Avenue Ledru-Rollin, 16 abril 2017. Foto JPQ.
Derecha liberal e izquierda intelectual dicen lo mismo: el macronismo es un nuevo rostro una vieja enfermedad nacional…
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.. que Edgar Faure resumía con esta frase legendaria: “El inmovilismo ha triunfado. Nadie podrá detenerlo”.
A la derecha liberal reformista, Gaspard Koenig estima que las primeras reformas del primer gobierno Macron pudieron hacerlas Hollande o Sarkozy; se trata, a su modo de ver, de proyectos “de la derecha clásica y fofa”, que “nunca ha hecho nada, lo bloquea todo y no se atreve a nada”: “La ligne Philippe-Le Maire, c’est cette droite pâteuse qui n’ose rien”.
A la izquierda intelectual, Thomas Piketty piensa que el macronismo se asemeja muy mucho a la “tecno estructura de Hollande”, temiendo que la “micromanía” no lleve a ninguna parte: “Il est temps que l’on sorte de la macronmania actuelle et que l’on parle enfin du fond”.
Hice las mismas críticas con varios días de antelación:
La “revolución” Macron “provisionalmente aplazada”.
Macron, de Luis XIV a Giscard, pasando por Napoleón y de Gaulle.
Macron, presidente hiperpotente, monarca absoluto.
Macron, absolutismo posmoderno.
Macron y el macronismo comenzaron siendo un producto glamour chic.
Una pregunta Juan Pedro. ¿Crees que el tiempo de gracia de Nicolas Baverez a Macron ha terminado? Gracias
Antonio,
Lo que piensa Nicolas Baverez es muy semejante a lo que piensa Gaspard Koenig. Muy groseramente, hay quienes pensamos -creo haber sido el primer el escribirlo: La “revolución” Macron “provisionalmente aplazada”– que Macron hizo promesas razonables. Su puesta en práctica comienza por ser bastante tímida… con lo cual, todos los problemas de fondo corren el riesgo de agravarse o empantanarse. Baverez, Koenig, y hasta yo mismo, esperan / esperamos, que el presidente sea un poquito más «audaz». Si no lo hace antes de Navidad, corre el riesgo de decepcionar mucho…
Q.-
PS. Baverez: “O Macron realiza reformas en seis meses, o los populismos tendrán abiertas todas las puertas”.