Sant Vicenç de Montalt, 25 julio 2016. Foto JPQ.

“Solo la anarquía nos salvará de este caos” dice la primera pintada que descubrí este verano, en ese banco, durante mi primer paseo matinal.

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Los colegas dicen aproximadamente lo mismo, de manera mucho más rancia:

“Sánchez, tras verse con Rajoy: La izquierda no apoyará a la derecha.”

“Rajoy: Si Sánchez se mantiene en el ‘no’, habrá nuevas elecciones.”

“El Ibex se tiñe de rojo y pierde los 8.400 puntos.”

“Rajoy planteja a Sánchez que només hi ha dues opcions: la gran coalició o terceres eleccions.”

“El Govern ratifica la seva obediència “al mandat democràtic del 27-S”.

En su día, los personajes de Aquí no hay quien viva lo dijeron con mucha más gracia:

Mariano: “Si alguien pregunta por mí, estoy en la azotea.”

Concha: “¡Váyase, señor Cuesta! ¡Váyase!” [ .. ] “¡Chorizo!”. “¡Golfas!” (Refiriéndose a Alicia y Belén) [ .. ] “¡Váyase, señor Heredia! ¡Váyase!” (A Higinio, en la primera junta con Higinio como presidente). [ .. ] “¡Cuánto vicio!”.

Emilio: “Yo soy el portero, un profesional de la información.”

Belén: “Alicia, es que no lo entiendo, ¿cómo puedes ser feliz? ¡Si no tenemos motivo!”

Andrés: “Hijo, ¿qué te he dicho yo siempre de las drogas?. Pablo: “Que no compre, que espere a que me inviten.” Andrés: “Eso fue en la boda de tu prima, estaba borracho. Digo sobrio.”

Belen: “Mi vida es una mierda.” [ .. ] Carmen: “Ya está Belen dando la nota positiva.”

José Miguel: “Yo voy haciendo una lista de geriátricos para planificar mi venganza.” [ .. ] «Anarquía y cerveza fría» … Aquí no hay quien viva.

Etcétera.

¿De dónde viene la incapacidad para dialogar con el vecino que culmina, hoy como ayer, en el desgobierno, la fragmentación y el Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas..?