Desastres de la guerra n.º 66: Extraña devoción!
Convertido en rejoneador de fantasmas, instalado su féretro vacío “en una caseta de feria donde de forma gratuita algunos rezagados buscaban obtener el carnet de antifranquista”.
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Espectáculo castizo por antonomasia: la adoración de los cadáveres, para mejor profanarlos:
“Entre los desconocidos presentes en aquella despedida, todavía hubo varios personajes que, andando el tiempo, deberían ocupar un puesto eminente en la escena pública de Caína, por muy distintas razones, tras la interminable agonía del generalísimo ganador de la guerra civil y la confusa transición política que siguió a su muerte, en el hospital donde sus deudos prolongaron su vida artificialmente, durante unos meses de esperpéntico Entierro de la Sardina. Con los años, muchos de los testigos de aquella historia sonámbula recordarían de que ominosa manera todos los dominios cainitas estuvieron por aquel tiempo atenazados por el miedo más torvo hacia los poderes invisibles de la mortaja de un caudillo cuyo cuerpo fofo, abotagado por la quimioterapia, había comenzado a descomponerse, aunque todavía estaba bien presente el recuerdo pavoroso de su crueldad enfermiza…” ANDANTE SOSTENUTO PARA UNA NOCHE DE INVIERNO. 4. Una tarde de otoño.
Semillas italianas del “no es no”, la corrupción filantrópica y la crisis del PSOE.
La crisis del PSOE y el espectáculo castizo del desollamiento.
La crisis del PSOE en el marco de la crisis global de los socialismos y socialdemocracias europeas.
txema says
Tiene toda la razón F Valls, así es como crean mas independentistas y mas odio que es aun peor.
Saludos
JP Quiñonero says
Txema,
Valls dice cosas que me parecen razonables, si.
Mi punto de vista quizá sea menos «próximo» y más «filosófico» o como sea… para mi, todo el lío de unos contra otros, a estacazos, con motivo del insepulto, todavía, es un espectáculo esperpéntico, que Goya nos ayuda a comprender desde una óptica más histórica, a mi modo de ver. Toco madera, claro,
Q.-