Rue Jean-Baptiste-Dumay, 1 mayo 2018. Foto JPQ.
Belleville / Belleville-Ménilmontant, es uno de los más grandes países parisinos, en el sentido que Daniel Halévy, amigo y condiscípulo de Proust, da a esas palabras en una obra memorable y clásica, Pays parisiens (1929).
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Rue Jean-Baptiste-Dumay, 1 mayo 2018. Foto JPQ.
Identidad muy profunda, forjada a través de sucesivas “olas migratorias” (“nacionales”, judías, magrebíes, asiáticas, africanas… judíos alemanes, anarquistas españoles, resistentes argelinos, tunecinos, marroquíes, vietnamitas, griegos y armenios, etcétera), las metamorfosis urbanas del antiguo pueblo “integrado” administrativamente a la metrópoli, y la gentrificación inexorable.
La canción y la música popular (Édith Piaf, Maurice Chevalier, Fréhel, Django Reinhardt, Serge Reggiani, Eddy Mitchell), la fotografía (Robert Doisneau, Willy Ronis), la literatura (Balzac, Roman Gary, Georges Perec, Daniel Pennac, Clément Lépidis), el cine (Casque d’or, Jules et Jim, Le Ballon rouge, Dernier domicile connu, Comme les autres, Shanghai-Belleville, Dieu est grand, je suis toute petite, Femme fatale, Un p’tit gars de Ménilmontant, L’Écume des jours, La Balance, La Marcheuse, Le Flic de Belleville), contribuyeron a instalar la cambiante identidad histórica del país de Belleville en un corpus de indispensables leyendas
Una novela “surrealista” ¿surrealista? surrealista de Baroja transcurre en un legendario hotel de Belleville, matriz de una fábula mítica sobre el destino del barrio, París y Europa.
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Metamorfosis de Belleville… Homenaje a Luis Marsans.
Pop conceptual en un barrio mestizo, Belleville.
Belleville, polvorín de la revuelta árabe.
Amor y guerra social en los muros de París, 14.
Belleville… puesto de muguet / muguete, el 1º de mayo.
Señora parisina entre los grafitis de su calle, en Belleville.
Ella, ellos, pop castizo y pop cinematográfico, en Belleville.
Parisina en un barrio muy mestizo, Belleville.
Parisina castiza entre los grafitis de su calle.
Feministas francesas: “Mi sexo es mío”.
Belleville, Republic of Love, inmigración, mestizajes y revueltas árabes.
Carnaval, Belleville y los ángeles de la metrópolis.
Carteles subversivos, en Belleville.
Un discípulo de John Cassavetes rastrea las huellas del Baroja surrealista en París.
Un discípulo de John Cassavetes filma la salida del colegio, en Belleville, París.
La chica del hammam, en el París de Baroja, Belleville.
Salida del colegio en la rue de Palestine, en Belleville.
Francia multicultural: soldados protegiendo tiendas judías y carnicerías halal.
Una educación sentimental (1) en un barrio mestizo, Belleville.
Una educación sentimental (2) en un barrio mestizo, Belleville.
París underground… tras las huellas de David Bowie.
«¿Me escuchas? ¿Cómo estás? ¿Y los nenes..?» … Belleville.
Española en París, en Belleville.
Esposa de emigrante murciano, place Fréhel, Belleville.
Antonio Machado, Edith Piaf y los genios del lugar, en Belleville.
Egipcios y tunecinos contra Mubarak, en París, Belleville.
Señora egipcia en su tienda de ultramarinos, en el país parisino de Belleville.
El Cairo, tienda de ultramarinos en el país parisino de Belleville.
París, Belleville. Un personaje de leyenda.
La metamorfosis de Belleville y los adolescentes, el fin de semana.
Belleville… ellas, tarde de sábado.
Simpatizantes magrebíes del 15-O, en París.
Las revueltas árabes, Libia, Europa y los inmigrantes.
Beauty Queen en Belleville, barrio inmortalizado por Baroja.
Pop lumpen en un barrio mestizo, Belleville.
Parisinos descansando en un café de Belleville.
Ella y la conquista de París, desde Belleville.
Ella y la conquista de París, desde Belleville, 2.
