Rue des Écouffes / Rue des Rosiers, 2 de marzo 2018. Foto JPQ.
Entre todos los países parisinos -país, en el sentido que le da Daniel Halévy en su indispensable Pays parisiens, 1929 / 1932- el Marais preserva quizá como ningún otro una parte muy sustancial de su identidad religiosa y cultural, la huella aristocrática y judía askenazí…
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Viejas historias… trabadas en el pasado y el presente en el tiempo mesiánico de la memoria, la conciencia, el Ángel de la historia de Klee, Benjamin y Scholem.
El país parisino del Marais, los judíos y la matanza de Toulouse.
Parisina en el Pletzl, rue des Rosiers, en el país parisino del Marais.
París, el terror, la primavera y el Ángel de la historia, en el país parisino del Marais.
Retrato improvisado de un judío ortodoxo, en el país parisino del Marais.
Un murciano en el país parisino del Marais.
Judíos ortodoxos comprando bailarinas, en el país parisino del Marais.
El angelus novus. El angel de la historia continua arrastrado por la destruccion y la barbarie. El fin de la historia y el ultimo hombre lo celebran en todas partres y esta vez saben que el ave Fenix no levantara el vuelo. Ni profetas ni aposteles podran redactar la escatologia del hombre. Ni judios ni cristianos sabran donde esta el Mesias. Solo escombros y ruinas. Amen. El mesianismo continua.
José,
Bueno, el Ángel de la historia se limita a contemplar horrorizado el espectáculo sombrío del eterno retorno de los escombros, las catástrofes y las ruinas…
En esas estamos.
La supervivencia de las culturas, ya sean judías o catalanas, pasa, efectivamente, por el mesianismo de los creyentes en la palabra, el arte, la cultura, el Verbo.
Honradamente, yo si creo en esas cosas… por creer, ¡incluso creo en la fotografía…! ¡Hasta en mi fotografía..!
La locura humana tiene infinitos rostros.
Avanti..!
Q.-