Emmanuel Macron conquistó el poder prometiendo una “revolución”.
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Doce meses después, las reformas realizadas y por realizar, a corto y medio plazo, parecen sugerir una “revolución” de corte liberal tecnocrático, intentando modificar varios de los pilares del modelo económico y social francés.
Durante los últimos doce meses, el primer gobierno Macron ha realizado muchas micro reformas y tres reformas sustanciales.
La reforma del mercado laboral se realizó en un semestre corto: se “flexibilizó” la contratación y el despido; se recortó el poder de los sindicatos. Sin ser una “revolución”, se trata de una reforma de carácter liberal “a la francesa”.
Con el fin de intentar equilibrar las cuentas sociales del Estado, se reformó / incrementó la Cotización social generalizada (CGS), un impuesto destinado a equilibrar el gasto, que comenzó por perjudicar a los pensionistas acomodados.
Consumando la histórica reforma de la SNCF (Sistema Nacional de Ferrocarriles), Macron ha consumado un cambio sustancial en un sector simbólico para el Estado y los ferroviarios, beneficiarios de un estatuto particular muy privilegiado. “Arrollando” e “imponiendo” su ley a los sindicatos, Macron consuma una “revolución” tan pacífica como significativa.
La agenda presidencial tiene previstas muchas otras reformas, en curso de concertación y gestación. Tres reformas se perciben importantes para el próximo semestre.
Está prevista una reforma institucional / constitucional, que pudiera culminar con una reforma de la Constitución.
Macron desea recortar el número de diputados y senadores y prometió un estatuto particular para Córcega. Desde la óptica presidencial, se trataría de intentar dar algún “dinamismo” al funcionamiento de la mecánica institucional. La reforma debe negociarse con la derecha tradicional.
Con respecto al futuro estatuto de Córcega… Macron se guarda muy mucho de dar a conocer cual será se decisión final con respecto a Córcega, a la que pudiera concederse un estatuto particular que respete el orden centralista tradicional, con alguna concesión más o menos simbólica, sin transferencias de poder sustanciales.
El recorte de 120.000 empleos de funcionarios debe ser la “guinda” de la reforma anunciada de la función pública. Reforma altamente inflamable, capital y simbólica. En este terreno, la “revolución” macroniana aspira a “ofrecer mejor servicio, gastando menos”.
Otro gran clásico de las reformas de Estado, en Francia, es una nueva reforma del sistema nacional de pensiones y jubilaciones… Todos los gobiernos franceses se han estrellado contra esa misma reforma, durante las últimas décadas. Macron se propone “unificar” en cierta medida la “selva” de los muy diversos estatutos particulares de funcionarios y particulares, esperando que tal reforma sea lo menos costosa posible. Veremos.
La “revolución” macroniana se consuma a paso de carga, precedida y acompañada de una comunicación que tiene mucho de agitprop, entre “liberal” y “trumpista”. Macron utiliza las redes sociales con una eficacia que coquetea con una suerte de “populismo chic”, menos brutal que el populismo truculento de Donald Trump, pero con fórmulas que pueden resultar “chocantes”, digámoslo así.
Desbrozando el terreno de futuras reformas, Macron ha dejado caer: “Las ayudas sociales cuestan una pasta gansa”:
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Liberation, 15 junio 2018.
“El que avisa no es traidor”, advierte el dicho popular.
Macron, el macronismo y la nueva contestación multicultural 7.
Macron Up, sindicatos Down, angustia social para largo 8.
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Macron, un año… la “revolución” pendiente.
Belleville… resistencia cultural contra Macron 2 [ .. ] Belleville… resistencia cultural contra Macron.
Ménilmontant… resistencia cultural contra Macron.
Macron, muchos viajes y pocas nueces.
Franceses contra Macron… minorías sociales, culturales y sexuales.
Franceses contra Macron… sindicatos en crisis, movimientos sociales en busca de identidad.
Franceses contra Macron… mujeres jóvenes que temen la precariedad.
Franceses contra Macron… funcionarios y ferroviarios.
Viejos y jubilatas: “¡Macron, NO toques mi pensión”.
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Macron, absolutismo posmoderno.
La “revolución” Macron “provisionalmente aplazada”.
La revolución Macron: “¡Enriqueceos…!” 2.
Del social liberalismo al liberalismo igualitario. De la revolución francesa a la revolución conservadora anglosajona. De la educación ciudadana a la educación de las elites jesuítica. De los funcionarios de carrera a los trabajadores de las corporaciones mundiales . De los sindicatos a las ONGs . De la justicia a la caridad. Del progreso social al progreso individual. Del salario mínimo al salario infinito de los ejecutivos y rentistas. De las explotaciones agrícolas familiares a las explotaciones empresariales. ¿Será esta parte de la revolución del joven rico filosofo? ¿Qué será de estos francos libres? Sustituirán el «pienso , luego existo» por el «tengo pienso, luego existo». La grandeur de la France. De Macron a la macrobiótica empresarial y teológica. Desde Kafka todo es posible. El fue de los genios diseñadores de esta época. Como funcionario propuso el casco para ir a trabajar. Muchos cascos necesitaremos para trabajar en esa Europa MErkel -.MAcron. Del gradualismo al catastrofismo. De la geología a la geo política.
¡Ay, Josep!
Esto parece otro Rapto de Europa…
Y vamos escribiendo historia…
Jose,
Quiero pensar que bastante OK…
“… tengo pienso, luego existo… » Algo así… a decir verdad, es difícil pensar sin pienso que de juego al coco. Quizá no sea suficiente; pero si me parece bastante imprescindible. Sin el estómago razonablemente satisfecho, temo que sea difícil embarcarse en sutilezas filosóficas.
Dicho eso… Europa es lo que hay… nadie quiere bajarse de ese proyecto empantanado; y quienes quieren dinamitarlo, que son muchos, no ofrecen nada bueno, ofrecen cosas que dan mucho miedo, mucho…
Las tropas carpetovetónicas mejor intencionadas siempre hablan bien de una Europa que solo existe en su retórica, instalando a España en una sucursal de lo que piensan alemanes y franceses, que saben mucho, sí; pero piensan sobre todo en sus respectivos intereses, que no siempre son los mismos,
Q.-