El aquelarre o El gran cabrón.
¿Permitirá la restauración del orden constitucional la restauración de las grietas y fracturas de la sociedad civil en Cataluña..?
[ .. ]
¿Hay otro medio?
¿El motín? ¿La insurrección?
¿Hay forma de vivir en sociedad, si no se usan las mismas palabras con un significado común y respetado por el conjunto de los hombres y mujeres que la componen libremente..?
El uso antagónico y cainita de palabras esenciales, como “pueblo”, “país”, “libertad”, “derechos”, “democracia”, “derecho a decidir”, “dignidad”, introdujo en la sociedad catalana unas semillas que seguirán dando frutos podridos durante días, semanas, meses y años, quizá muchos años.
Los corifeos y comisarios políticos -de todos los bandos- seguirán cobrando por seguir “opinando” indefinidamente. Y su cizaña envenenada seguirá atizando un guerra civilísimo larvado de carácter tribal.
La tarea cainita de los flautistas de Hamelín, conduciendo a sus pueblos al río revuelto donde ganan sueldos y subvenciones los pescadores en aguas podridas, ha sido acompañada, en esta ocasión, por periodistas, profesores, escritores, artistas, hombres de cultura de muy diversa sensibilidad.
Hace siglos que defiendo una tesis cultural: NO HAY SOLUCIÓN MERAMENTE POLÍTICA PARA LA CRISIS CATALANA, QUE SOLO PODRÁ “SOLVENTARSE” (¿?) SI SE ABORDA DESDE UNA ÓPTICA CULTURAL…
Pura ilusión, cómo dudarlo.
No se me escapa que el Aquelarre es una forma canónica de participación en las comuniones tribales en una sociedad secularmente presta al Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
España / Cataluña, tras el 1-O… esperando la DUI, Disparate de toros.
La nueva edición de mi libro De la inexistencia de España, con prólogo de Jordi Amat, estará en librerías el próximo otoño y comienza con esta frase: ¿Cuál es el origen último de la más grave de las crisis seculares de España?
Caína.
Una temporada en el infierno.
Cataluña.
España.
Pablo Eugenio Fernández Jiménez says
De ilusión también se vive, Quiño. Pero si la solución es cultural bienvenida sea. Porque la educación y la cultura del contrario es la que nos ha traído hasta aquí, que sea la cultura del esfuerzo, la concordia y la solidaridad la que nos saque.
Sigamos leyéndonos, volvamos a Sinera, que yo también nací en el Mediterráneo
JP Quiñonero says
Pablo,
Bueno. Ya somos dos ilusos. Lo llevo con resignación budista. Quiero pensar que tu haces lo propio. ¿Gramsci? ¿Raymond Aron? decían oscilar entre el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad… a ver si tomando un café me chuto un poco, oye,
Q.-
maty says
SOLO PODRÁ “SOLVENTARSE” (¿?) SI SE ABORDA DESDE UNA ÓPTICA CULTURAL…
Cerrando TV3 y Catalunya Radio y volviéndolas a abrir con nuevos profesionales y plantillas mucho más pequeñas, acorde con el tamaño de la economía catalana.
Eliminando las subvenciones a los medios de (in)comunicación catalanes.
El dinero ahorrado podrá ser invertido en Sanidad y Educación principalmente, más útiles para el bienestar de las personas.
Quitar las competencias de Educación por unos cuantos años. Limpieza del departamento y profesorado tras una inspección continuada por quien corresponda.
No es tan difícil y máxime ahora. Sólo hay que aplicar las leyes y normas vigentes. Quien no haga bien su trabajo ha de ser sancionado, suspendido y/o despedido.
Joaquín II says
Una pregunta sobre el libro. ¿Es una reedición o has añadido nuevos capítulos, ideas, etc…?
Un cordial saludo
JP Quiñonero says
Joaquín,
Esta cuarta edición es mucho más política. El epílogo incluye mi visión del Proceso, desde la perspectiva de la historia político / cultural. El nuevo prólogo es un texto que comienza con esta frase: «¿Cuándo comenzó la más grave de la crisis de la historia de España..?» Cuento como yo he percibido el origen de la crisis actual desde una perspectiva personal, biográfica y cultural. Jordi Amat, por su parte, ha escrito otro prólogo que nunca le agradeceré bastante, diciendo que… mi libro es hoy más actual que nunca.
