La riña en la Venta Nueva, 1777. Óleo sobre lienzo, 275 x 414 cm
Quizá se trate de un libro imprescindible:
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Informe sobre Cataluña. Una historia de rebeldía (777 – 2017), de José Enrique Ruiz-Domènec, reconstruye con una precisión implacable y pedagógica un desencuentro que tiene siglos de historia y, en su raíz última, es un desencuentro cultural, la matriz original de la crisis en curso, prolongación de otras crisis seculares: Como en 1640, 1714, 1914-1925, 1934… la crisis del Procés y del Pollastre durará años:
“No podemos ser un país unitario, porque en realidad no lo hemos sido nunca [ .. ] Los únicos proyectos unitarios de verdad fueron el Omeya y el de Franco. Y ambos fracasaron…” eldiario.es, 3 enero 2015. Ramón Lobo entrevista a José Enrique Ruiz-Domènec: “No podemos ser un país unitario, porque en realidad no lo hemos sido nunca”.
“El desencuentro emotivo es también desconocimiento. No se quiere conocer la realidad de Catalunya en España y viceversa y se crean recelos infundados entre Madrid y Barcelona. Los “puentes” no han existido. Hay que hacer pedagogía. Un país complejo necesita una intelectualidad sobria, adaptada al siglo XXI, comenzando por la historia…” La Vanguardia, 30 septiembre 2018. Josep Playá Maset entrevista a José Enrique Ruiz-Domènec: “No se reconoce la realidad de Catalunya en España y viceversa”.
Nada me cuesta compartir las tesis políticas y culturales de Ruiz-Domènec: son las mías, desde hace muchos años, y las desarrollé por vez extenso en mi ensayo De la inexistencia de España, cuya primera edición se publicó en 1998.
Las tragedias de Cataluña y España, vistas por John H. Elliott y Quiñonero.
La crisis España / Cataluña vista por Álvarez Junco y Quiñonero.
En esas estamos.
En verdad, en su origen último, el Proceso / Procés es finalmente incomprensible si no se intenta comprender sus raíces históricas:
Como en 1640, 1714, 1914-1925, 1934… la crisis del Procés y del Pollastre durará años.
Cada tema con su loco: hay alternativas (¿?) nunca exploradas:
España / Cataluña… orígenes y salida de la crisis: el modelo Quiñonero.
Quiñonero: “España no aguantará sin un diálogo cultural de fondo”.
Yugoslavia, Checoslovaquia, URSS, Texas, Portugal…los persas, los egipcios, los celtas…donde estan.
Quiza la excepcion sea el Imperio del Medio que tienen una cultura y una lengua de mas de tres mil años pero no libra de la crisis.
Todo las convenciones cambian. La geografia es lo que permanece solo el movimiento de las placas puede transformar la orografia. Los imperios y las naciones y los pueblos son temas culturales nunca nada solido
Los individuos y las especies son reales y su supervivencia depende del medio de los instintos y de la cultura de la especie. La imaginacion como dicen los psicologos es la loca de la casa y es capaz de crear con otras facultades muchos mundos algunos reales y otros no. Solo los fantasmas son los que no necesitan tierra que pisar y agua para beber. La crisis como cambio es permanente. El uno el cero y el infinito no cambian ni tienen problema de identidad son tautologias. Los ciudadanos no hablan en el mundo de los medios de incomunicacion del altar a la pantalla o al psiquiatra.
De la inexistencia de España a la inexistencia de Catalua. Mi patria es mi infancia. Sin infancia no hay patria. Solo hay guarderias.
Sí, Josep, sí,
Con lo bonito que es hablar, dialogar y poder comunicarse.
Josep,
Se te echa de menos, nos haces pensar con tus escritos.
Espero que pronto te manifiestes de nuevo por este Infierno.
Jose, lo de la infancia es mi patria… qué quieres que te diga: no para mí, y diría que no para muchos. Por suerte pasó: no tiene mérito y en realidad no es suerte, es pura vida y esa es la suerte…
Ojala fuese mio es de Rilke. Los primeros años de los que no tenemos memoria determinan parte de nuestra edad adulta
Eso dicen
De Rilke, sí, claro. Pero eso, su autoría de alto rango, no quita que la nostalgia de la infancia sea a menudo una hipocresía de campanario…
Quiño,
Me preocupa la crisis de España/Cataluña, pero ahora también me preocupa no verte al frente del timón.
Sin ti, en este Infierno, somos como ovejas sin pastor…
Te esperamos…
Quiño,
Pensándolo mejor…si estas viviendo algún instante de gracia, disfrútalo y olvidate del mundo.
Fina,
Soy muy sensible a tu sensibilidad…
…
En verdad, cuando estoy de viaje, no siempre es fácil escapar a un rosario de obligaciones… con lo cual, me quedo una miqueta out de este Infierno.
Q.-
PS. No me veo de «pastor» entre «ovejas». Prefiero el estatuto del hombre y la mujer que dialogan, intercambian opiniones, qué se yo, algo menos «patriarcal» y «solemne». Avanti..!
Quiño,
Me alegra verte al pie del cañón.
Además de tu sensibilidad es de admirar tu sencillez.
¡Gracias!
Fina,
Ay, me miras con generosa simpatía… temor tener un largo rosario de defectos, más o menos «invisibles» por estos barrios «infernales»…
Gracias,
Q.-
Quiño,
Es una suerte que sean «invisibles».
Así, pareces el hombre perfecto en todos los barrios…
Es un tema que agota y se agota en sí mismo, como el del creacionismo. Muchos otros grupos crean conciencia histórica de sí mismos y en función de ella se consideran con derecho a reclamar su parte del pastel. Llámelos poderosos, ricos, saludables, heteros, rubios, sionistas, blancos, cristianos,… Pero la entropía del universo aumenta inexorable e imperceptiblemente y solo quien consiga el secreto de la eterna juventud podrá dar testimonio de esta herencia estúpida del egoísmo humano. Pero me temo que para entonces no habrá nadie para escucharle.
Saludos.
Fco. Javier,
La cuestión, esta cuestión, quizá sea menos filosófica y mucho más histórica…
… el problema viene coleando desde hace siglos. Quienes se acomodan a esa incomprensión, efectivamente, pasan olímpicamente de un problema que ni les va ni les viene. Quienes sufren el problema, lo viven con cierta angustia existencial.
A título personal, me resulta una miqueta triste esa prolongación por los siglos de los siglos de un desigual duelo a garrotazos, cuyo origen último es de naturaleza cultural, ay,
Q.-
Sería maravilloso que desapareciera el egoísmo humano y se consiguiera descubrir el secreto de la eterna juventud…
Me gusta imaginar una humanidad sabia, culta y serena, que no se líe a garrotazos…
Temo que sea una ilusión poco razonable, Fina: somos lo que somos…
Q.-
Poco razonable en el presente, Quiño, pero si el hombre va evolucionando para mejor, quizás sea posible en futuras generaciones…¿Te imaginas cómo pueda ser la vida en el año 3.000?
En algún lugar leí que la infancia no puede prever su madurez.
Quiño, hombre, no me quites la ilusión de un mundo mejor. 🙂
Fina,
Mujer… lo auténticamente heroico es soñar despierto e intentar hacer realidad lo que se sueña, la ilusión de un mundo nuevo, sí,
Q.-