Mataró, carrer de Barcelona, 10 agosto 2017. Foto JPQ.

En el carrer de Barcelona de Mataró, la proclamación de la “República (catalana) igualitària de tothom” se acoge a la protección de la Mare de Déu del Carme, iluminada a toda hora en su hornacina en la calle más concurrida de la ciudad.

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Temo que la protección de la Madre de Dios no sea suficiente para salvar la Proposició de llei de transitorietat jurídica i fundacional de la república, cuyo primer artículo dice así: “Article 1. Estat Català. Catalunya es constitueix en una República de Dret, democràtica i social.” JxSí i la CUP aprovaran la llei de transitorietat abans de l’1-O.

Ese proyecto de Ley de JxSí y la CUP me parece una barbaridad irresponsable.

Hace exactamente diez años anuncié la previsible proclamación de una República Catalana de los Pirineos, en unos términos esperpénticos hoy mucho más actuales que ayer: Caina(s), Pla, los impuestos y la independencia de Cataluña.

Diez años después, las metamorfosis del paisaje político catalán y el inmovilismo madrileño han agravado todos los frentes de crisis…

“… consumada la liquidación por derribo y destrucción de todos los fundamentos culturales, sociales y políticos del proyecto que Jordi Pujol contribuyó a construir de manera determinante, Cataluña / España sufrirán durante muchos años ¿y décadas? de tal proceso saturnal…” Destrucción del legado de Jordi Pujol.

Queda un campo de ruinas cainitas y un paisaje político balcanizado:

España / Cataluña, el Proceso, el 1-O… tras la matanza de las Ramblas del 17-A y la manifa “No tinc por”.

Cataluña / España: la “desconexión democrática” y la “república” del 47,78 %.

Puigdemont y la voluntad del “pueblo catalán”.

España.
Cataluña.

Fotografía.