Q.-
Jordi says
No es por hacer la pelota, pero me da por pensar en la historia trazada en tu libro a menudo últimamente, desde la distancia, con incredulidad ante el hecho de que la trayectoria de la historia no se desvió en los últimos 40 años. No hemos aprendido nada…
JP Quiñonero says
Jordi,
Ay… alguien dijo que solo se aprende a palos. Y aún, Jordi, aún… Mi abuela Encarna hubiese dicho «qué Dios nos ampare»… pero no se si Dios está para estos negocios,
Q.-
PS. Mi libro, si, amarga alegría, la confirmación de su tesis central.
maty says
‘El Periódico de Catalunya’ pierde 1,6 millones
https://cronicaglobal.elespanol.com/business/confidente-vip/periodico-catalunya-pierde-millones_91385_102.html
[ Los resultados de explotación se contrajeron de 7,8 positivos a 1,3 millones negativos. El resultado final también cambió de signo: pasa de 5,3 millones de beneficio a 1,6 millones de pérdida. Y ello, tras ingresar 568.000 de subvención a fondo perdido de la Generalitat… ]
Y eso que han reducido la plantilla. Apenas actualizan contenidos en la web. Además de la subvención están los ingresos vía publicidad institucional.
Si no yerro, ningún periódico español en soporte papel genera beneficios ni con la mejoría económica.
Sólo algunos exclusivamente digitales van bien.
maty says
Por qué nos iremos de Cataluña Marco Hulsewe, empresario y expresidente del Círculo de Empresarios Holandeses
http://www.expansion.com/opinion/2017/10/06/59d7672ee2704e625e8b4587.html
[ El daño a la sociedad civil catalana y su economía irá para largo. La sociedad se ha fracturado por completo y se ha instaurado una percepción de riesgo en el inversor.
Por todo ello tenemos claro, y muchos como nosotros, que nos iremos de Cataluña con el tiempo. Queremos vivir en libertad.
En un ya lejano 1995 vine a Barcelona como tantos otros expatriados. Contratado por una multinacional alemana que después de un periodo de formación en EEUU, Países Bajos y Alemania me mandaba a España.
Para mí era la realización de un sueño como hijo de madre asturiana y padre holandés poder por fin ir a trabajar a España y encima Barcelona. Una ciudad que estaba recién instalada en el estrellato mundial después de los mejores Juegos Olímpicos de la historia. En esa España tan admirada en el resto de Europa y mejor ejemplo de las bendiciones de la integración Europea.
Pasé por una de los principales escuelas de negocios del mundo, la IESE, y me casé con una violinista de Bilbao. Creamos una familia con tres maravillosas hijas. Con sudor y perseverancia he ido construyendo mi propia empresa dedicada a las finanzas corporativas, con cada vez más trabajo a nivel internacional. ¿Qué más se puede tener?
4 de octubre 2017. Estamos reunidos con varios padres del colegio. Uno es abogado, otro ingeniero, otro banquero y otro, directivo de una bodega catalana. Tema de conversación: estamos pensando en marcharnos de Barcelona. Si sigue así la situación nos vamos. Ya no me hablo con mi suegro. Me he peleado con el vecino de la escalera por quitar un póster de Ómnium Cultural y me insultó por no ser catalán. ¿Qué ha pasado?
El 6 de septiembre se comenzó un golpe de Estado a cámara lenta en el Parlament de Catalunya. Esta definición no es mía, sino de un periodista de uno de los principales periódicos de los Países Bajos. El 1 de octubre vimos por primera vez una fuerza policial, los Mossos, no cumplir con las órdenes claras del juez para volver a restaurar el Estado de Derecho en la región, basado en la Constitución y el Estatuto de Autonomía.
Los que hemos tenido la experiencia vital de haber trabajado en países como Alemania o Croacia, con su historia, sabemos que la democracia es muy frágil. Que la democracia se sustenta en el respeto al prójimo y el compartir relato y valores comunes.
Estos días se está jugando el futuro de España e incluso la permanencia de la Unión Europea. Puede sonar pretencioso, pero en la misma Yugoslavia de 1988, donde pasé con mi Interrail en ese espectacular verano, pocos pensaban que estaba a punto de estallar un conflicto iba a afectar en su existencia.
