Ministerio francés del Interior, 20 febrero 2014. Foto JPQ. Manuel Valls, primer ministro de Francia.
Hace apenas cinco años, Manuel Valls se presentó a las primarias socialistas de 2011 con este programa:
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“El Partido Socialista corre peligro de muerte, encerrado en una arcaica visión del mundo. Hace tiempo que propuse cambiar el nombre del Partido Socialista… ya que ese nombre no responde a la realidad de nuestro tiempo. Tras dos elecciones presidenciales fallidas, el PS está en una encrucijada: debe cambiar de nombre, renovarse o morir. Yo soy candidato a la candidatura socialista a la presidencia de la República, para comenzar cambiando el socialismo francés, víctima de sus arcaísmos, hoy”… Manuel Valls y la reforma del socialismo francés.
Con ese programa, Valls consiguió el 5,63 % de los votos en la Primaire citoyenne de 2011. Fracaso sin gloria y muchos enemigos.
Han pasado cinco años. Y Valls vuelve a presentarse como candidato a la candidatura socialista a la elección presidencial, Primaire citoyenne de 2017, del 22 y 29 de enero próximo, con un programa igualmente mesiánico: aspirando a ser el salvador del PS, el salvador del socialismo, el salvador de las izquierdas y el salvador de Francia… Pour incarner le “cœur de la gauche”… Quand Manuel Valls assumait “des positions irréconciliables à gauche”.
No sin cierta benevolencia, Le Monde subraya que existen “dudas” sobre la “capacidad” de Valls de “unir a las izquierdas”… Après la candidature de Manuel Valls, des doutes sur sa capacité à rassembler.
En su origen último el mesianismo de Valls venía directamente de su formación religiosa catalana, sus primeras lecturas adolescentes de Mossèn Cinto Verdaguer.
Esa raíz religiosa original se enriquecería más tarde con la frondosa tradición del mesianismo político francés, bonapartista, gaullista: el mesianismo del hombre providencial que se cree llamado a salvar a la Patria.
En esas estamos.
Crónica del hundimiento de la casa Hollande.
Valls y las ruinas del socialismo francés.
Repito en la radio y la tv francesas, RTL y LCI, desde hace años, que Manuel Valls hubiese podido ser un buen candidato presidencial para las derechas francesas.
Hace años, el mismo Valls pedía que el PS enterrase por defunción la palabra “socialismo”: “El Partido socialista corre peligro de muerte, encerrado en una arcaica visión del mundo”, Manuel Valls y la reforma del socialismo francés.
Incapaz de reformar el PS, Valls aspira hoy al ser el candidato socialista a la próxima elección presidencial. Temo que el primer ministro francés siga causando urticaria en la piel de las izquierdas francesas.
Hollande y la crisis global de la vieja izquierda.
Me entristece verlo enredado en esa tela de araña, de donde me gustaría saliese ileso, en recuerdo de sus padres.
Hollande se va… deja tras si un campo de ruinas cainitas.
Le Monde anuncia el suicidio de izquierdas y socialismos franceses.
La izquierda Titanic.
Valls “hijo predilecto de Franco”, cabeza de turco de Hollande.
Manuel Valls, en jefe de guerra; retrato improvisado.
Hollande y Valls, a navajazos.
Valls: entre el Olimpo y el Infierno, pasando por Hollande.
Hollande / Valls, de Franco / Fraga a House of Cards.
Manuel Valls, entre los cocodrilos socialistas y el riesgo de implosión del PS.
Valls / Hollande: más recortes, menos socialistas.
Hollande, Valls y la lluvia de sapos que no cesa.
Valls, sus 50.000 millones y una tormenta de sapos “socialistas”.
Valls: “La izquierda puede morir”.
Le Monde intenta evitar el linchamiento político de Manuel Valls.
Valls, Hidalgo, Dati, Vallaud-Belkacem… la nueva Francia mestiza.
Xavier y Manuel Valls, historias de un destierro familiar.
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