Ella y las grandes marcas parisinas, en Belleville.
Ella y las grandes marcas parisinas, en Belleville, 2.
Metamorfosis de un antiguo barrio obrero, en la frontera de Belleville.
Baroja, Piaf, Chevalier y los nuevos inmigrantes, en Belleville.
Eglise Notre Dame Réconciliatrice, en un barrio mestizo, Belleville.
Pop / Agit prop… el suicidio de la mascota en un barrio mestizo, Belleville.
Geografía de la galaxia yihadista parisina… Belleville.
Laura says
He contado un centenar de fotos consagradas a este barrio, que no tengo el gusto de conocer.
JP Quiñonero says
Laura,
Ah… bueno… en verdad, algunas de estas anotaciones son una suerte de fotolibros… cada link conduce a una foto, que remite a otra foto… el conjunto compone una suerte de relato visual, con pocas palabras, intentando que las imágenes hablen por sí solas… en este caso, Belleville, qué historia…
Q.-
Irene says
En este blog hay un montón de libros posibles, de temas generosamente apuntados y con tantas fotos… Un día alguien retomará lo dicho aquí y proseguirá el camino, así lo espero
Salud, Quiño!
JP Quiñonero says
Irene,
Ah, qué ilusión… «se hace camino al andar..» yeahhhhhh…
Q.-
jose says
Obama se fue. Una golondrina no hace primavera. La izquierda y la derecha han desaparecido en el desierto. El arriba y el abajo está y se ve en todas partes. Barrios en todas las ciudades; hay unos arriba y otros abajo. Parece que la supremacía blanca no quiere cambiar de color. Están en todas partes pero es en sus propias ciudades donde tienen las colonias urbanas que explotar. Pero estos dirigentes que no leen a Hegel ni a Platón por improductivo y además estas empresas no cotizan en bolsa ni los conocen. Uno nos habla del lujo como una de las causas de las guerras y el otro de quien trabaja se convierte en señor de su señor. Muchos Macrones tienen grandes problemas en sus propias casas.
JP Quiñonero says
Jose,
Si… Obama se fue, ay… y vaya usted a saber donde nos mete su sucesor… hay quienes vuelven a pensar en una guerra nuclear limitada (misiles tácticos, corto alcance, de Irán / Israel), otros temen agravación de todas las tragedias en curso…
Y, nosotros, dale que te pego con nuestras miserias. En los barrios condenados a la periferia siempre hay gente que intenta gritar, resistir, mal que bien, pero el aborregamiento colectivo es no menos temible, me temo.
Bueno… a seguir intentando comportarnos con algún amago de modesta honestidad, que no es poco, oye, tal como están los tiempos,
Q.-
Fina Ferrán says
Ay, Josep,
¿Verán nuestros ojos dirigentes honestos que nos devuelvan la confianza… con sus obras…?
¡Ojalá!
El lejano says
Hace un par de años (¡ cómo pasa el tiempo !) que no vengo por este blog (no recuerdo por qué dejé de venir) y hoy, no sé por qué, me acuerdo de él, paso por aquí y me encuentro…. ¡ con fotos de mi barrio ! Y de una calle por la que pasé el viernes pasado y que yo también hace tiempo que he fotografiado (había también en ella una jirafa con un globo rojo atado al cuello y un muy bello «cuadro»con dos hombres medio desnudos de cintura para arriba pintados sobre un «rideau métallique» bajado de comercio).
¿Telepatía? ¿Sincronicidad?
Por cierto, no has fotografiado la terraza de café más tranquila de ese barrio, que se ve un poco en la primera foto. Ni el restaurante vietnamien rojo «Bonjour Vietnam» que hay al final y que es excelente y barato (por lo que suele estar abarrotado).
JP Quiñonero says
Lejano,
Qué maravilla… ¡hasta pudimos cruzarnos..!
Qué decir… esa impresión he tenido, en muchas ocasiones, cuando, de repente, he descubierto un libro que hablaba de algo que estaba buscando… Esta serie consagrada a Belleville se prolongará con diez o doce entradas.
Serie una miqueta arbitraria, claro está, que viene de lejos… todos los links «conducen» a otras imágenes del mismo país parisino, sí.
