Campos Elíseos, 11 julio 2017. Foto JPQ.
Ayer comenté en RTL que la derecha tradicional francesa es un campo de ruinas, Les Républicains : le bureau politique a-t-il flanché..?
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Françoise Fressoz, por su parte, estima que en el gobierno de Emmanuel Macron cohabitan dos derechas, Duel des droites en Macronie (Le Monde, 11 / 12 julio).
Creo que lleva razón. En verdad, me digo, siguiendo a Fressoz, en el primer gobierno Macron quizá cohabiten tres o cuatro derechas:
La derecha más o menos fofa de Edouard Philippe, primer ministro, antiguo portavoz de Alain Juppé, un conservador clásico / moderado.
La derecha más o menos liberal (a la francesa) de Bruno Le Maire, ministro de economía, ex candidato conservador a la presidencia de la República, un conservador partidario de “bajar rápido los impuestos, al mismo tiempo que se consuman los recortes necesarios”.
La derecha acomodaticia de Gérald Darmanin, ministro del presupuesto, ex portavoz oficial de Sarkozy, con un margen de maniobra muy relativo.
La derecha reformista que encarna el propio Emmanuel Macron, siguiendo la tradición del primer Valery Giscard d’Estaing.
En el primer gobierno de Macron también están presentes otras sensibilidades: antiguos “socialistas”, “centristas”, “conservadores constructivos”, personalidades de la sociedad civil con ínfulas “reformadoras”.
¿Hacia donde navega ese iris de conservadurismos reformadores a geometría variable?
Pues vaya usted a saber.
Gran ventaja, a su favor: el hundimiento histórico del socialismo y la derecha tradicionales… Benoît Hamon… Suicidio y descomposición del socialismo francés. Hundimiento histórico de las derechas, en Francia.
Macron, primeras decepciones: “El inmovilismo ha triunfado. Nadie podrá detenerlo”.
La “revolución” Macron “provisionalmente aplazada”.
Macron, de Luis XIV a Giscard, pasando por Napoleón y de Gaulle.
Macron, presidente hiperpotente, monarca absoluto.
Macron, absolutismo posmoderno.
Macron y el macronismo comenzaron siendo un producto glamour chic.
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