Aunque el pretendido golpe de Estado no va a poderse consumar en su totalidad, el daño a la sociedad civil catalana y su economía irá para largo. Se ha fracturado la sociedad y se ha instaurado una percepción de riesgo inversor. Es la culminación de una feina ben feta por el equipo de Jordi Pujol y de su programa «Catalunya 2000» de reprogramación nacional, descrito en un artículo en El Periódico de Cataluña del 28 de octubre de 1990. Básicamente, un plan estratégico para la creación de identidad nacional basado en el relato de superioridad del catalán, agravios por parte de España, control de la sociedad civil con acólitos a la causa y depuración de los discrepantes vía la muerte civil.
Yo de todo esto no me había enterado hasta que fueron mis hijas a la escuela. De entrada me enteré de que en Barcelona, donde el 70% es castellanoparlante, el español esta prohibido en la enseñanza hasta los 6 años, y luego sólo 2 horas a la semana. Caso único en la UE donde no se puede ser educado en la lengua oficial del territorio. Me entero de que el fracaso escolar entre los castellanoparlantes es el doble que entre los catalanoparlantes, dato ocultado a la opinión publica. Eso sí, los mismos líderes y acólitos del nacionalismo llevan sus hijos a la escuela italiana, alemana o francesa en un acto de coherencia.
Los libros son un capítulo aparte. Toda la programación neurolingüística va focalizada en hacer de Cataluña el centro del mundo, manipulando la historia, y cuando se habla de España suele ser en forma despectiva o neutralizándola diciendo Estat en vez de la palabra España. De paso me entero de que el 90% de los cargos de mando en el sector público y semipúblico están en manos de catalanoparlantes de perfil nacionalista, creando una sensación de un apartheid a la catalana.
Para colmo, en el mundo empresarial en el que me muevo conozco demasiados casos de corrupción por parte de las autoridades catalanas, da igual el sector: informática, construcción, cultural, etc. Todo sin juzgar. Un gran silencio. La omertà. El Pater Familias de la gran cleptocracia pudo emitir su voto el 1 de octubre con toda tranquilidad. ¿Cómo es que la CUP nunca hizo un escrache en su casa?
Este agosto un compatriota de Países Bajos tuvo la osadía de solicitar en la rueda de prensa después del terrible atentado en Barcelona que conmocionó a toda Europa, que el director de los Mossos hablara directamente en español para así poder entender toda la prensa internacional lo explicado. El policía no accedió y el periodista se marchó, donde Trapero dijo su famosa frase ‘Bueno, pues molt bé, pues adiós’. Los días siguientes fue jaleado por la prensa catalana como un héroe y el periodista apaleado como un perro por el pueblo llano. Que el periodista viniera expresamente de otro país a informarse de un terrible atentado era lo de menos.
En el 2012, cuando comenzó el famoso Procés de la Independencia (no, no me refiero al der Processde Kafka) un grupo de empresarios catalanes me pidió hacer una ponencia sobre el tema. Al no tener ni idea me estuve leyendo decenas de estudios y artículos sobre los impactos de independencias, efectos de las fronteras, salidas de la Unión Europea, etc. Hice una ponencia que, en esencia, decía que lo de la independencia económicamente es un auténtico desastre. Es como un Ferrari, un hobby muy caro: si te sobra el dinero y te lo puedes permitir; si no, la ruina. Mi ponencia no tuvo ninguna incidencia en la gran mayoría de ellos. Cinco años más tarde, gran parte de estos empresarios están muy contentos después de emitir su voto el 1 de octubre y expectantes ante la Gran Marcha al Paraíso.
La cleptocracia catalana está que se sale. Después de 30 años de expolio, el pueblo llano apoyado por los sindicatos verticales, los empresarios de pro, están ilusionados por tirarse del balcón. Nadie habla de corrupción, ni de que en el informe Pisa Cataluña esta por detrás de Portugal, ni que en el índice de competitividad de las regiones europeas, Cataluña está en la zona más baja de la tabla a la altura de las regiones del sur de Italia. Todo esto no importa. ¿Qué puede haber más importante que la Nació?
Por todo ello tenemos claro, y muchos como nosotros, que nos iremos de Cataluña con el tiempo. Queremos vivir en libertad, estamos hartos de la supremacía nacionalista, estamos hartos de que nos traten como unos invitados. El mundo es muy grande y la vida es demasiado corta para perder el tiempo aquí.
‘Bueno, pues molt bé, pues adiós’ ]