Rue Raymond Losserand, 20 septiembre 2009. Foto JPQ. El francés y el inmigrante.

La Jungla y los ataques de pánico moral en París / Francia – Aligre.

Pánico moral.
Moral panic.

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Consecuencia palmaria del pánico moral, la lucha contra la inmigración legal e ilegal se ha instalado en el corazón de la campaña de las próximas elecciones presidenciales, cuando Marine Le Pen vuelve a cotizarse a la alza, como ganadora de la primera vuelta y los socialistas temen un hundimiento histórico.

François Fillon, candidato de Los Republicanos (LR, conservador), ha relanzado su campaña personal insistiendo en la importancia “crucial” de dos de los puntos centrales de su programa: Francia “debe decidir” cada año cuantos inmigrantes puede o no puede recibir, con un voto solemne en la Asamblea Nacional; Francia debe exigir la “reforma” de los Acuerdos de Schengen, muy malparados tras la gran crisis de la inmigración que estalló el 2015.

Fillon pudiera convocar un referéndum nacional, el otoño próximo, para avalar esa nueva política francesa de seguridad interior, nacional y europea.

Marine Le Pen es mucho más drástica en sus proposiciones: “expulsiones masivas” y “cierre de fronteras” para “romper” con los Acuerdos de Schengen.

Fillon y Le Pen sigue siendo los grandes favoritos de todos los sondeos. Pero el resto de los candidatos de centro, izquierda y extrema izquierda, también proponen medidas de “control estricto” de las fronteras, cuando el “goteo” de la inmigración legal o ilegal ha vuelto ha convertirse en París en un problema urbano de gran calado.

Durante el 2016 fueron desmantelados una treintena de campamentos “salvajes” instalados al norte de París, a quince minutos, cortos, de la catedral de Notre-Dame. Tras los cierres, la alcaldía parisina creó un “centro de acogida” de inmigrantes, que ha quedado rápidamente desbordado. Varias organizaciones humanitarias reclaman medidas de “urgencia” ante la aparición de nuevos campamentos, que el ministerio del Interior no consigue “frenar”, a pesar de importantes despliegues de fuerzas anti disturbios.

Todos los estudios sociológicos sugieren que el tema de la inmigración, legal y legal, ocupa un puesto privilegiado en las “preocupaciones” populares, obligando a los candidatos a la jefatura del Estado a tomar posiciones, en beneficio del candidato conservador (Fillon) y la candidata de extrema derecha (Marine Le Pen).

Según el último sondeo del semanario Paris Match, la candidata del FN cuenta hoy con un 26 % de intenciones de voto en la primera vuelta (23 abril), para ser derrotada en la segunda (7 mayo) por el candidato conservador. Sorprende en ese mismo sondeo la posición humillante de todos los eventuales candidatos socialistas.

Según el sondeo de Paris Match, el mejor candidato del PS, Manuel Valls, solo conseguiría un catastrófico 10,5 % de los votos de la primera vuelta, detrás de Emmanuel Macron (17 %), ex ministro, social reformista, y de Jean-Luc Mélenchon (12 %), populista de izquierdas. El resto de los eventuales candidatos socialistas, Arnaud de Montebourg o Benoît Hamon, pudieran tener resultados todavía más catastróficos.

A doce semanas de la primera vuelta presidencial, el PS espera “relanzar” su campaña, tras las elecciones primarias del 22 y el 29 de este mismo mes de enero. Ningún estudio de opinión parece creer en tal “relanzamiento”, cuando el candidato social liberal (Macron) y el candidato populista de izquierdas (Mélenchon) caracolean a la alza en detrimento de un PS hundido en una de las peores crisis de su historia.

Marine Le Pen espera ser la gran beneficiaria del clima de incertidumbre, inseguridad, crisis económica y social que pone un oscuro colofón al fallido mandato presidencial de François Hollande. François Fillon insiste en su proposición de “gran ruptura” económica y cultural.

Pánico moral en París y más allá.

París mestizo.

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