A vistas de lo ocurrido y por ocurrir, el Economist anuncia menos crecimiento, menos riqueza, más deudas a pagar a un precio más alto, distintos rostros del mismo empobrecimiento colectivo…
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Economist, The World in 2018. The strain in Spain. The Catalan conflict overshadows much good news.
Cuando todo “iba bien” (¿?), el lío catalán lo complica todo. En sus perspectivas para 2018, el Economist se limita a constatar la evidencia:
Con menos crecimiento, habrá menos riqueza por repartir.
Como la “calidad de vida” se paga con deuda pública (que el Estado pide en los mercados internacionales; y las CC AA piden al Estado), el precio de esa hipoteca será más alto.
Con menos riqueza por repartir y deudas más caras por pagar, el lío catalán y los líos de la balcanización política carpetovetónica confirman de manera luminosa mi viejo concepto de economía de la incultura, forjado tras una siempre nueva lectura de La otra casa de Mazón: Juan Benet y la economía del conocimiento / incultura, en Caína.
¿Hacia donde va Caína? (y 3) Cuando oyen hablar de la economía del conocimiento sacan la pistola.
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