Q.-
El lejano says
Es curioso: viendo ahora fotos tuyas de mi barrio, pienso que dan una impresión falsa de él. A no ser que sea que yo, a fuerza de verlo (hace 20 años que vivo en él) ya no lo veo como realmente es.
Cuando paso por la rue Jean-Baptiste Dumay yo pienso siempre que es muy tranquila y por ello agradable (sobre todo comparada con la rue de Belleville y la rue des Pyrénnées en las que «desemboca» por uno y otro lado). En tus fotos da la impresión de que es una calle siniestra.
Lo mismo me sucede con otra foto tuya de la rue de Palestine, que es una calle tranquila, plácida, casi sin circulación, por la que yo he pasado mucho yendo a la biblioteca municipal de la rue Fessart, que está al lado. Son dos calles en las que si tuviera el dinero y la ocasión yo me compraría un piso. Y sin embargo, si sólo las conociera gracias a tus fotos, ni se me ocurriría hacerlo.
¿Es una cuestión de luz, de encuadre?
JP Quiñonero says
Lejano,
Ay… yo siento mucha simpatía por Belleville, claro. Comencé por la rue Ramponeau (donde vivían unos amigos) y visité por vez primera la rue des Solitaires en forma de peregrinación barojiana… De la rue Jean-Baptiste-Dumay, el 1 de este mes de mayo, quise guardar la imagen de la pancanta apelando a la sublevación del pueblo de París… me pareció un síntoma de resistencia cultural contra Macron: síntoma entre muchos otros síntomas, claro está. En el terreno puramente estético, confieso que me gustan esas calles, con su colorido.
Luego… las limitaciones del fotógrafo callejero son evidentes: solo ve cosas (si es que las ve) a una hora del día, con una luz determinada, y no llega a ver otras quizá más interesantes, a otra hora del día, con otra luz.
Te pido disculpas, si en algún momento mis cosas te parecen inoportunas.
Cool.
Avanti..!
Q.-
El lejano says
Nada de disculpas, JP; mi observación es puramente intelectual, la extrañeza de ver que un acto tan «objetivo» como hacer fotos en la calle sin más intención que informativa, documental, puede dar una falsa impresión de lo fotografiado a quien lo conoce bien.
En el fondo es una trivialidad lo que digo, puesto que todo el que ha hecho fotos en su vida sabe que se pueden hacer muchas fotos distintas de un mismo lugar, o cómo la cámara puede modificar al modelo. El mismo fotógrafo puede dar una idea muy negativa o muy positiva de un lugar según la luz o el encuadre. Yo tengo una foto de la rue Levert, sacada desde la rue Olivier Métra (dos calles cercanas a la rue Jean-Baptiste Dumay), hecha con sol tras un chaparrón, en la que esa calle muy trivial, por no decir fea, parece larguísima e irreal de puro bella.
Lo único que hago es, en el fondo, constatar, banalmente, que tú eres un fotógrafo realista, que no olvida que es también periodista y al que le interesa ilustrar con fotos la acutalidad («la resistencia cultural contra Macron»).
Y, claro, si se quiere otra visión de Belleville, ahí están las fotos de los grandes fotógrafos de París (los Willy Ronis, Robert Doisneau, Cartier-Bresson…) que han dado una visión casi «mágica» de este barrio.
JP Quiñonero says
Lejano,
Te agradezco la comprensión y la generosidad.
Lo de fotógrafo realista no me disgusta, oye… quizá me suena una miqueta pretencioso (perdón), pero creo que huele a honradez. Los anglosajones suelen hablar de streetphotography, que no está mal, tiene su fino toque cosmopolita, que siempre luce… fotógrafo callejero quizá sea más o menos preciso, pero a los colegas les disgusta el tono poco solemne, con el que yo me identifico con cariño,
Q.-
PS. Tomo buena nota de tus observaciones sobre el país de Belleville, para futuros vagabundeos.
El lejano says
Si no les gusta «fotógrafo callejero», dejémoslo entonces en «JPQ, fotógrafo azotacalles».
JP Quiñonero says
Lejano,
Hombre… un poco presuntuoso, ¿no?… creo que callejero es bastante objetivo.
Graciassss
Q.-