rechazada por todas las izquierdas políticas y sindicales.
En el caso de Hollande y el PS, “alianza popular” es un slogan electoral muy alejado de la realidad social: más del 30 % de los obreros franceses votan sistemáticamente al Frente Nacional (FN, extrema derecha) desde hace más de veinte años.
El presidente esbozó el primer objetivo electoral de su “alianza popular” durante su intervención solemne del 14 de julio, tras las ceremonias de celebración de la Fiesta nacional: “Consolidar la unidad nacional, cuando sus valores esenciales pueden estar amenazados…”. En términos apenas velados, Hollande sale al paso del programa ultra nacionalista de la extrema derecha y de los programas tímidamente “liberales” del centro y la derecha. En Francia, la palabra “liberal” es un arma política arrojadiza. Hollande se presenta como “defensor” contra un eventual programa liberal – conservador calificado preventivamente de “amenazante para la solidaridad nacional”.
Mientras sus delfines políticos, Manuel Valls y Emmanuel Macron, se disputan a mordiscos rabiosos el “target” publicitario “social liberal”, Hollande comienza a instalarse en el podio del mejor candidato de las izquierdas contra las “amenazas” de Marine Le Pen, Nicolas Sarkozy o Allain Juppé.
Confiado en su “destino nacional”, al frente de una “Bella Alianza Popular”, Hollande se presenta a sí mismo como “artífice” de un posible “relanzamiento” de la UE, tras el Brexit.
Hollande comenzará la semana que viene una gira europea. El día 19 visitará Portugal. El día 20 estará en Austria, la República Checa y Eslovaquia. El 21 recalará en Irlanda.
El presidente francés presentará a sus interlocutores portugueses, austríacos, checos, eslovacos e irlandeses unas iniciativas que sucesivos gobiernos franceses, de izquierda y derecha, llevan muchos años sugiriendo, sin éxito, a todos los vecinos y aliados europeos: “gobierno político de la zona euro”, “un presupuesto y un parlamento común para la zona euro”, “una coordinación más profunda entre el grupo de países que deseen acelerar una mejor integración”.
Jacques Chirac ya propuso ideas muy semejantes a Gerhard Schröder, con poco éxito: el canciller alemán consumó unas reformas nacionales que Chirac no pudo o no quiso realizar en Francia. Nicolas Sarkozy propuso ideas muy semejantes a Angela Merkel, con poco éxito: la canciller alemana respondió con un Pacto fiscal europeo que Hollande tampoco ha cumplido. Tras las elecciones europeas de 2014, Hollande retomó los antiguos proyectos nacionales, en vano. El presidente francés relanzó la misma iniciativa el mes de julio de 2015, recibiendo una diplomática respuesta de Angela Merkel, sin consecuencias prácticas conocidas.
Tras el Brexit, la canciller alemana propuso una reunión en Berlín, con Hollande y Matteo Renzi. A juicio de la prensa alemana, Merkel invitó al presidente del consejo italiano porque no considera “fiable” al presidente francés.
Así las cosas, Hollande iniciará la semana que viene una discreta gira por cinco países europeos, intentando ganar aliados para las empantanadas iniciativas francesas, que chocan, hoy como ayer, con una tragedia de fondo: Francia ha perdido mucha influencia en Europa; y el presidente Hollande ha recortado esa influencia menguada.
Guinda esperpéntica, la “crisis” del sueldo mensual del peluquero personal de Hollande (9.985 euros, con cargo a los presupuestos del Estado) destiñe en todos los frentes políticos.
“¿Cómo puede aspirar a “reformar” la UE un presidente que no consigue reformar su propio país?” repiten al unísono fuentes diplomáticas y analistas políticos. “¿Como puede llamarse “socialista” y de “izquierdas” un presidente que tiene peluquero propio, con un sueldo superior al de todos los ministros?” repiten una y otra vez los lectores de periódicos y los oyentes de emisiones audiovisuales. Detalles que no modifican de ninguna manera la determinación del presidente y su guardia pretoriana.
Francia, tras la matanza de Niza… en estado de crisis policial, social, política, cultural.
La matanza de Niza ilumina de modo sombrío todas las crisis de Francia:
De entrada, crisis de su modelo de seguridad interior: Francia / Hollande: ineficacia del antiterrorismo.
Reflejo sombrío de otras crisis paralelas…
Crisis social: ¿Existe todavía una sociedad francesa?
Crisis multi & transcultural: París y sus barrios étnicos, entre multi & transculturalismo 2.
Crisis de identidad: Francia y el fútbol… crisis de identidad nacional.
Crisis del puesto en la nueva Europa: Brexit… Francia, eslabón débil de la “nueva” Europa.
Crisis parlamentaria: … “49.3 = Decretazo = Follada”.
Francia… en estado de crisis policial, social, política, cultural…
Noches de vino y rosas… “El mundo es vuestro”.
París / Euro 2016… Crisis social y mucha basura.
Francia, estado de crisis.
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Las mujeres, en el corazón de la crisis de las crisis de Francia 2.
Las mujeres, en el corazón de la crisis de las crisis de Francia.
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